Los propietarios de una franja de terrenos ubicada entre la playa Ferrando y el aeropuerto Laguna de los Patos, en Colonia del Sacramento, junto a un grupo de inversores y al estudio Gómez Platero, impulsan un proyecto de desarrollo urbanístico que demandaría una inversión de 1.900 millones de dólares.
El intendente Carlos Moreira mira con buenos ojos esta iniciativa y este mes envió a la Junta Departamental un proyecto de decreto para recategorizar los padrones urbanos comprendidos en la franja comprendida entre las playas Ferrando y El Calabrés como “suelo suburbano de actividades turísticas” hasta tanto se apruebe el plan de ordenamiento territorial de Colonia del Sacramento. El proyecto también deberá contar con el visto bueno de otras dependencias públicas, entre ellas la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
Megaproyecto
Colonia Ala Este proyecta la expansión de la ciudad en un predio de 511 hectáreas, con un frente costero de siete kilómetros sobre el río de la Plata, ubicado entre la playa Ferrando y el aeropuerto Laguna de los Patos. Los promotores de esta iniciativa son Carlos Bastitta, propietario de la tierra, y su hijo Eduardo, con el apoyo de desarrolladores inmobiliarios, arquitectos y urbanistas de Uruguay y Argentina.
La empresa apunta a “contribuir al desarrollo” de Colonia del Sacramento, potenciar “la matriz productiva” de Colonia y posicionar como un hub del ecosistema de innovación y conocimiento de Latinoamérica”, atrayendo “empresas de tecnología, colegios, universidades, centros de salud, turismo e inversores internacionales”, según el proyecto presentado a la Intendencia de Colonia, al que tuvo acceso la diaria.
Los inversores planifican llevar a cabo el proyecto en dos etapas. En primera instancia se desarrollaría la urbanización en unas 200 hectáreas ubicadas entre la cantera de Ferrando y el camino de ingreso a la playa El Calabrés, incorporando la desembocadura del arroyo La Caballada en el Río de la Plata.
El proyecto apunta a “la integración de las áreas naturales, de alto valor paisajístico, a una expansión armónica, organizada en supermanzanas [de 300 metros por 300 metros] que favorecen la formación de corredores de biodiversidad, que vinculan la flora y la fauna del río con su entorno inmediato, garantizando la sustentabilidad ambiental, el uso de fuentes de energía limpia y renovables, la integración social y el cuidado de la naturaleza”. Además, los inversores aseguran que “se garantiza la accesibilidad pública e irrestricta a las distintas zonas de playas existentes” y a los nuevos espacios públicos generados por el proyecto.
La zona en la cual se prevé desarrollar el emprendimiento está cubierta por grandes arenales, bañados, bosques, vegetación autóctona y arcos costeros de playas. La propuesta urbanística propone conservar cerca de 50% de su superficie como espacios verdes y recreativos (estructuras de parques, bañados y costa de acceso público) y un 20% a 30% adicional destinado a la red pública (primaria y secundaria).
Comunidad abierta
Colonia Ala Este propone la conformación de “una comunidad abierta e integrada” a Colonia del Sacramento, que permita incorporar, “en distintas etapas”, entre siete mil y ocho mil nuevos hogares al tejido de la ciudad, provenientes de Montevideo, Buenos Aires “u otras zonas de la región, que busquen una nueva residencia, o también como espacio de retiro o segunda vivienda”.
La conformación urbanística del proyecto se estructura en función de una serie “de supermanzanas de forma orgánica donde se desarrollarán las actividades de tipo urbanas y suburbanas, generando entre sus intersticios una serie de parques naturales que permitirán tanto la puesta en valor e integración de la biodiversidad existente con la ciudad así como la conservación de las áreas de protección natural de las zonas de inundación del arroyo La Caballada”.
