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Rodrigo Goñi (archivo, agosto de 2021).

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Coalición de gobierno piensa incentivos, como una “extensión drástica” de las licencias, para aumentar la tasa de natalidad

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Investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales dijo que falta evidencia de que las medidas surtan efecto.

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Leído por Andrés Alba.
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La coalición de gobierno comenzó a pensar diversas estrategias para propiciar el incremento de la tasa de natalidad en Uruguay. Algunos legisladores elaboraron proyectos y borradores, e incluso iniciaron una serie de reuniones entre sí y con autoridades para dialogar sobre el tema. Todos comparten una misma inquietud: el país disminuyó progresivamente sus nacimientos y la población está cada vez más envejecida, lo que representa un problema para el sistema de seguridad social.

Semanas atrás, el senador de Cabildo Abierto (CA) Guido Manini Ríos presentó ante la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión de la Cámara de Senadores un proyecto de minuta de comunicación con diversas medidas de fomento de la natalidad para que el Poder Ejecutivo eleve un proyecto de ley al Parlamento.

La propuesta de Manini Ríos, que aún no fue estudiada por la comisión, incluye aumentar a 45 los días de licencia por paternidad, triplicar la deducción actual del impuesto a las rentas de las personas físicas (IRPF) por cada hijo, lo que significa reducir el pago del tributo, y que las empresas que cuenten con servicio de guardería o de jardín de infantes sin costo para sus trabajadores puedan “deducir de sus aportes al BPS [Banco de Previsión Social] el equivalente a 10 BPC [48.700 pesos aproximadamente] por cada niño que tengan en el servicio”.

En aquella instancia, consultado por la diaria, el ministro de Trabajo y Seguridad Social y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, afirmó que la propuesta le parecía “interesante”.

En paralelo, según informó El Observador y confirmó la diaria, un grupo de diputados de cuatro partidos comenzó a reunirse hace aproximadamente un mes y medio para intercambiar ideas y elaborar un documento con la misma intención que Manini Ríos. El grupo lo integran Rodrigo Goñi, Álvaro Dastugue y Juan Martín Rodríguez por el Partido Nacional (PN), María Eugenia Roselló por el Partido Colorado (PC), Daniel Peña por el Partido de la Gente y Silvana Pérez Bonavita por CA.

Estos diputados ya mantuvieron reuniones con Mieres y el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y tienen prevista una reunión con el presidente del BPS, Alfredo Cabrera. También está pendiente un encuentro con autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas. Todos estos actores serán relevantes a la hora de redactar un proyecto de ley porque, al igual que el texto del líder de CA, la intención es ampliar las licencias por maternidad y paternidad, reducir el cobro de IRPF a quienes tengan hijos para “descontar los gastos de la crianza” y asegurar el acceso universal a guarderías y jardines de infantes, entre otras medidas. Además, afirman que fue el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien puso el tema “arriba de la mesa” durante una comparecencia en el Parlamento.

Tiempo y dinero

Goñi dijo a la diaria que “Uruguay tiene de los índices más bajos de natalidad del mundo” y “eso ya tiene consecuencias muy negativas a todo nivel”. Entonces, “la idea fuerza” del proyecto que pretenden elaborar es “dar posibilidades” a aquellas “familias que quieren” tener hijos “y que por razones económicas, de estudio o laborales” lo postergan o renuncian a ello.

“Lo que estamos buscando es un proyecto lo más integral y ambicioso posible”, dijo Goñi, y agregó que “los países occidentales han tomado conciencia” de que “este tipo de medidas, que antes se consideraban como no prioritarias, porque tienen un costo económico” para las sociedades, sirven para “favorecer” los nacimientos, y puso como ejemplo a Francia.

No obstante, Goñi aseguró que “más que un incentivo”, lo que se busca con estas medidas “es dar más libertad”, es decir, “que los obstáculos que hoy existen económicos, laborales o de estudios puedan allanarse”.

En cuanto a las licencias por maternidad y paternidad, Goñi afirmó que se buscará “la mayor amplitud posible”. En la misma línea opinó Roselló, que dijo a la diaria que la intención es lograr “una extensión drástica” que “realmente surta efecto”. En este sentido, citó legislación de Finlandia, donde padres y madres tienen “siete meses” cada uno, y, si bien dijo que “hay que ver” si es posible implementar algo así en Uruguay, afirmó: “Yo no lo veo tan disparatado”. La diputada del PC dijo además que “sería maravilloso” que padres y madres tuvieran “equiparada” su licencia, porque también se estaría “derribando” la “penalización de la maternidad”.

La normativa vigente en esta materia, que fue modificada en 2013, subió a 14 semanas la licencia maternal, a 13 días la licencia paternal, y fijó medio horario para uno u otro –no simultáneamente– a partir de las 14 semanas hasta los seis meses del recién nacido.

