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Los jugadores de Uruguay durante el partido contra Corea del Sur, en Seúl (28.03.2023).

Foto: Jung Yeon-je, AFP

Fortalezas y debilidades de una selección sin DT

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Uruguay cerró sus amistosos con una victoria en Corea del Sur.

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Tan pronto como empezó, se terminó el ciclo de Marcelo Broli al frente de la selección. Ahora, urgido por el tiempo y los necesarios procesos de selección, es tiempo de definir al nuevo cuerpo técnico, que podrá tener como alternativa de preparación la fecha FIFA de junio, o en su defecto deberá entrar en acción directamente en la eliminatoria sudamericana, esta vez un poco menos pesada dado que clasificarán seis de las diez selecciones y habrá posibilidades de una repesca para el séptimo.

En su segundo y último partido de la ventana de fecha FIFA, Uruguay derrotó en Seúl a Corea por 2-1, con goles de Sebastián Coates de cabeza y de Matías Vecino tomando un rebote en el área chica. El gol coreano, que significó el empate transitorio, fue convertido por Hwang Ing Beom.

El triunfo celeste significó la primera y última victoria, por lo menos por este ciclo, de Broli, que se retira invicto de su paso como técnico de la selección absoluta con un empate, el del viernes pasado ante Japón 1-1, y el triunfo ante los coreanos. Antes de asumir como técnico para estos dos partidos en cuatro días, desde la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), se hizo saber que el entrenador de la sub 20 dirigiría solamente estos partidos y que no se lo consideraba para quedar definitivo como técnico de la mayor.

Eppur si muove

Ahora, más por inercia que por secuencia, sigue el desarrollo de las selecciones tras 17 años de la ejecución y aplicación de un proyecto ideado y pensado para lo que justamente hemos vivido, desde hace por lo menos 15 años, donde el logro ha sido conseguir muy buenos niveles de competición que han permitido la clasificación consecutiva a los mundiales de Sudáfrica 2010, de Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022.

El aprovechamiento pleno de los calendarios FIFA como acumulación de experiencias en cada uno de los amistosos ha permitido la conformación de núcleos garantidos en la competencia, pero ahora ya es sólo por inercia. Promover jugadores que vienen en proceso desde selecciones juveniles en amistosos de alta competición, como lo pueden haber sido estos, siguen siendo insumos muy valiosos, pero ya tienen una capitalización distinta en tanto quienes los han elegido, colocado y evaluado se sabe no seguirán, y entonces no dejará de ser un acto administrativo elevar el informe al cuerpo técnico que venga, por ejemplo, con cómo calificaron los debuts de Santiago Mele, Matías Arezo, José Luis Rodríguez y Santiago Bueno.

De la misma manera en algún expediente quedará asentada la creciente calidad y solvencia de Federico Valverde, el líder futbolístico en estas dos presencias, o la certeza que sigue dejando después de 12 años en la selección Sebastián Coates, un baluarte defensivo, o el enorme desarrollo de Manuel Ugarte, adueñándose del centro del campo con sólo 22 años

Volver a empezar

En un momento se pensó por parte de la Conmebol que en esta ventana de fechas de marzo empezaría la Eliminatoria para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, pero finalmente la competencia para Sudamérica quedó para iniciarse en la primavera austral, jugándose las seis primeras fechas entre setiembre, octubre y noviembre, partidos en los que la selección uruguaya enfrentará a Chile en Montevideo, Ecuador en Quito, Colombia de visitante, Brasil en el Centenario, Argentina de visitante y Bolivia en el Centenario.

Para esas fechas debería estar fuera de cualquier discusión la nominación del nuevo cuerpo técnico, aunque sería muchísimo más sano, y mucho más productivo, que estuviese ya –mucho más allá de las decenas o cientos de miles de dólares que se puedan ahorrar evitando pagar primas y meses de sueldo–.

Hasta ahora no han existido movimientos concretos. Sí idas y venidas, ruido periodístico, operaciones interesadas, para promover al nuevo cuerpo técnico que, inclusive, y partiendo desde adentro, ha alentado desde la renovación a Diego Alonso, hasta otros nombres como: los argentinos Marcelo Gallardo y Marcelo Bielsa, que han sido puestos en discusión ante los micrófonos y redes sociales; o los candidatos propuestos para ocupar el puesto de Tabárez cuando su cese como Diego Aguirre, Guillermo Almada, Alexander Medina y Fabián Coito.

Seguramente hasta entrado abril no quedará conformado el nuevo cuerpo ejecutivo de AUF presidido por el economista Ignacio Alonso, entonces tal vez antes de mayo se llegue a un acuerdo con el nuevo entrenador, algo que sería muy necesario para aprovechar la fecha FIFA de junio, ya con toda la temporada europea terminada.

Sería momento propicio, además, para definir la continuidad de algunos de los históricos jugadores, más allá de que puedan llegar en condiciones de alternar en 2026, porque hay futbolistas que seguramente tienen muchísimo para dar acompañando la renovación sin que necesariamente tengan que estar entre los 11, u otros como Luis Suárez que, mientras mantenga sus altos niveles de categoría, debe y puede seguir sumando con la celeste.

El triunfo ante Corea

Uruguay ganó, pero sufrió el partido. La victoria no fue de casualidad, porque los celestes aguantaron como pudieron y defendieron casi bien la ventaja obtenida, pero seguramente no sirvió para una evaluación individual plena de algunos futbolistas que sumaron minutos, porque la postura de los coreanos, y como contraparte la de los celestes, hizo que Uruguay se extremara en defensa, haciendo que casi todos sus futbolistas se dedicaran a la tarea de obstruir, marcar y neutralizar, lo que dejó sin posibilidades de ataque a los que juegan con tal fin. Aun así, el esfuerzo y desdoble de Jonathan Rodríguez, bajando y protegiendo como si fuera un defensa, dio sus frutos, aunque más no sea para la victoria final y para sumar puntos para el ranking FIFA.

En definitiva, fue una buena exposición desde el punto de vista defensivo, con movimientos casi forzados a los que estamos acostumbrados desde hace tantas décadas que se podría decir que es de siempre, coronada por una optimización de las jugadas de ataque que después de los diez minutos iniciales se fueron diluyendo de tal manera que, además del gol de Vecino, que vino de un rebote de tiro libre, no quedaron anotadas más jugadas en el área coreana.

Tal vez el rédito comprobable esté en el Ranking FIFA en donde tras el triunfo ante Corea y el empate con Japón, Uruguay sumó 606 puntos desde el lugar 16 que le servirán para seguir manteniendo la ventaja sobre Colombia, y tal vez para darle pelea a México, que en el último ranking estaba 15.

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