El acceso principal a la urbanización será por la avenida Casanello, “generando una avenida que conectará a las distintas supermanzanas” donde alternarán áreas comerciales, de servicios, residenciales, equipamientos para la salud, educación y zonas de usos mixtos que permitirán la convivencia entre oficinas, viviendas unifamiliares, condominios de baja altura y centros comerciales a cielo abierto”.
La morfología de los edificios será de baja y media altura, “evitando superar la altura de los árboles, de manera de garantizar una adecuada integración con el paisaje natural costero”, indica el proyecto.
Los desarrolladores aseguran que Colonia debería “aprovechar las oportunidades” del contexto actual, generando consensos con la sociedad “y trabajando de manera colaborativa entre sector público y privado” para cambiar la matriz productiva “y lograr un modelo de expansión urbana diversificado económicamente y planificado urbanísticamente, que permita hacer ciudad atrayendo inversión asociada a la tecnología de la información y el conocimiento, generando oportunidades para sus residentes actuales y futuros”. Además, pretenden posicionar a Colonia “como nuevo centro de innovación tecnológica, con integración social y cuidado del medioambiente”.
Efecto de la pandemia
Los impulsores de Colonia Ala Este creen que la pandemia provocó efectos en la organización global del trabajo que derivan en la búsqueda de nuevas alternativas de radicación para quienes trabajan en “la economía del conocimiento”.
“Hemos detectado un cambio de paradigma en la forma de concebir el trabajo para las empresas más pujantes del mundo, entre las que se destacan las tecnológicas”, donde comienza a prevalecer el “home office, con la consiguiente disgregación y desconexión de la fuerza laboral”.
“Lo que hemos detectado, y que nos ha llevado a impulsar este proyecto en este momento, no es sólo la potencialidad de Uruguay en general y de Colonia en particular para crear allí una verdadera ciudad del conocimiento”, señalan. Explican además que las grandes empresas tecnológicas “se han lanzado a buscar, a nivel global, nuevos distritos urbanos en los cuales crear sus propios “hubs”, pero con una característica novedosa: deben ser espacios que conjuguen el área del trabajo con la vivienda”.
De ese modo, según afirman, Colonia del Sacramento cuenta con varias ventajas: primero, porque Uruguay “es un país que alienta y promueve la inversión en el sector del conocimiento”, y porque esta ciudad está a muy corta distancia de Buenos Aires, “donde abunda el talento joven”.
El proyecto urbanístico tiene “una trascendencia histórica y central” para el futuro de la ciudad, porque “busca duplicar la población actual de Colonia [cerca de 27.000 habitantes] en los próximos 20 a 30 años, “lo que permitirá posicionarla entre las principales ciudades uruguayas en términos de población”, según vaticinan los inversores.
Algunos números del proyecto
- 30.000 nuevos residentes y 100 nuevas empresas Tics (en 20 a 30 años)
- 7.000 a 8.000 nuevas viviendas, 5 nuevos colegios, un centro médico, oficinas
- 100 hectáreas de nuevos espacios públicos de calidad para todos los colonienses
- 12.000 puestos en servicios, logística, comercio, transporte, hotelería
- 6.000 puestos de trabajo en el sector TICs, entre 1.500 y 2.000 en construcción y miles más en servicios.
- 1.500 a 2.000 puestos en la construcción.
- 70 millones de dólares en inversión directa para infraestructura pública (vialidades, servicios y espacio público)
- 1.900 millones de dólares de inversión total (1.000 millones en los primeros siete años)
- cambio de matriz productiva y nuevo posicionamiento de Colonia en la región.
Millonaria inversión
La inversión de 1.900 millones de dólares se desarrollará en un período de 15 a 20 años, y se distribuirá de la siguiente manera: - 1.600 millones de dólares en la construcción de 7.000 a 8.000 viviendas - 140 millones en 60.000 metros cuadrados de oficinas - 70 millones de infraestructura y espacio público - 12 millones en equipamientos para la educación - 80 millones en edificios y basamentos comerciales, gastronómicos y hoteleros - 4 millones en una clínica privada de salud