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Jorge Berriel, durante una conferencia de prensa (archivo, agosto de 2022).

Foto: .

Nuevos chats de Astesiano complican al subdirector ejecutivo de la Policía Nacional

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En abril, Jorge Berriel compartió con el entonces jefe de la seguridad presidencial datos personales vinculados a una denuncia por violación en una fiesta del Partido Nacional.

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La llamada Fiesta Celeste fue organizada el 1º de abril por militantes jóvenes del Partido Nacional (PN), que querían festejar la victoria del No en el referéndum de la ley de urgente consideración (LUC). La celebración en una chacra de Paso de la Arena, propiedad del senador suplente Sergio Delpino, es recordada por la denuncia de violación que una adolescente de 16 años presentó ante la Fiscalía de Delitos Sexuales.

Dos días después de los hechos, el 3 de abril, el entonces jefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, se comunicó por Whatsapp con el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel, y le pidió detalles de la denuncia, según informó este martes el periodista Gabriel Pereyra y confirmó la diaria. El intercambio de Whatsapp entre ambos está incluido en la causa judicial que lleva adelante la fiscal Gabriela Fossati, en la que Berriel está indagado.

“Sabes algo de una fiesta que se realizó de los blancos juventud y hay una denuncia de abuso de una femenina”, le preguntó Astesiano a Berriel. Según explicó Astesiano, el presidente Luis Lacalle Pou tenía interés en conocer los detalles por si eventualmente debía responder alguna consulta de la prensa.

Berriel le pide algún detalle más y media hora después le envía un primer parte policial con fecha del 2 de abril, con los datos básicos de la denuncia: los nombres de la adolescente y de su madre, la dirección de la chacra San Francisco y el traslado al Centro Coordinado del Cerro, entre otras cosas.

“Te amplío cuando tenga el resto”, le escribe Berriel. “Bien, está leyendo todo”, responde Astesiano. El jefe de la seguridad presidencial le comparte archivos en formato JPG y el jerarca policial le contesta: “Y sí, era visto que saltaba”.

Al día siguiente, Berriel le manda a Astesiano un informe policial de la Jefatura de Montevideo con más detalles de los acontecimientos en la chacra de Paso de la Arena. Además de los testimonios de la víctima, su madre y sus amigas, en el documento aparecen los nombres de otros jóvenes, incluso de los denunciados, que estuvieron en la fiesta y aportaron testimonios y capturas de pantalla de sus teléfonos.

Berriel ya había sido mencionado en otro chat de Astesiano, vinculado al robo de la moto de su hijo y un funcionario policial que lo ayudó con la declaración, a cambio de lograr su traslado a Rivera.

Astesiano se comunicó por esta situación con el exsubdirector de la Policía, Héctor Ferreira: “Una pregunta, sabes que pedimos un favor por un policía que es de Rivera, está acá en comisión en Montevideo, ¿sabés si movieron algo? hablé con Berriel, te paso, ¿me averiguas?”.

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