Tres botes uruguayos competirán en el Mundial de remo buscando un cupo para los Juegos Olímpicos

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Cada año, la temporada internacional de remo se cierra con el Campeonato Mundial. Entre el domingo 3 y el domingo 10 de setiembre, 20 categorías distintas disputarán la competencia, siendo 14 de ellas las incluidas en el programa olímpico del próximo año.

Las pruebas olímpicas son single, dos sin timonel, doble par, doble par peso ligero, cuatro sin timonel, cuádruple par y ocho con timonel. Cada una de esas competencias tiene presencia tanto en la rama masculina como en la femenina.

Esta vez, el Campeonato Mundial ofrecerá los primeros cupos clasificatorios a París 2024 para las delegaciones de todo el globo. Por esa razón, la fecha está marcada para los uruguayos desde hace tiempo en el calendario. “Los previos a los Juegos Olímpicos son los mundiales más fuertes, porque todo el mundo quiere un lugar”, remarcó Osvaldo Borchi, entrenador de la selección de remo, quien calificó esta cita de “muy, muy difícil”.

La sede es el Ada Ciganlija, circuito situado en el lago Sava, a cuatro kilómetros del centro de la ciudad de Belgrado, Serbia. El lago, de 3.000 metros de longitud, permite tener todos los carriles necesarios para la competencia internacional, e incluso más. En las regatas se rema de a seis botes, y el lago tiene hasta ocho carriles. Fue sede del Europeo en 2014 y de copas del Mundo en 2017, 2018 y 2022, probando que es un escenario capaz de albergar eventos de primer nivel.

Antes

Los uruguayos compitieron en la Copa del Mundo III, última de la serie de tres eventos que conforman la Copa del Mundo, en la que tanto Bruno Cetraro como Felipe Klüver obtuvieron medallas de bronce en la temporada 2022. No repitieron.

Esta temporada, la participación en Lucerna no fue la ideal. Tres de los cuatro botes uruguayos finalizaron en el puesto 19 y el restante, el single de Eric Seawright, terminó 23°. Era la prueba para el Mundial, el evento que reunía a las grandes figuras del remo, dos meses antes de ofrecer cupos olímpicos. No salió bien. De hecho, en ese momento Borchi dijo a la diaria: “Soy realista y no estoy conforme para nada con lo realizado. Tenemos ocho semanas por delante para mejorar los rendimientos actuales”.

Al finalizar la actividad en Suiza, la delegación se instaló en Sevilla, desde donde algunos viajaron al Mundial sub 23, entre ellos Martín Zócalo y Eric Seawright. “Nuestro trabajo, después de Lucerna, ha sido muy bueno y todos los botes han mejorado”, explicó Borchi. “Me imagino que también el resto del mundo ha mejorado, pero bueno, tenemos que pensar en nosotros”, aclaró.

Con la mira siempre puesta en Belgrado, el entrenador pudo seguir de cerca a todos los seleccionados y se conformaron finalmente los tres botes inscriptos para el Mundial: el single de Bruno Cetraro, el doble par abierto de Martín Zócalo y Eric Seawright y el doble par ligero de Felipe Klüver y Mauricio López. “Ha sido muy importante tener a toda la gente entrenando junta, poder darles seguimiento con una lancha todos los días”, valoró el técnico. Todos los botes debutarán el domingo 3, con regatas que se harán entre las 4.30 y las 9.00, hora uruguaya.

Ahora

Volaron juntos este miércoles desde Sevilla y se instalaron en Belgrado, donde a partir de este jueves ya están remando y haciendo la puesta a punto para el inicio del Mundial. “Nosotros tenemos que ir paso a paso y primero tenemos que rendir en la eliminatoria para tratar de estar en la semifinal”, comentó el experimentado conductor de la selección, que insistió: “Nuestro objetivo, nuestro primer gran objetivo es alcanzar la semifinal”. Semifinal, en remo, quiere decir las mejores 12 embarcaciones. Las tres categorías en las que habrá uruguayos entregan menos de 12 cupos a París.

“Están preparados. Sabemos que es muy difícil, pero nada es imposible. Estos chicos tienen una condición física y mental muy buena”, subrayó Borchi, y se permitió citar el refrán: “Vamos a ver de qué cuero salen más correas”.

Single abierto

Ser el mejor singlista de América del Sur es un logro inmenso para un uruguayo. El desafío es proyectar eso a niveles internacionales y en eso está trabajando Bruno Cetraro, quien, ahora en solitario, quiere volver a los Juegos Olímpicos. Luego de ser figura en los Juegos Sudamericanos de Asunción, cuando alcanzó cuatro medallas –todas de oro–, en 2023 el de Montevideo Rowing volvió a vivir a Sevilla, base desde la que se propone emparejarse con los mejores remeros del mundo, estar cerca de ellos para competir en los grandes eventos, que se desarrollan en su mayoría en Europa.

Ahora debe estar entre los mejores nueve del Mundial. Esto quiere decir, como ya se adelantó, que tiene que meterse en la semifinal. Si luego consigue un lugar en la final A –los mejores seis–, estará clasificado a París. Si, por el contrario, desde la semifinal queda relegado a la final B, debe quedar entre los tres mejores de esa regata, también de seis barcos, para confirmar su cupo en el puesto 7, 8 o 9. La misión es difícil, pero Bruno siempre sueña en grande.

“Hubo un gran salto de calidad en todos los botes, y el objetivo ahora es ir a clasificar a los Juegos Olímpicos, los tres barcos”, remarcó Cetraro antes de tomar el vuelo a Serbia. “Estamos yendo porque tenemos la posibilidad de clasificar. Si no, no estaríamos yendo”, dijo con confianza, y en plural.

“En lo personal, estuve trabajando mucho, sanando cosas del pasado que se habían reflejado; tratar de estar alineado cuerpo-mente-alma. En eso estuve trabajando porque desde hace mucho uno se enfoca en lo que es la parte física y se olvida de la mental”, comentó a continuación. “En realidad, la que lleva a dar ese máximo es la cabeza, y en la parte espiritual es donde está el plus, lo que no vemos”, insistió.

Bruno se mostró optimista desde el principio en sus comentarios. “El domingo arranca lo bueno. A disfrutar y a demostrar lo que hemos trabajado”, concluyó.

Doble par abierto

La inscripción del doble par abierto –sin límite de peso– con bandera uruguaya en el Mundial resultó novedosa para quienes venían siguiendo la campaña celeste rumbo a París. Existe una dupla, la de Leandro Rodas y Martín Zócalo, que compite en el dos sin timonel. Lo hicieron juntos en Lucerna, donde terminaron en 19° puesto. Sus esfuerzos, según venían manifestando desde hace al menos un año, estaban puestos en trabajar en conjunto para la clasificación olímpica en ese bote. Sin embargo, la participación de Zócalo y Seawright, arañando el podio en el Mundial sub 23 de Plovdiv, Bulgaria, movió las cosas.

“Después de haber sido cuartos en el Mundial sub 23 con Eric”, allí situó Zócalo el momento de cambio en relación con los planes de la selección. Para ese evento remaron en la categoría doble par peso ligero, el mismo bote en el que ahora se proponen clasificar a los Juegos Olímpicos en abierto, sin límite de peso. “Lo remamos cinco días y el bote tuvo un muy buen resultado y unos tiempos que, la verdad, ilusionaban bastante”, contó Martín. “Ahí dijimos ‘bueno, lo remamos cinco días al bote y se hizo esto, vamos a seguir preparándolo para el Mundial Senior’”.

Su nuevo compañero, Eric Seawright, tiene este ciclo olímpico en la mira desde que compitió por primera vez con Uruguay, en 2019. “Venimos con un mes y medio de entrenamiento ahora, que es cinco veces más de lo que teníamos para nuestra última regata, en la que ya nos fue bastante bien”, recordó Eric. “Ahora tenemos competencia mucho más fuerte, pero estamos mucho más preparados y tenemos altas expectativas”, confesó.

“Nosotros tenemos la ilusión intacta de ir a lograr los sueños. Creemos que se puede y hay que ir a hacerlo, ir a lograrlo”, apuntó Zócalo. “Queremos ser uno de los primeros botes de Uruguay en clasificar a los Juegos Olímpicos no por el clasificatorio regional, sino por el clasificatorio mundial”, remarcó por su parte Seawright. Clasifican 11, así que deben quedar al menos quintos en la final B. ¿Cuál es su primer objetivo? Clasificar a la semifinal, claro.

Doble par peso ligero

Fue el bote estrella de Uruguay en los pasados Juegos Olímpicos, de eso nadie se olvida. La diferencia es que la dupla ya no es Cetraro-Klüver, sino Klüver-López. Con Mauricio, Felipe viene de competir en la última Copa del Mundo, en Lucerna. La actuación de ambos no fue para nada espectacular y por eso deberán mejorar sensiblemente para estar entre los clasificados a los Juegos Olímpicos. Entre aquella final olímpica y hoy, Klüver fue campeón mundial sub 23, confirmando todo su talento. Ahora tiene un nuevo desafío.

“Después de la tercera copa, en la que tuvimos una mala actuación, logramos enfocarnos y agarrar buenas sensaciones; buenos tiempos hemos hecho”, dijo el joven campeón. “Ahora es cuestión de ir, correr la regata y ver qué pasa, ¿no?”.

“Se hizo todo lo posible por tener las mejores condiciones para competir, eso nos deja más tranquilos también”, valoró Machuca López. El sanducero dijo además que sus impresiones son positivas: “Nos sentimos confiados en poder dar lo máximo en este Mundial”. A su vez, recordó: “Somos conscientes de lo difícil que es [clasificar], porque nunca se logró antes, pero los entrenamientos han sido más que positivos”. Además, él considera que “siempre va a haber una necesaria cuota de suerte, pero para eso primero hay que estar a la altura”.

La altura es alta, allá arriba, en el olimpo de los remeros livianos, donde las diferencias son mínimas. Como cuando, en Tokio, Klüver vivió su día soñado y participó en una clasificación a la final olímpica por cuatro décimas de segundo y, días antes, clasificó a la semifinal por ocho centésimas de segundo –0,08–. “El doble ligero es un bote muy justo: así como podés quedar sexto, podés quedar 15° o podés quedar primero. Estando los tiempos, es una regata muy peleada. Hemos hecho tiempos para estar en el pelotón y la idea, el primer paso, el objetivo nuestro, es lograr meternos en semifinales y ahí buscar la plaza para París”, priorizó el mercedario.

Si las cosas no se dan para ninguno de los botes celestes, existe la chance de participar en el selectivo panamericano rumbo a París, en marzo de 2024. En esta competencia sólo compiten el single –ofrecerá cinco cupos– y el doble par ligero –dos cupos–, y solamente puede clasificar un bote por país, el mejor ubicado.