Uruguay vuelve a ser sede del Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña

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Con una impronta que apunta a la descentralización y con un fuerte apoyo de la Intendencia de Canelones, la semana que viene Uruguay vuelve a ser sede del Encuentro que organiza el Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña (Mocilyc), que llega este año a su 16ª edición. Julio Brum, uno de los encargados de la organización, comenta a la diaria: “Recibir el encuentro del Mocilyc 18 años después del 7º Encuentro en Montevideo nos enfrenta a un contexto muy diferente con relación al desarrollo de la canción para las infancias en Uruguay y América Latina en general. Hoy hay muchas más propuestas que en 2005. En aquel momento fundamos la hoy desaparecida asociación Papagayo Azul, una experiencia que significó un salto cuantitativo y cualitativo en la producción, gestión y difusión de la canción infantil en Uruguay, básicamente con la producción de más de 40 discos editados por el sello Papagayo Azul, la consolidación de la extensión escolar musical en las salas Zitarrosa y Florencio Sánchez, y una inserción más dinámica y diversa de las diferentes dimensiones culturales y educativas que hoy implica la canción para las infancias”.

“La organización del 16º Encuentro, que se realiza gracias a la formidable apuesta a la nutrición cultural de calidad de la Dirección de Cultura del gobierno de Canelones, nos posibilita recibir a más de 200 artistas nacionales y de ocho países de América Latina y el Caribe, que actuarán gratuitamente en 20 municipios del departamento para miles de niños y niñas”, destaca. Por otra parte, afirma que “la expectativa es que genere nuevos colectivos organizados de las y los protagonistas de la música infantil que cumplan la función de nuevos impulsos colectivos organizados que fortalezcan los vínculos con los diferentes países que conforman el Mocilyc”.

Una grilla amplia

La apertura del Encuentro, el lunes 13 en el teatro Politeama de la capital departamental, que contará con la presentación de Susana Bosch, incluirá un audiovisual en homenaje a Nancy Guguich y una versión de “Hay canciones” con la participación de más de 15 artistas y con la producción musical de Marcos Abramovich.

El Encuentro se conforma con espectáculos y espacios de formación para músicos, docentes y toda persona interesada en la temática. La grilla, que se puede consultar en la web del Mocilyc, incluye presentaciones de músicos uruguayos, como Encanto al Alma, Letu Ruibal, Facundo García, Mario Gulla, Marcelo Ribeiro, y recibe la visita de propuestas de todo el continente, entre otras, Serelepe (Brasil), Luis Ángel Castro (Costa Rica), Melocotón Pajarito (Argentina), Aleida Piñón (Guatemala), Banda Porota (Chile), Damburita (Colombia) y un larguísimo etcétera. La selección estuvo a cargo de Paulo Bi, de Brasil, Daniel Sossa, de Colombia, y Susana Bosch, Leticia Ruibal y Alejandra Goldfarb, de Uruguay. “Fue difícil porque había mucha riqueza, porque es difícil siempre elegir y ser justo. Los criterios tuvieron que ver con el mapa de la diversidad, con dar oportunidad de que pueda venir a nuestro país gente que tal vez no tenemos todos y todas la posibilidad de acceder a las experiencias que proponen, y que el público disfrute de esa experiencia que es particular”, señala Goldfarb.

Con respecto a la oferta artística, comenta: “Este encuentro tiene la particularidad de tener una alta representatividad de países de América Latina y el Caribe, y en esa representatividad no solamente nos referimos a los lugares, sino también a la variedad del mapa musical que se ofrece a la niñez. Pensar en la música para la infancia tiene que ver directamente con el atravesamiento cultural en ambos temas, en lo musical y en cómo pensamos las infancias en cada uno de los lugares. Así que vamos a tener la posibilidad de recibir espectáculos muy diversos y complementarios entre sí, desde sus puestas en escena, su diversidad de géneros. Viene gente de México, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Brasil, Argentina. También tenemos la representatividad de Uruguay, con diez bandas locales. Es la oportunidad de poder vivir en vivo la experiencia musical que se ofrece en cada uno de estos lugares, que nunca es lo mismo que escucharla: vivir la experiencia musical y la propuesta escénica de esa experiencia va a ser algo que tal vez recordemos durante mucho tiempo, ojalá, y nos dé ganas de seguir intercambiando”.

Destaca la extensión territorial que tendrá el Encuentro: “Esto va a suceder de una manera muy particular, porque el jueves y el viernes casi que se peina el departamento de Canelones y también se visita la ciudad de Paysandú. Son 44 shows condensados en dos días, que van a llegar a escuelas rurales, a escuelas públicas, a CAIF de los distintos municipios y, como decía, de la ciudad de Paysandú. Y el sábado 18 y el domingo 19 está la oportunidad para el público en general, para las familias, de acercarse el sábado de tarde al Dínamo de Atlántida y el domingo a Las Piedras”.

Pensar la música

Una de las fortalezas del Encuentro son los talleres de formación. “La convocatoria para las jornadas académicas genéricamente está destinada a todos aquellos que se interesan por esta temática englobante, desde el punto de vista de la producción musical o desde el punto de vista de los usos de esos repertorios y todas las dimensiones vinculadas. Hay una tradición dentro de este movimiento que de algún modo respalda la idea de que es valioso no solamente hacer música sino pensar la música. En ese sentido se plantean estas jornadas que promueven que los propios artistas o aquellas personas vinculadas al quehacer musical reflexionen sobre sus prácticas, y poder compartir con otras personas interesadas”, dice Juan Asuaga, quien estuvo a cargo de las jornadas.

“Hay a esta altura una tradición ya establecida de reflexión en torno a la temática de la canción infantil latinoamericana y caribeña. Esto quiere decir una reflexión en torno a la singularidad de la canción infantil respecto de otros ámbitos musicales y de la canción infantil en nuestra región, no sólo como un aspecto identitario sino constitutivo. Esta tradición mantiene una necesidad de integración y de pensar en las cuestiones que nos constituyen como músicos, como artistas y como individuos o agentes que reflexionan en torno a eso”, agrega.

En el litoral

El Encuentro contará con una filial en la ciudad de Paysandú. Hugo Rodríguez, integrante del grupo Aguaclara y responsable de la organización en la ciudad litoraleña, cuenta: “Va a asistir un número importante de niños y niñas, escolares fundamentalmente, que tienen pocas oportunidades de ver espectáculos de este tipo por aquí, ya sea porque los que vienen no tienen esta impronta o porque, a su vez, el costo de las entradas es bastante alto para los ingresos de las familias”. Destaca, por otra parte, el apoyo de la Inspección Departamental de Primaria, que permite el traslado de niños “del interior profundo del departamento para que también puedan ver y disfrutar los espectáculos”, muchos de los cuales “vienen muy poco a la capital, algunos quizá no conocen la ciudad”.

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