Mundo Ingresá
Mundo

Migrantes latinoamericanos esperan cerca de la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington, luego de ser trasladados desde la frontera sur en Texas en un operativo ordenado por el gobernador Greg Abbott.

Foto: Kevin Dietch, Getty Images, AFP

Gobernadores de Florida y Texas expulsan a inmigrantes a ciudades de Estados Unidos gobernadas por demócratas

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Legisladores y organizaciones sociales condenaron el uso político de personas vulnerables.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Este audio es una característica exclusiva de la suscripción digital.
Escuchá este artículo

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Tu navegador no soporta audios HTML5.

Leído por Abril Mederos.
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Los gobernadores de Texas, Greg Abbott, y de Florida, Ron DeSantis, enviaron esta semana a un centenar y medio de personas recién llegadas al país a ciudades gobernadas por políticos demócratas. A dos meses de las elecciones de noviembre, en las que se postulan a la reelección, lo presentan como una manera de protestar contra la política migratoria del gobierno.

Según cifras del gobierno de Texas, ya son más de 10.000 los inmigrantes que ese estado envió a otros puntos del territorio de Estados Unidos. De ese modo, Washington, Nueva York y Chicago comenzaron a recibir a las personas que Texas rechaza y que en algunos casos son trasladadas sin saber cuál será su destino.

El jueves, dos ómnibus en los que viajaba un centenar de migrantes fueron enviados por Abbott a las afueras de la residencia oficial de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a quien el presidente encargó la tarea de trabajar en política migratoria. La directora de la ONG Humanitarian Action, Marisela Castillo, dijo a la agencia Efe que los pasajeros estaban “desconcertados”, porque “desde Texas les dijeron que los iban a llevar a una estación de autobuses” y “de pronto los dejaron en estas calles y se dieron cuenta de que era mentira, que eran parte de un show político”. Agregó que la mayoría de ellos no conoce a nadie en Washington, lo que aumenta su vulnerabilidad.

Un día antes, medio centenar de migrantes, en su mayoría venezolanos, fueron enviados en avión a una lujosa isla de Massachusetts, Martha’s Vineyard. Un senador estatal demócrata, Julian Cyr, calificó esta acción como “una treta cruel que manipula a las familias que buscan una vida mejor”. Según The Vineyard Gazette, