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Robert Silva en el Palacio Legislativo (archivo agosto 2020).

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Autoridades de ANEP evalúan dar clases los sábados en 2021, según informaron en el Parlamento

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Explicaron que pretenden aumentar la presencialidad y avizoran que el año próximo seguirá habiendo complicaciones por la pandemia.

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Los cinco integrantes del Consejo Directivo Central (Codicen) y los directores generales de los desconcentrados de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) estuvieron durante seis horas este miércoles en la comisión de Educación y Cultura de Diputados brindando información sobre diversos temas. Entre las novedades que surgieron de la jornada está el planteo de los directores generales de Secundaria y UTU de dar clases los sábados, fundamentalmente en ciclo básico.

El diputado del Partido Nacional (PN) Álvaro Dastugue explicó a la diaria que el planteo surge “por la situación de la pandemia, la poca presencialidad y que el año que viene se proyecta complicado”, entonces “se busca lograr mayor presencialidad con las clases los días sábado”.

Por su parte, el representante del Frente Amplio (FA) Sebastián Sabini dijo a la diaria que el planteo sería “temporal” porque “ya está demostrado que los sábados aumenta mucho el ausentismo entre los estudiantes. La idea no es aumentar el horario de clase, sino permitir tener una mayor flexibilidad en el armado de los cronogramas liceales. En ese contexto entendemos que es razonable para reducir la circulación, siempre que sea algo transitorio”.

Además, el diputado del PN Alfonso Lereté señaló que las autoridades de la ANEP comunicaron que desde 2021 se pretende dar cursos en modalidad “semipresencial” en los liceos nocturnos. “Se verificó que hay mayor presencia femenina y que la gran mayoría trabaja. Entonces la idea es potenciar los liceos nocturnos con semipresencialidad, para que puedan ir algunas horas y otras puedan hacerse por videoconferencia. Se trabajará para hacerlo en 2021 y quizás quede para adelante”, detalló.

Visiones encontradas en el “recorte de horas”

Uno de los temas principales de la extensa sesión fue discutir lo que la bancada del FA entiende como “un claro e indiscutible recorte de horas”. Dastugue opinó que a su entender las autoridades de la ANEP “dejaron enfáticamente claro que no han existido recortes ni de horas ni de grupos” en la educación, y “explicaron que [en algunos casos] había menos horas y cursos porque bajó la matrícula, o porque algunos cursos tenían un solo alumno”.

Sin embargo, la visión de Sabini es diferente: “Se confirmó el recorte de grupos en Secundaria; en el planillado actual son 256 grupos menos, algunos podrían no recortarse en función de la inscripción”, explicó.

El diputado agregó que también “preocupa en el contexto de pandemia” el aumento del número de estudiantes por grupo. “Ya no se trata de mantener o aumentar el número de grupos para que haya menos estudiantes, sino la reducción lisa y llana de los grupos; ellos fundamentan que es un tema de matrícula, pero no se sostiene con los números, hay más o menos los mismos números que años anteriores. Es difícil de entender si no es un ajuste de carácter económico. Las autoridades dicen que es una mejora de la eficiencia, porque hay grupos sin estudiantes, pero es claro que no hay 250 grupos sin alumnos”.

Además, Sabini comentó otros recortes que se harán en Secundaria: menos horas de profesores orientadores pedagógicos (se aumenta el número de cargos, pero bajan de 30 a 20 horas semanales cada uno), reducción de horas de coros y profesores acompañantes de piano, y también se reducen las horas de los profesores orientadores en informática y tecnológica educativa. “Todas las transformaciones terminan en un recorte; es muy difícil no ver que se trata de un criterio economicista”, resumió.

Sabini afirmó que “la lógica del gasto” se traslada a la UTU. Allí el ajuste más importante es en el programa de Formación Profesional Básica, donde se van a reducir varios grupos y se crean otros en el Ciclo Básico Tecnológico (CBT). “Se saca una propuesta enfocada en estudiantes desvinculados o con dificultades particulares para aumentar la grilla del CBT, que es un modelo más tradicional. No es una propuesta superadora: se descarta lo que está y no hay algo alternativo”, subrayó el representante del FA.

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