Si bien en este año electoral no hay asignación de recursos presupuestales en el marco de la Ley de Rendición de Cuentas, de todas formas se deben cumplir los mismos plazos formales que en los años anteriores. En ese marco, el viernes la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) concurrió al Palacio Legislativo para entregar un informe de lo realizado el año pasado.
En uno de los cuatro tomos en los que se organiza la información entregada, se presentan datos de los resultados educativos de 2023 a nivel de promoción, repetición y desvinculación. Dichos datos ya fueron presentados en el Monitor Educativo de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria para ese subsistema, pero no se conocían para Secundaria y UTU. Como se trata de información que aún está siendo procesada para la presentación en los monitores educativos de ambos subsistemas, se aclara que se trata de datos preliminares.
Al igual que en el caso de Primaria, dichos datos están marcados por las modificaciones que el año pasado comenzaron a regir en los primeros tres grados de la educación media, tanto en Secundaria como en UTU, que en el plan de Educación Básica Integrada (EBI) son denominados séptimo, octavo y noveno grado. El cambio más trascendente para la educación media básica que introdujo el Reglamento de Evaluación del Estudiante aprobado en el marco de la Transformación Curricular de la ANEP fue la eliminación de la repetición en séptimo grado.
De la única manera que un estudiante deberá recursar dicho grado es si se lo considera desvinculado del centro educativo, definición que es tomada por el director y el adscripto a cargo del estudiante, previo informe de un equipo de protección de las trayectorias educativas de los estudiantes. En el caso de octavo y noveno grado, se mantiene el requisito de tener hasta tres materias pendientes de aprobación para pasar de año, aunque se flexibilizó la cantidad de inasistencias máximas que un estudiante puede tener en el año.
Pese a que se eliminó la repetición, el porcentaje de estudiantes que no aprobó séptimo grado de EBI en 2023 fue de 8,2% en Secundaria y 21,9% en UTU. En el caso de Secundaria dicho porcentaje supuso una reducción de la repetición con relación a 2022, que en el entonces primer año de liceo había sido de 11,8%, también con algunas flexibilizaciones definidas por la ANEP a pocas semanas de terminar las clases. En la educación técnico profesional, en tanto, el valor fue apenas 0,1% superior al de 2022.
Por su parte, en octavo grado la repetición fue 10,1% en los liceos públicos y 19,2% en las escuelas técnicas, valor que en Secundaria se ubicó por debajo del 12,2% de 2022 y en UTU levemente por debajo del 19,4% de ese mismo año. En noveno grado, en Secundaria la repetición bajó de 15,2% en 2022 a 12,4% el año pasado, y en UTU la baja de un año a otro fue de 22,5% a 18,8%.
Otra historia en bachillerato
No obstante, la baja que se observó de la aplicación del Plan Reformulación 2006 -en 2022- a la EBI -en 2023- fue al revés en bachillerato, donde en 2023 no hubo cambio de plan. De esta forma, parece reavivarse el debate entre quienes sostienen que la mejora en la aprobación de los estudiantes se debe a las distintas medidas definidas por las autoridades y aplicadas en los centros educativos, y entre quienes afirman que estas son insuficientes para mejorar los aprendizajes, por lo que están pasando estudiantes sin el nivel académico adecuado.
El informe presentado por la ANEP al Parlamento señala que en cuarto año de liceo la repetición fue de 29,3%, cuando el año anterior había sido de 26,8%. En UTU, que como es habitual presenta cifras más altas que las de Secundaria, 43% de los estudiantes repitieron ese grado, diez puntos porcentuales más que en 2022. Mientras tanto, en quinto año la no aprobación subió de 19,2% a 21,7% en los liceos públicos y de 24,2% a 34,7% en las escuelas técnicas. En sexto año, 20,2% de los estudiantes de Secundaria no obtuvieron la aprobación en 2023, contra el 14,6% del año anterior; en UTU fueron 27% de los estudiantes los que no aprobaron el grado, porcentaje que en 2022 había sido de 21,5%.
El tomo elaborado por la ANEP también incluye un promedio de la no aprobación de los estudiantes, en el que las cifras se ponderan de acuerdo a la matrícula de cada modalidad. En el caso de la educación media básica, dicho promedio fue de 12,9% en 2023, 18,1 puntos porcentuales por debajo de la cifra registrada en 2008, cuando el promedio fue de 31%. Según se analiza, la cifra registró una caída en 2020, “producto del cambio en el reglamento de pasaje de grado durante la pandemia”, pero “en 2021 se verifica un incremento de la no aprobación”. De todas formas, “a partir de este año retoma la tendencia decreciente con valores inferiores a la registrada en 2019”, tendencia que se observa en todas las modalidades analizadas.
No obstante, en el caso de la Formación Profesional Básica (FPB) de UTU, la comparación interanual entre 2021 y 2023 muestra un ascenso de la tasa de no aprobación, con un aumento de más de seis puntos porcentuales de 2022 a 2023. Sobre las diferencias en los números entre Secundaria y UTU, el informe señala que, en la educación técnico profesional, en 2023 el mencionado indicador se ubicó diez puntos porcentuales por encima del registro de Secundaria.
Respecto al caso concreto de la FPB, se sostiene que dicho plan “se caracteriza por mantener niveles de no aprobación más altos que el resto de las modalidades” de ciclo básico. El año pasado, la repetición en ese plan estuvo 19,2 puntos porcentuales por encima de la del total de la educación media básica: 22 puntos por encima de la de Secundaria y 12 puntos más que la del Ciclo Básico Tecnológico de UTU.
Por su parte, el promedio para bachillerato marcó que la no aprobación general en bachillerato fue de 24,1% para los liceos públicos y 37,6% en las escuelas técnicas.
Sobre el caso de la desvinculación de estudiantes de un año a otro, se informa que en 2023 fue 8,5% para la propuesta de educación media básica de Secundaria, cuando, de acuerdo al Monitor Educativo Liceal de 2022, había sido de 4,7% ese año. Por su parte, en las propuestas de ciclo básico de UTU la desvinculación el año pasado fue de 13,2%, cuando en 2022 había sido de 12,4%.