Mundo Ingresá
Mundo

Donald Trump y Elon Musk, en conferencia de prensa, el 30 de mayo, en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington.

Foto: Allison Robbert, AFP

La alianza de Trump y Musk terminó en un enfrentamiento político y personal

5 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

En el conflicto involucraron a la Estación Espacial Internacional, los archivos secretos del gobierno y los negocios del empresario sudafricano.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Podrán escuchar este artículo quienes estén registrados.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Mathías Buela.
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Para Donald Trump, su exaliado Elon Musk “se volvió loco”. Así explica el presidente estadounidense el enfrentamiento público que mantuvo el jueves y viernes con quien fuera su principal aportante de campaña y el responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) de su gobierno, encargado de definir recortes en el gasto estatal.

El martes, cuando hacía menos de una semana que había dejado ese cargo, Musk criticó el proyecto de ley presupuestaria y fiscal que Trump había presentado al Congreso por no recortar lo suficiente. “Lo siento, pero no lo puedo soportar más. Este proyecto de ley de gasto del Congreso, masivo, escandaloso y lleno de gastos innecesarios, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para quienes votaron a favor: saben que cometieron un error. Lo saben”, manifestó en la red social X, de la que es dueño.

El empresario sudafricano agregó que si esta iniciativa se convierte en ley “incrementará masivamente el déficit ya gigante del presupuesto a 2,5 billones de dólares (!!!) y cargará a los ciudadanos de Estados Unidos con una deuda devastadoramente insostenible”.

Trump se refiere a esa iniciativa como “el gran y hermoso proyecto de ley” y la considera clave para su gobierno. Incluye exenciones fiscales a las propinas y horas extra, tal como había prometido durante la campaña, y también para los autos fabricados en Estados Unidos.

Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, manifestó ese día que el presidente estaba al tanto de la opinión de Elon Musk sobre este proyecto de ley y le quitó importancia al asunto. Sin embargo, el jueves Trump se refirió a las críticas de Musk y se manifestó decepcionado y sorprendido. “Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así. Me sorprendió. [...] Estoy muy decepcionado porque Elon sabía los pormenores del proyecto de ley mejor que nadie”, dijo.

“¡Falso!”, respondió el dueño de Tesla y SpaceX. “¡No me mostraron este proyecto de ley ni una sola vez y fue aprobado en plena noche tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo!”, agregó. Incluso llegó a apuntar contra el nombre de la iniciativa: “En toda la historia de la civilización nunca ha habido una legislación a la vez grande y hermosa. ¡Todo el mundo lo sabe! O te toca un proyecto de ley grande y feo o uno delgado y hermoso”, dijo Musk.

No sólo una ley

También respondió a acusaciones de Trump acerca de que su malestar se debía a que se habían eliminado beneficios para los autos eléctricos como los que fabrica su empresa Tesla. El presidente había dicho públicamente: “Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería (¡eso que él sabía desde hacía meses que iba a hacer!), ¡y simplemente se volvió LOCO!”.

Su exaliado negó que ese fuera el problema. “Mantengan los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y energía solar en el proyecto de ley, aunque no se toquen los subsidios al petróleo y el gas (¡qué injusto!), pero eliminen la montaña de basura repugnante del proyecto de ley”, pidió.

La discusión, que comenzó a ponerse personal cuando Trump se manifestó decepcionado, siguió en ese plano cuando Musk acusó al presidente de desagradecido y afirmó que sin su apoyo -que incluyó 250 millones de dólares- no habría ganado las elecciones de 2024.

Las acusaciones del empresario sudafricano tuvieron un punto alto cuando vinculó al presidente con Jeffrey Epstein, el millonario que se suicidó en la cárcel en 2019, acusado de liderar una red de pedofilia y trata de personas que involucraba a figuras poderosas. “Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT [Donald John Trump]!”, escribió en X. “La verdad saldrá a la luz”, auguró.

Trump también atacó desde su propia red, Truth Social. “La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que [el expresidente Joe] Biden no lo hiciera!”, dijo. La empresa SpaceX de Musk tiene contratos con la NASA y con otras dependencias estatales estadounidenses, y en los últimos diez años acumuló más de 17.000 millones de dólares en esos negocios con el Estado.

