50.000 personas asistieron a la sexta edición de la Fiesta de la Chacra en Canelones

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La sexta edición de la Fiesta de la Chacra se realizó este sábado y domingo en el predio del Centro Educativo Rural, en la ruta 7, kilómetro 46.700, en San Jacinto. Organizada por la Intendencia de Canelones, la actividad se propone rememorar las raíces de la cultura chacarera del departamento, y para eso, se construyó una especie de museo a cielo abierto, con ranchos de paja y barro decorados en su interior con muebles y utensilios de la época, pero también se recrearon una escuela rural, una herrería, hornos para cocinar a leña, entreverados con herramientas de labranza: arados, yuntas, sulfatadoras, etcétera. Todo esto combinado con vestimentas típicas, comidas tradicionales, y productos de la tierra.

Por ejemplo, la propuesta de la Sociedad de Fomento Rural de Tapia recreó un rancho de principios del siglo XX habitado por mujeres haciendo “tareas propias de la época y la ruralidad”, según el texto de bienvenida. “Entre estas mujeres se van a encontrar con el místico personaje de la curandera, la que, desde sus santiguados, simpatías y venceduras, interactuará con el público visitante. También se van a encontrar con un espacio al que denominamos ‘Leyendas de lobizón y luz mala’ donde en determinado momento se estarán narrando las mismas”, invitaban las mujeres de Tapia, todas con pañuelos blancos en la cabeza.

A las 18.00 del sábado, mientras agitaba desde el escenario principal la duraznense Wendy Romero, un señor de delantal comenzaba a preparar una cazuela de mondongo cocinada a leña para ofrecer como cena, y una larga cola de visitantes esperaba turno para saborear tortas fritas, probablemente el alimento tradicional más vendido de la fiesta. Pero si de alimentación se trata, la oferta incluyó los tradicionales chorizos de rueda caseros, bondiolas de cerdo a las brasas, empanadas, pasteles, pasta frola, arroz con leche, pizzas, dulces, quesos, pero también chorizos de pollo, alfajores de gofio, cazuelas varias, y mucho pan casero.

La noche del sábado la cerró Matías Valdez, y la del domingo Catherine Vergnes. La fiesta tuvo tres escenarios por donde pasaron músicos y conjuntos de danzas folclóricas. Además de los espectáculos artísticos hubo una charla del Consejo Agropecuario Departamental canario sobre acciones desarrolladas ante la sequía, y se entregaron premios a organizaciones y familias chacareras en reconocimientos por su trabajo hacia la fiesta.

Republicando un mensaje en la red X de la Intendencia de Canelones, sobre estos reconocimientos, el intendente Yamandú Orsi escribió: “La diferencia entre hacer las cosas ‘porque rinden’ y hacerlas porque de verdad se sienten. Gracias equipo”.

Tras inaugurar la fiesta, Orsi recorrió el predio intercambiando con los productores y visitantes, junto a delegaciones diplomáticas de varios países. Luego compartió un almuerzo con los embajadores. La comuna dispuso de un móvil de la dirección de Salud para que quienes quisieran pudieran hacerse análisis y controles, priorizando las mamografías para las mujeres rurales.

En la edición del año pasado, una payadora saludó desde el escenario a Orsi como “el próximo presidente” y un edil nacionalista calificó la situación como “propaganda política”. Este año, la actividad contó con la visita del senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos. “Una verdadera fiesta donde gente de trabajo expone el fruto de su esfuerzo. Hablamos con varios trabajadores de las chacras de la zona. Solo piden oxígeno y comprensión del gobierno para no tener que abandonar su actividad!”, escribió el legislador en la red X.

En esta edición la entrada costaba 100 pesos y, según informó la Intendencia de Canelones en su cuenta de X, asistieron 50.000 personas.

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