Este jueves a partir de las 9:00 horas la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) se reunirá en Asamblea General Nacional para definir las acciones a tomar por el conflicto que viene atravesando el sector. Enrique Méndez, integrante de la FTIL, dijo a la diaria que si llega a haber algún tipo de propuesta la analizarán: “Nunca cerramos ningún tipo de puerta, pero está difícil que esto pueda cambiar”, dijo.
El sindicalista afirmó que llevan 18 meses de pérdida salarial y que el crecimiento de la industria no se refleja en los sueldos. “No tuvimos buena suerte porque la CILU (Cámara de la Industria Láctea del Uruguay), no quiso discutir que el índice de crecimiento se reflejara en los salarios”.
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El integrante de la FTIL dijo que desde mayo no hay nuevas propuestas, lo que llevó a que se tomaran medidas de protesta al llevar ya más de 20 jornales perdidos en un año.
“La Asamblea General estará evaluando los pasos a seguir. Si no existe una salida o solución a este diferendo veremos cómo se profundizará el conflicto en el marco de la temporada que se viene”, dijo.
En agosto inicia la zafra en la lechería: “Si seguimos sin que se nos ajusten los salarios, y no logramos salir con un acuerdo en los Consejos de Salarios, que se olviden los actores de la industria láctea de que rescindamos nuestros derechos. En temporada el impacto va a ser superior. Tomaremos medidas en los sectores que impactan la exportación, lo que las puede retrasar”, dijo.
El lunes la FTIL emitió un comunicado con las aspiraciones del sindicato; entre ellas se encontraba celebrar reuniones con legisladores nacionales y departamentales, con autoridades ministeriales y con embajadores de los países a los que Uruguay exporta. En este último caso el objetivo era comunicarles las dificultades que atraviesan los trabajadores.
Sobre esta serie de reuniones Méndez dijo que todavía no se han concretado, pero esperan tener respuestas próximamente. El sindicalista aseguró que no pretenden que se suspendan las exportaciones, pero “le queremos marcar a las embajadas nuestra preocupación porque de no encontrar una alternativa, de no solucionarse esta pérdida salarial, entendemos que puede existir algún retraso”.
Méndez dijo que los han acusado de no querer una cláusula de paz, pero “lo que no queremos es firmar un cheque en blanco, porque se niegan a discutir la posibilidad de que los y las trabajadoras sean parte del crecimiento de la industria”.
Por otra parte, recordó que con cláusulas de paz activas se despidió de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole) a una empleada con más de 15 años de trabajo, hecho que Méndez calificó de arbitrario porque la mujer no tenía sanciones ni suspensiones.
Con relación al abastecimiento a la población aseguró que el sindicato tiene como definición la salida de la leche fresca a los comercios gracias a las guardias gremiales, de todas formas dijo que la responsabilidad de FTIL “tiene determinado alcance y también hay una responsabilidad empresarial”.
Aclaró además que no se tirará materia prima por culpa de acciones tomadas por el sindicato. “Nuestras medidas tienen esos cuidados”, concluyó.