Peñarol le ganó a Liverpool 2-1

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Peñarol tuvo la chance más clara del fútbol a los 38', cuando el chequeo del VAR le otorgó un penal que erró Agustín Álvarez Wallace. Pablo Cepellini abrió el marcador a los 51' y luego, a los 70', Alan Medina igualó el asunto. La tecnología, que había beneficiado al conjunto local, lo perjudicó luego cuando Agustín Álvarez Martínez convirtió el segundo tanto a los 78', y tras la consulta, se determinó posición adelantada. Ya en los descuentos, cuando el cotejo se iba en empate, Gastón Martirena desaprovechó una clarísima situación de gol frente al arco y enseguida, a los 96', Ignacio Laquintana logró el gol agónico que le dio la merecida victoria al carbonero.

Encuentro crucial

Los tres puntos ya se disputaban desde la previa en esta jornada, porque Liverpool llegaba a esta octava fecha en tercer lugar y necesitaba el triunfo para seguir escalando a los mejores lugares, mientras que Peñarol, en décimo lugar, estaba obligado a ganar tras acumular tres encuentros sin triunfo, además de su último partido, también con derrota, ante Colón de Santa Fe por Copa Libertadores.

Liverpool jugó sin el volante Pablo González, que fue expulsado en la fecha anterior ante Cerrito. Peñarol, por su parte, presentó un equipo más que alternativo, pensando en el partido de copa del martes frente a Olimpia de Paraguay.

Los elegidos por Mauricio Larriera tenían la misión de mejorar el juego hasta ahora plasmado a lo largo de la temporada. El bajo rendimiento mostrado y la gran cantidad de puntos perdidos hacían que el triunfo se viera impostergable para el conjunto mirasol.

Con un cambio de esquema y de planteo en el juego, dejando un poco la tenencia del balón de lado y apostando por un fútbol más directo y vertical, Peñarol mostró poco y nada, aunque en el final del primer tiempo mereció más.

Los mirasoles tuvieron la primera llegada de peligro con un remate de Álvarez Wallace, que tapó bien el golero visitante. Para la visita, primero probó Alan Medina desde lejos y unos instantes después Thiago Vecino, aprovechando un buen desborde de Martirena.

Los negros de la cuchilla, con bajas, trataban de imponerse ejerciendo una presión alta que complicara a los aurinegros en la salida. Presión que se fue diluyendo con el correr de los minutos y el cansancio que se empezó a notar en sus jugadoras.

A los 38’, tras el centro de Bryan Olivera, remató Viatri y el despeje le quedó a Alejo Cruz, que volvió a probar sin éxito. En esa jugada, una mano tocó la pelota y, tras el chequeo del VAR, el árbitro Leodan González cobró penal para Peñarol y amonestó a Ignacio Rodríguez, pero Britos ahogó el grito de gol local. Álvarez Wallace ejecutó mal y anunciado, y desperdició lo que pudo ser el envión anímico para que el aurinegro saliera al complemento con otra cara.

Al final de los primeros 45' estaba bien el 0-0, aunque contando la chance de penal desperdiciada se podría decir que Peñarol podría haberse ido con la victoria parcial al descanso.

A lo Peñarol

Larriera probó un cambio en el equipo justamente con ingresos y egresos, que dio resultado tempranamente, porque a los 51' Pablo Cepellini -que ya había rematado al arco a las primeras del complemento- abrió el marcador.

Cuando se retiró Viatri para que ingresara el Canario Álvarez Martínez, el Campeón del Siglo entero aplaudió al argentino.

Damián Musto se preparaba para entrar, cuando Alan Medina remató de primera con un potente disparo e igualó el asunto, aprovechando una mala salida del arquero aurinegro. El gol que cambió todo tuvo como consecuencia que en lugar de Musto entrara Ruben Bentancourt por Álvarez Wallace.

Entonces, Laquintana le dio un pase espectacular a Álvarez Martínez que convirtió lo que habría sido la ventaja aurinegra cuando faltaban 11 minutos de juego, pero Leodan González accedió al VAR y marcó posición adelantada del centrodelantero, quitándoles a los jugadores e hinchas aurinegros la alegría, y otorgándoles nuevamente esos nervios que sólo se sienten cuando el tiempo presiona al gol que no aparece.

Peñarol siguió generando peligro y rematando al arco. Rodrigo Saravia acarició el ángulo con un zapatazo a los 85', pero, aunque en menor medida, los negriazules también lograron ser ofensivos en el final, por lo que los últimos minutos fueron vibrantes.

Ya en los descuentos, Martirena desaprovechó una clarísima chance frente al arco, y como goles errados son goles en contra, enseguida Laquintana logró el gol agónico que le dio la merecida victoria al carbonero.

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