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Diálogo sobre agenda educativa para el próximo gobierno, el 29 de abril, en el World Trade Center.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Integrantes de la coalición multicolor plantearon que próximo gobierno deberá “romper inercias” y “seguir abriendo el sistema educativo”

6 minutos de lectura
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Por su parte, defendieron la aplicación de la Transformación Curricular y aseguraron que a futuro se deberá seguir profundizando; plantearon medidas como la ampliación del tiempo pedagógico e incluir a las familias en la toma de decisiones.

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Integrantes de la coalición de gobierno expusieron este lunes sobre los desafíos en educación de cara a un próximo gobierno. En un evento organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo y Rumbos, varios jerarcas de la actual administración comentaron sobre algunos temas y acciones que deberían estar en la agenda de políticas públicas en los próximos cinco años.

Javier Lasida, integrante del Partido Independiente y presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), planteó algunos temas que consideró “provocadores”, como la transformación de las inspecciones. En ese sentido, sostuvo que Uruguay “carece” actualmente de un sistema de inspecciones y que debería generarse uno, que debe inspeccionar centros educativos y no a cada docente individualmente.

Además, dijo que dicho sistema debería funcionar en la órbita del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y no de cada subsistema, como ocurre actualmente. Según Lasida, ello contribuiría con potenciar el “rol rector” del organismo, como viene ocurriendo en la actual administración.

Sobre el enfoque del rol de los inspectores, el jerarca cuestionó que pongan el foco en aspectos “burocrático-administrativos” y, en cambio, planteó que deberían apuntar a cotejar aspectos educativos.

Su compañero de partido Juan Pedro Mir sostuvo que en los próximos años será necesario “ampliar la base social” de los cambios generados y, por ejemplo, se preguntó “cuánto ganaría el país” si las familias organizadas de los estudiantes participaran en la toma de decisiones de política educativa. En ese sentido, planteó la necesidad de “poner nuevas sillas” en el gobierno de la educación.

Por su parte, el exintegrante del Frente Amplio (FA) alertó sobre el riesgo de “pérdida del sentido de la educación” y para contrarrestarlo reclamó que los centros educativos dialoguen entre sí en clave territorial, más allá del subsistema o la institución a la que pertenecen. Además, sostuvo que es necesaria la ampliación de la cantidad y la calidad del tiempo que las infancias y adolescencias están en los centros educativos, también en vínculo con otros actores externos al sistema educativo.

Oportunidades

Otro de los temas que estuvieron sobre la mesa es la baja de la natalidad que ya se está registrando en Uruguay y que se seguirá profundizando en los próximos años. Lasida consideró que ello representa una “oportunidad”, ya que si el presupuesto educativo mantiene su tendencia, la inversión per cápita del Estado aumentará 25% en los próximos años. Sin embargo, el presidente del Ineed alertó que el país debe romper con la “inercial” asignación de recursos que tiene el sistema educativo, que por su diseño y normativa tiene poco margen para generar redistribuciones.

A su turno, la directora ejecutiva de Política Educativa del Codicen, Adriana Aristimuño, planteó que el llamado bono demográfico permitirá repensar los acompañamientos que reciben los estudiantes en el sistema, algo aún más necesario con la eliminación de la repetición en algunos grados.

Como ejemplo de un tipo de redireccionamiento de recursos que debería generarse, el director nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Gonzalo Baroni, reivindicó la generación de pagos diferenciados a los docentes en función del centro educativo en el que trabajen. Al respecto, consideró que “no es lo mismo” dar clase en algunos barrios que en otros y, al mismo tiempo, sostuvo que es necesario que los directores de los centros educativos tengan injerencia en la contratación de los docentes, ya que es clave para la conformación de equipos.

En ese sentido, abogó por la generación de un “docente cargo” que no sea designado en función de horas, como ocurre en la educación media. Baroni se congratuló porque el actual gobierno logró implantar la elección de horas por tres años en seis departamentos y lamentó que integrantes de los sindicatos pretendan volver al sistema de elección anual. El jerarca también reclamó la aprobación de un nuevo estatuto del funcionario docente en la ANEP, algo en lo que está trabajando la actual administración. Sobre el tema adelantó que los actuales docentes podrán elegir si se mantienen con el actual estatuto o si pasan al nuevo, pero, una vez aprobada, la nueva norma regirá obligatoriamente para los nuevos docentes.

Una carrera

Si bien el jerarca resaltó distintos logros del actual gobierno, como lo que consideró “un enorme esfuerzo” por adecuar la formación docente a través de la Transformación Curricular, aseguró que en cinco años no es posible cambiar todos los aspectos necesarios. No obstante, para defender la aplicación de los cambios curriculares, aseguró que el actual gobierno partió de la base de que sin transformar lo que se enseña dentro del aula “era muy difícil cambiar todo lo demás”.

Por su parte, como otros de los temas que quedaron pendientes, Baroni habló de la necesidad de “ponerle el cascabel al gato a la elección de horas” y “facilitar el proceso de inscripción” a centros educativos. En ese sentido, propuso la incorporación de tecnología como la inteligencia artificial, de forma de que el proceso sea “transparente” y que no haya “burocracia humana” de por medio.

Por su parte, Aristimuño resumió los desafíos del próximo gobierno en una frase y dijo que deberá “seguir abriendo el sistema educativo”, tarea que comenzó con el diseño de la Transformación Curricular en el actual, según mencionó. Al respecto, señaló que “durante décadas” el sistema educativo uruguayo “sufrió de una marcada endogamia”.

La jerarca de la ANEP coincidió en que cambiar lo que ocurre en las aulas era “lo medular”, pero aseguró que no es lo único, por lo que el próximo gobierno deberá “profundizar” lo realizado en la Transformación Educativa. Precisamente, como uno de los puntos concretos a desarrollar habló de generar condiciones para la concreción de “innovación” en las aulas, para lo que la formación docente es fundamental.

Por su parte, Aristimuño se preguntó por qué Uruguay no crece en la ampliación del tiempo pedagógico, que tiene efectos positivos en los desempeños de los estudiantes, según se ha demostrado. Respecto de esa idea, señaló que, si bien tiene un costo importante, puede pensarse en que todos los centros de educación media básica de los dos quintiles de ingresos más bajos puedan ser de tiempo completo.

Al igual que otros de los panelistas, Aristimuño se mostró preocupada por la “baja enorme” de asistencia a los centros educativos registrada en los últimos años, principalmente a raíz de la pandemia. En esa línea, dijo que es un tema del que “hay que hacerse cargo” y para ello es imprescindible trabajar con las familias, de manera que perciban adecuadamente el efecto negativo que tiene faltar a la escuela.

Como en la Fórmula 1

“Esto es una maratón perpetua, no una carrera de 100 metros”, planteó, a su turno, el presidente de Ceibal, Leandro Folgar. Para ilustrar los desafíos que enfrenta la educación, realizó una analogía con los equipos a cargo de los autos en la Fórmula 1. Según planteó, en las últimas décadas la cantidad y diversidad de profesionales a cargo de mejorar el rendimiento de los autos ha aumentado sensiblemente y ahora en los equipos entran hasta analistas de datos.

De una manera similar, reclamó que no se puede seguir dando respuestas “sin entender que la educación cambió” y que, por ejemplo, los niños no aprenden a leer de la misma forma que hace seis décadas. Por ejemplo, dijo que para ello es clave considerar la velocidad de lectura de los niños y aseguró que Uruguay ya cuenta con tecnología para poder dar esa información a los docentes.

Precisamente, en su intervención apuntó a que el próximo gobierno deberá “maximizar” la infraestructura existente, apelar al uso de grandes volúmenes de datos y conformar equipos cada vez más multidisciplinarios, de forma de tomar decisiones de política basadas en evidencia y contar con mediciones en tiempo real. Sobre las consecuencias demográficas, analizó que “Uruguay está desapareciendo” y el país no puede permitir que la formación no sea la mejor posible para cada uno de sus ciudadanos.

Al igual que Mir, el presidente de Ceibal planteó que es “fundamental” incluir a las familias en el diseño de estrategias educativas y sostuvo que el marco competencial de los actuales planes de estudio permite medir “brechas” entre las habilidades que ofrece el sistema educativo y lo que demandan otras áreas como el trabajo o la salud, en áreas como la salud mental.

El rol de los partidos

Consultados sobre el rol que deben jugar los partidos políticos, los integrantes de la coalición gobernante se mostraron escépticos respecto a la posibilidad de lograr acuerdos multipartidarios. En concreto, Lasida dijo descreer de ese tipo de soluciones para abordar temas importantes y, en cambio, aseguró que lo deseable es que la ciudadanía cuente con información de calidad para tomar decisiones electorales, en función de lo que cada partido ofrece. Por su parte, Baroni se expresó en un sentido similar y cuestionó las bases programáticas aprobadas por el FA recientemente; según analizó, en educación el partido de izquierda plantea “volver a 2019” en muchos aspectos y en otros cambiar medidas de la ley de urgente consideración que fueron ratificadas en una consulta popular.

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