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Proyecto de astronomía de liceales de Durazno será presentado en Viena

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Estudiaron la contaminación lumínica y por eso recibieron premios a nivel nacional.

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En Viena, Austria, estarán reunidos del 20 al 30 de agosto todos los científicos que integran la Unión Astronómica Internacional. Entre los muchos temas que tratarán estará el proyecto de un grupo de liceales del liceo 1 de Durazno sobre la contaminación lumínica y cómo afecta a su ciudad de poco menos de 60.000 habitantes. Empezó como un proyecto en la clase de Astronomía y evolucionó mucho más allá, gracias al trabajo extracurricular de tres estudiantes. En los últimos años recibió varias menciones, entre ellas el premio de Educación Solidaria 2015 concedido por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS).

Para Carlos Fariello, docente de Astronomía y tutor del proyecto, que en la Unión Internacional se hable de su grupo es resultado “del impacto que tuvo el proyecto en la comunidad”. De hecho, la Junta Departamental de Durazno tuvo en cuenta la investigación de las jóvenes a la hora de acondicionar la iluminación de la fachada de su edificio. El trabajo de las estudiantes concluye, entre otras cosas, que hay mucho desperdicio lumínico que se produce simplemente por el desconocimiento de las formas correctas de colocar los artefactos y lámparas de luz.

El proyecto comenzó en 2015, cuando los estudiantes de cuarto año y Fariello descubrieron “una serie de obstáculos para la observación del cielo a simple vista en la noche”; uno de ellos era la contaminación lumínica, producto de la luz colocada en la ciudad de forma artificial. “Los chicos empezaron a investigar, hicieron una encuesta a nivel de la opinión pública y la gente no sabía lo que era. A partir de esto investigaron la bibliografía para saber más teoría sobre lo que es la contaminación lumínica y poder desarrollar un trabajo de campo”, comentó el docente.

Decidieron corroborar su hipótesis sobre el exceso de luz en lugares específicos, como plazas o frentes de edificios públicos. Una vez que hicieron las mediciones en distintos sitios y a diferentes horas, se encontraron con un obstáculo: Uruguay no cuenta con una regulación para los valores de iluminación tolerados en diferentes ambientes. Por lo tanto, junto con el profesor, decidieron utilizar la escala que elaboraron técnicos del País Vasco; según esos valores, los estudiantes determinaron la existencia de contaminación lumínica en diversos puntos de su ciudad.

Un grupo de tres estudiantes –Abril Aguirre, Luna Rosano y Lucila Cataldo– decidieron seguir adelante con el proyecto, afinar las mediciones y divulgar los resultados en toda la comunidad. Según dijo Abril a la diaria, que no se supiera el nivel de contaminación y la falta de normativa al respecto fueron las principales causas que las motivaron a continuar la investigación, con el objetivo de generar algunos cambios. Para ella, este fue el principal beneficio de haber hecho el trabajo. En contrapartida, detalló que fue compleja la organización de los horarios y resaltó que durante todo 2016 el proyecto se hizo de forma extracurricular.

De qué hablamos

En 2017 el docente y las estudiantes elaboraron un libro en el que detallaron toda su investigación y sumaron la postura de algunas autoridades que de alguna forma participaron en el proceso. En la publicación el grupo define: “La contaminación lumínica es el efecto producido por la luz que no se aprovecha con la finalidad de iluminar distintas zonas de la ciudad y se difunde en la atmósfera, generando una iluminación deficiente y un gasto energético inútil”.

Según detallaron las estudiantes, presentaron a la Junta Departamental de Durazno el resultado de su investigación justo cuando los legisladores locales estaban trabajando el plan de iluminación para los centros poblados del departamento, y lograron que se interesaran en su proyecto y lo tuvieran en cuenta.

Además, el trabajo fue considerado una propuesta de aprendizaje solidario, en tanto la difusión del proyecto permitió que la población tomara conocimiento de la contaminación lumínica. Por medio de un aprendizaje en servicio se verificó la existencia de contaminación en varios espacios públicos de la ciudad y generó interés en la ciudadanía, al punto de que el proyecto implicó elaborar una propuesta para la reducción y la mejora de los hábitos.

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