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Ilustración: Jerónimo Lamas

Las desigualdades de género y la ciencia económica: la perspectiva de la economía feminista

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Leído por Andrés Alba.
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Se publicó en versión digital el manual Las desigualdades de género y la ciencia económica. La perspectiva de la economía feminista que fue elaborado, editado y diagramado en el marco del Programa de Apoyo a Publicaciones de la Comisión Sectorial de Enseñanza (CSE) y forma parte de la serie Manuales de Aprendizaje.1

La propuesta de realización de este manual surgió como una necesidad del proceso de enseñanza-aprendizaje en la asignatura Economía y Género que se dicta desde 2011 como materia opcional en la Licenciatura en Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración (Universidad de la República).

Los estudios de economía y género provienen de una diversidad de trabajos académicos y de organizaciones de mujeres y feministas. Además de ampliar los enfoques teóricos y aportar nuevos conocimientos a partir de la investigación empírica, estos trabajos han constituido la base para el diseño, la elaboración y la puesta en práctica de políticas públicas. Esta diversidad de aportes ha dado lugar al surgimiento de una corriente conocida como economía feminista.

El término economía feminista surge a principios de la década de los años 90 y recibe un impulso central con la creación de la Asociación Internacional de Economistas Feministas en 1992 y la Revista Feminist Economics desde 1995. Se ubica en el marco de las corrientes heterodoxas de la disciplina. Cuestiona el método de la economía moderna, propone la interdisciplinariedad y procura una reconceptualización de sus abordajes.

Desde una perspectiva feminista, la economía se entiende como un circuito que integra múltiples formas de trabajo y agentes, así como múltiples esferas de actividad (mercados, Estado, hogares y redes sociales y comunitarias). Por tanto, propone que el estudio de la economía incluya la interrelación de procesos que permiten que la vida continúe ‒en términos humanos, sociales y ecológicos‒ y alcance estándares dignos para la población (Carrasco, 2014).2 En términos analíticos, los estudios feministas promueven que los enfoques económicos incorporen lo sociológico, lo histórico, lo político e institucional, tanto en la elaboración de hipótesis como en su contrastación.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado este abordaje para su incorporación a la corriente principal de la economía y a la academia en general, en los últimos años hemos asistido a una explosión de la producción de estudios que toman el “género” como categoría para analizar diversos fenómenos económicos. En ellos, se entiende el género como una construcción histórica y social que permite identificar y visibilizar las relaciones sociales que tienen lugar entre varones y mujeres.

Estas relaciones entrañan desigualdades importantes entre los individuos de ambos sexos en muchos terrenos de la vida y, en particular, con respecto al poder. Como las relaciones de género son jerárquicas y desiguales, conducen a discriminaciones y asimetrías en lo público y lo privado. Pero como se trata de construcciones sociales e históricas, cambian y pueden ser revisadas y modificadas.

Cada vez más, las desigualdades en las oportunidades, el acceso a los recursos y los resultados que obtienen hombres y mujeres en el ámbito económico han pasado a formar parte del diseño de las agendas de investigación de un creciente núcleo de investigadores e investigadoras en la academia del mundo desarrollado y en desarrollo. Como resultado del espacio ganado en la investigación académica, también prestigiosas publicaciones de la disciplina abordan con más frecuencia estos temas.

Este mismo interés se ha difundido en el ámbito político, procurando que la toma de decisiones sobre una amplia gama de asuntos públicos tenga en cuenta implicancias y consecuencias sobre las disparidades de género. En este último sentido, debe resaltarse el trabajo de incidencia de la economía feminista a través de publicaciones especializadas o de divulgación, cursos formales e informales de instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales (ONG) e instituciones internacionales, entre otras.

En la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración (FCEA), aunque con cierto rezago respecto de otros servicios de la Udelar, la perspectiva de género se ha ido incorporando a las prácticas cotidianas de gestión, a su actividad de investigación y de enseñanza. En el Departamento de Economía, desde 2011 la Licenciatura en Economía incluyó el curso opcional Economía y Género. Años más tarde, la materia se integró en la oferta de opcionales de la Licenciatura en Administración y de Estadística de la FCEA y de otras facultades (Información y Comunicación, Ciencias Sociales, Derecho).

Desde sus inicios, el desarrollo del curso debió enfrentar una importante limitación: dado que las iniciativas académicas han tendido a surgir y difundirse, principalmente, en países europeos y en América del Norte, dan cuenta de las necesidades analíticas, metodológicas y políticas de dichos contextos. Además, se encuentran en otros idiomas, en formatos electrónicos no siempre fáciles de acceder, y sus traducciones no siempre se encuentran disponibles. Por ello, procurar que los textos “obligatorios” se apoyen en la escasa bibliografía en español ha implicado un considerable esfuerzo. Esto, sumado a lo novedoso de la materia y al hecho de pertenecer a un enfoque en construcción nos impulsó a generar un recurso didáctico específico.

La redacción del manual pretende proporcionar información, contribuir a cumplir con los objetivos del curso y guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. También integra imágenes y referencias que permitan que quien lee relacione las explicaciones que se exponen con otros conocimientos, de modo de hacer factible la comunicación entre docentes y estudiantes y motivar la reflexión.

Los contenidos del manual se desarrollan en 11 capítulos correspondientes a seis módulos del programa del curso Economía y Género: Feminismos y estudios de género; Microeconomía y género; Trabajo y empleo desde una perspectiva de género; Pobreza y bienestar; Políticas públicas y protección social; Género y macroeconomía.

El material puede ser utilizado en el abordaje de temáticas específicas (en conjunto con) e incorporando otras lecturas, apoyando la búsqueda e interpretación de datos estadísticos, la lectura hipertextual y como referencia para el trabajo con base en técnicas de grupo, conformando una estrategia didáctica global. Además de brindar elementos teóricos y fomentar el análisis empírico, el manual propone ejercicios a partir de interrogantes y comentarios de textos, al tiempo que sugiere revisar otros materiales como videos o películas. Se espera que las estrategias didácticas planteadas propicien la autoformación docente y el aprendizaje autónomo y activo de los y las estudiantes y su autoevaluación para comprobar el conocimiento adquirido y su aplicabilidad.

Si bien el trabajo cumple un rol de hilo conductor para el curso, también se ha pensado como aporte para otras asignaturas que se dictan en la Facultad, así como para otros ámbitos de formación en género de la Udelar y de otras instituciones públicas o privadas.

Las desigualdades de género y la ciencia económica. La perspectiva de la economía feminista. Disponible en: ladiaria.com.uy/Uci. Alma Espino (investigadora del Centro Interdisciplinario de Estudio sobre el Desarrollo) y Paola Azar (docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración).


  1. El manual fue editado por Alma Espino, quien redactó también varios capítulos. El resto de las autoras fueron Verónica Amarante, Paola Azar, Alina Machado y Soledad Salvador, y se contó con la colaboración de Victoria Tenenbaum. 

  2. Carrasco, Cristina (2014). “Economía, trabajos y sostenibilidad de la vida”. En Yolanda Jubeto Ruiz et alia, Sostenibilidad de la vida. Aportaciones desde la economía solidaria, feminista y ecológica (pp. 27-42). Bilbao: Red de Economía Solidaria y Alternativa Euskadi. 

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