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Escuela Agraria de Rivera. (archivo, noviembre de 2013)

Foto: Santiago Mazzarovich

Docentes de escuelas agrarias reclaman cobrar por guardias que realizan los fines de semana y feriados

4 minutos de lectura
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El abogado de 74 funcionarios dijo en el Parlamento que “judicializaron” las denuncias porque no tuvieron respuesta ante reclamos.

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Ante la subcomisión de Presupuestos integrada con Hacienda del Senado, el abogado Héctor Correa denunció que a 74 trabajadores de las escuelas agrarias, que dependen de la Dirección General de Educación Técnico Profesional-UTU (DGETP-UTU), se les adeudan retribuciones por hacer guardias los fines de semanas y feriados. Según consta en la versión taquigráfica a la que tuvo acceso la diaria, Correa indicó que no le quedó “otro camino” que “judicializar” los casos porque no tuvieron respuesta a sus reclamos.

Una resolución interna de la UTU de 1993 prevé una compensación en días libres para quienes hacen guardias los fines de semana y feriados, pero, según expuso Correa ante los legisladores, “lo que sucede en la realidad es que ellos generan muchos más días de los que efectivamente se pueden tomar”. Y ejemplificó: “Una persona de la escuela agraria que está ubicada cerca de Florida me comentó que el mes pasado ya llevaba 70 días generados, pero nunca los va a poder efectivizar y los va a terminar perdiendo”.

“Quizás la resolución que prevé esta situación tuvo más sentido en otro momento, en una etapa en la que había más docentes agrarios, lo que permitía que el cumplimiento efectivo de la guardia de cada uno ellos no fuera tan seguido y que pudieran compensar efectivamente los días que generaban. Sin embargo, actualmente son unos 400 –conmigo hay 74– los docentes agrarios de UTU”, aseguró. El reclamo se inició en 2019 con las autoridades anteriores, pero ahora Correa trata de hacer “gestiones” para ver si puede “llegar a algún entendimiento o aproximación para detener este juicio y que se comprenda la situación”.

Por otra parte, denunció que la DGETP les paga un sueldo por 45 minutos cuando en realidad trabajan una hora. “Sucede lo mismo con los adscriptos –aunque ese es otro caso–, por lo que les van quedando esos 15 minutos para atrás”, estableció.

La intención del abogado patrocinante de los 74 trabajadores es “encaminar” esta situación “para ver si se puede solucionar”. “Hay una idiosincrasia muy particular en los que somos del interior, y más aún en la gente del campo, que a veces no ven muy bien estar reclamando. Pero me parece que acá no se está reclamando algo que no corresponda. Se trata de equiparar, de que haya equidad con el resto de los trabajadores. Además, no me parece muy bien que el Estado tenga trabajadores en estas condiciones, es decir, que se los haga trabajar sábado, domingo y feriados y no se les pague”, consideró.

Esto también queda muchas veces a criterio de la dirección escolar, opinó, pero entiende que “no debería quedar librado a la amistad o enemistad que uno pueda tener con el director de turno”.

Para el abogado, no se trata de un “reclamo muy grande” sino que es “de justicia”. “Las personas con quienes hemos hablado nos han dicho que no hay recursos para pagar esto, pero las escuelas donde trabajan generan recursos. Entonces, entiendo que ese no sería un argumento, porque además el monto no es mucho”, añadió.

En producción

Por su parte, Aldo Pelfort, ingeniero agrónomo y docente de la UTU en la escuela agraria de Fraile Muerto, señaló que esos centros educativos “producen”. Por ejemplo, en la escuela en la que trabaja tienen un tambo que produce leche, que luego se remite a la planta de Coleme, en Melo, Cerro Largo. “Entonces, tenemos que seguir trabajando. No hay chiquilines los fines de semana y los docentes somos los encargados de seguir la producción. Lo mismo pasa en los feriados y en las vacaciones de verano, o sea que llega enero y estamos ahí también. Nos turnamos entre los docentes, pero cumplimos, y cuando viene la pandemia, si no hay clases igual tenemos que seguir cumpliendo”, apuntó a los legisladores.

Además, dijo que si tienen clases a distancia “las hacemos, como todos los docentes, pero además tenemos que cumplir con la producción, es decir, tenemos que seguir yendo al tambo, al campo o a lo que sea y cumpliendo las funciones”. Señaló que a veces se argumenta que la UTU “no tiene la plata necesaria para cubrir estas compensaciones de los reclamos”. No obstante, cuestionó que durante la pandemia no han tenido alumnos, por lo que “no han consumido los productos que la escuela agraria produce y eso le ha generado un plus a la UTU, porque ha podido vender más leche”.

“En el caso de mi escuela, la remisión es de 60.000 litros anuales a la planta de Coleme y sin alumnos calculo que habrá unos 30.000 litros más de ventas al año”, dijo. Por su parte, aseguró que lo mismo ocurre con la carne, puesto que al no haber clases no se consumen las vacas gordas ni novillos que se usan para la faena de la propia escuela. “Eso se vende en ferias”, completó.

“A veces se dice que esto va a generar un costo para la UTU. No, porque la UTU en estos dos años ha generado más ventas, más recursos. No entra dentro del presupuesto del pago, como docentes, funcionarios, etcétera”, añadió.

Según explicó el docente, en las guardias de los feriados y de los fines de semana no hay funcionarios de servicio y a veces había vigilancia policial, pero no para el campo sino sólo para las edificaciones. “O sea, los que estamos de guardia somos responsables de todo lo que ocurra durante ese período”, lamentó.

A su vez, criticó que las guardias no les sean remuneradas. “Si no las cumplimos, nos descuentan. Tenemos compañeros que, por desinteligencia, más bien, con la dirección, se han negado a ir a hacer guardia y les han descontado ocho horas por cada día. Es algo incomprensible”, denunció. Si bien las autoridades les dicen que pueden tomarse “un día por cada día de guardia”, no lo pueden hacer durante el año lectivo porque “si no faltaríamos a las clases”.

“Entonces, ¿cuándo lo tomamos? En enero, incrementando los días de licencia. A los 20 o 22 días de licencia reglamentaria tenemos que agregarle 15 o 17 días. Pero no alcanza el mes. Cuando llega diciembre tenemos seis o siete mesas de examen, y en febrero ocurre lo mismo”, manifestó. Según dijeron a la diaria desde la DGETP, no están enterados del tema.

Por último, la senadora frenteamplista Amanda Della Ventura se comprometió a hacer las respectivas consultas a las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública, que se presentarán ante la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la cámara alta el miércoles 29 de setiembre.

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