Por otro lado, aseguró que “en algunos países” el Estado “paga a la guardería que elijan los progenitores” en caso de que ellos no puedan cubrir ese gasto y no sea una institución de acceso gratuito. En torno a este tema, para el eventual proyecto uruguayo, Roselló aseguró que se buscará “apoyar a la clase media”, que “no tiene ayuda del Estado”.

Los legisladores dijeron que la idea es elaborar un documento en conjunto “antes de fin de año”, para que en 2022 sea un tema prioritario. “Hay que empezar a trabajar para prevenir lo que puede llegar a venir, que es una gran crisis de nuestra seguridad social”, advirtió la diputada colorada.

El informe diagnóstico de la Comisión de Expertos en Seguridad Social sobre el que se discutieron reformas para el sistema jubilatorio indica que “la población de mayor edad crecerá en forma tendencial en las próximas décadas, tanto en número como en porcentaje con relación a los demás grupos de edades”, debido a la “extrema velocidad con la que se ha procesado la caída de la tasa de fecundidad y el incremento de la esperanza de vida a todas las edades”. “Como resultado, la población se mantendrá inicialmente estable, para luego reducirse”, indica el informe, que añade que, según estimaciones, “en 2070 el número de personas de 65 y más años” será “139% más que en 1995” y “representarán aproximadamente 29% de la población total, el doble que hoy”, de continuar la tendencia.

Goñi dijo que, a la hora de discutir el proyecto de ley que se elabore, la coalición de gobierno buscará “el consenso con el Frente Amplio”. Fuentes de la fuerza política de oposición manifestaron a la diaria que desconocen la labor del grupo de diputados oficialistas en torno a este tema, ya que no conforman oficialmente una comisión parlamentaria. En cuanto al proyecto de Manini Ríos, la senadora Amanda Della Ventura, integrante de la comisión que evaluará el texto, dijo que aún no se analizó en la interna del partido pero que “a priori” puede “ser bueno” incentivar la natalidad, aunque “hay que ver las formas”.

“Es bastante discutible”

¿Hay evidencia de que los uruguayos quieren tener más hijos y no lo hacen por problemas que las medidas propuestas intentan subsanar? “Es bastante discutible”, dijo a la diaria la antropóloga y doctora en Demografía Wanda Cabella, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Además, afirmó que no hay “evidencia concluyente” de que en los países en los que se aplicaron políticas de este estilo estas hayan surtido efecto en el incremento de la natalidad.

“Depende mucho de los contextos, de las historias de los países y del tipo de política que implementan”, expresó, y agregó que “la mayoría de los países europeos” que aplicaron medidas así no tienen “objetivos pronatalistas”. “Lo que muestra la evidencia internacional está bastante mezclado, no hay nada contundente. Para algunos contextos funciona, para otros no”, aseveró. Asimismo, señaló que algunos países implementaron “baterías enormes” de medidas, pero que se orientan “sobre todo” a “mejorar la calidad de vida de las personas” con “una preocupación por la igualdad de género” en los cuidados.

“En la mayoría de los casos en que tienen un objetivo pronatalista muy claro lo que hacen, sobre todo, son transferencias por hijo en dinero. Y tampoco ninguno ha mostrado una reversión de las tendencias, porque las tendencias cambian”, dijo. La especialista agregó que “en general” lo que sucede es que “la fecundidad baja, sube, baja, sube”, y aún no se ha podido “explicar del todo qué es lo que está detrás de estos cambios”.

Cabella señaló que algunas familias uruguayas tienen un “gran rompecabezas para poder conciliar” su vida familiar con la laboral, “y en general eso recae sobre las mujeres”, pero puso en duda que haya un número realmente significativo de personas que quieran tener hijos y no lo hagan por razones económicas o laborales. “Esa es una discusión enorme en la cual hay controversias largas”, expresó, y añadió que incluso hay “evidencia” que muestra algo contrario, y es que “cuando hace poco hubo una política fuerte de promoción de mayor acceso a la canasta de anticoncepción, lo que se vio fue una respuesta enorme de la población, sobre todo de la población adolescente y joven, pero también de la que no es tan joven”.

La antropóloga dijo que “la población ha respondido haciendo uso de esas ofertas” de anticoncepción “y eso ha bajado mucho la natalidad”. “Entonces, ¿por qué esperan que ocurra lo contrario?”, preguntó. En resumen, Cabella señaló que “quizás hay grupos pequeños o todavía no del todo determinados de población que quieren tener más hijos y están en circunstancias de pocas certezas” en lo económico y laboral, pero también hay “pruebas” de que antiguamente “las personas estaban teniendo más hijos que los que querían o más temprano”, y por eso tuvieron éxito las políticas de anticoncepción. Cabella afirmó que había un amplio margen de “fecundidad no deseada” y que su descenso puede explicar, en parte, la disminución de la natalidad en Uruguay en los últimos años.

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