Su nave Dragon es la que utiliza Estados Unidos para el transporte de personas e insumos hacia la Estación Espacial Internacional, por lo tanto el gobierno de Trump la necesita. A sabiendas de esto, Musk anunció el viernes que la iba a desmantelar. Sin embargo, después de que un usuario de X le sugiriera “calmarse y relajarse un par de días”, y le dijera que ni él ni Trump se merecían esta situación, Musk dio marcha atrás: “Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon”.

Sin embargo, Steve Bannon, quien fue el principal asesor en la primera campaña electoral de Trump, en 2016, y que nunca aceptó a Musk, pidió su deportación. “Deberían iniciar una investigación formal sobre su estatus migratorio porque creo firmemente que es un migrante irregular y que debería ser deportado del país de inmediato”, dijo sobre el empresario, que tiene la nacionalidad sudafricana pero también la estadounidense. “Cuando Musk amenaza con retirar uno de los grandes programas de SpaceX, lo que Trump debería hacer de inmediato es firmar una orden ejecutiva que exija que se aplique la Ley de Producción de Defensa a SpaceX y se confisque SpaceX”, opinó.

Historia en común

La cercanía con Trump se hizo pública cuando Musk compró Twitter y rehabilitó en 2022 la cuenta del entonces expresidente, que esa red había suspendido en el marco del asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021. Durante la campaña por la reelección, le declaró su apoyo, lo acompañó en actos públicos y, una vez que asumió la presidencia, se mostró varias veces en el Despacho Oval junto a él.

Pero hubo puntos de discordia, además de los recortes del DOGE. Uno fue la posición de Trump a favor de promover los combustibles fósiles, contraria a los intereses del dueño de Tesla. A su vez, la guerra arancelaria del presidente no sintonizó con la visión de Musk, que impulsaba una alianza de países con gobiernos de extrema derecha. Con esa perspectiva dio todo su apoyo a Alternativa para Alemania en las elecciones de este año, que finalmente dejaron a la ultraderecha fuera del gobierno alemán.

Otra apuesta de Musk que fracasó fue su intento de promover un candidato conservador a la Corte Suprema de Wisconsin, Brad Schimel. En esa elección, que ganó el Partido Demócrata, quedó debilitada su imagen. Según citó la agencia Efe, el presidente del Partido Demócrata en el estado, Ben Wikler, consideró al millonario “una figura políticamente tóxica, una enorme ancla que arrastrará a los republicanos al fondo del océano”.

El enfrentamiento con Trump, en el corto plazo, también parece haber perjudicado a Musk. Las acciones de su empresa Tesla cayeron 14% el jueves y perdieron unos 150.000 millones de dólares en su valor de mercado. Una muestra de la caída en la imagen del empresario es un sondeo exprés de YouGob en el que 71% de los votantes republicanos se pusieron de parte de Trump en esta pelea.

También hubo reacciones políticas. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, calificó de “sorprendentes y decepcionantes” los ataques de Musk al presidente, y señaló que si bien “Elon contribuyó mucho a las últimas elecciones”, el triunfo “fue un esfuerzo de todo un equipo” y en particular del candidato.

Otro congresista del oficialismo, Tim Burchett, cuestionó un mensaje de Musk que parecía apoyar la destitución del presidente. “La situación se le está yendo de las manos”, dijo. El líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, afirmó que sin importar el enfrentamiento entre Trump y Musk, su partido debe “mantener la presión sobre los republicanos” para que “hagan lo correcto” y voten “en contra del proyecto de ley” que cuestionó el empresario. La iniciativa fue aprobada en la cámara baja y ahora debe tratarla el Senado, en la que el oficialismo también tiene mayoría. “Estamos de acuerdo con Elon Musk cuando señaló que el proyecto de ley es una abominación repugnante”, dijo.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el acontecer internacional?
None
Suscribite
¿Te interesa el acontecer internacional?
Recibí la newsletter Mundo en tu email todos los domingos.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura