fn una ceremonia que tuvo lugar el viernes en la feria Ideas+, se dieron a conocer las obras premiadas en el concurso literario que organiza la Intendencia de Montevideo y que en 2011 fue rebautizado como Premio Onetti.
En 2022, además, el certamen fue rediseñado para posibilitar la premiación de la obras ganadoras, y para esta edición, además de otorgar 100.000 pesos a los primeros premios, se aumentó el monto entregado a los merecedores de menciones, que pasó a 20.000 pesos (antes eran 10.000 y 12.000, según la categoría).
Narrativa
El jurado, integrado por Anne Gauthey, Vera Giaconi y Gustavo Espinosa, dio el primer premio a Las chicas doradas, del escritor Manuel Soriano, autor de una abundante obra en crónica y narrativa. “Es una novela vertiginosa, de prosa potente y profesional. Unas tramas asimilables a lo que suele llamarse ‘género’ (como el policial o las distopías) se entretejen de modo eficiente y funcional, pero también generan densidad dramática y aun poética”, dice el fallo sobre el texto de Soriano.
Nacido en Buenos Aires en 1977, Soriano reside en Montevideo desde 2005. Su primera novela, Rugby (2010), fue reeditada en 2022 por Estuario. Tras editar Fundido a blanco (2013), en 2015 recibió el Premio Clarín de Novela por ¿Qué se sabe de Patricia Lukastic?, la biografía ficcional de una tenista de elite. Además, es autor de libros de cuentos como Variaciones de Koch (premio Narradores de la Banda Oriental 2012) y Nueve formas de caer (2018), así como de crónicas como Canten, putos: historia incompleta de los cantitos de cancha (2020) y Las cosas que veo (2022), un volumen en el que compiló los textos que publicó en distintos medios, incluidos los de la revista Lento, sobre la experiencia de la pandemia en Montevideo. Por otra parte, desde hace un par de años está abocado a la producción de la serie televisiva Ángel, promocionada como una comedia negra y todavía no estrenada.
También recibieron menciones Ascensores, de Paula Curbelo, y la novela Temporada de ballenas, de Tamara Silva Bernaschina, que este año había resultado acreedora del premio en Narrativa y de la mención como Revelación en los premios Bartolomé Hidalgo, de la Cámara del Libro, por su colección de relatos Desastres naturales.
Narrativa infantil y juvenil
El primer premio fue para El corazón de piedra de la tía Perla de Edgardo Fabián Lucas Silva, quien se presentó bajo el seudónimo “Julieta”, por “su habilidad narrativa, al lograr una obra al mismo tiempo profunda y sumamente entretenida, con una prosa pulida y ágil, y una trama que permite un interjuego entre verdades, suposiciones, engaños y artilugios”, según el jurado, integrado por Lía Schenck, Sofía Aguerre y Horacio Cavallo.
Recibieron menciones Fernando González, por La asombrosa y aterradora historia de la gente pata de pollo, y María Noel Toledo, por Renata colifata.
Dramaturgia
Leonardo Pintos, Alejandra Gregorio y Estela Golovchenko eligieron el texto Luz, de Juan Sebastián Peralta: “La obra presenta una estructura muy bien diseñada y plantea rupturas temporales que favorecen a la progresión dramática de la trama”, y “demuestra un estilo personal interesante y un manejo de las herramientas de escritura muy adecuadas”.
Bruno Acevedo (Andreína cruza montañas) y Agustín Urrutia (Fixión) obtuvieron menciones en esta categoría.
Poesía
Ya no seremos tapa de disco, de Juan Andrés Felártigas, fue la obra ganadora en el rubro poesía. “En un lenguaje sencillo, la cotidianidad donde objetos y hábitos dan cuenta de un oficio poético contemplativo y despojado”, dice el fallo de Alejandro Ferreiro, Magdalena Portillo y Melba Guariglia, que llegaron a una decisión unánime.
También entregaron menciones a Adriana Méndez Antúnez, por Palmo de piel, y Claudio Burguez, por La fiebre.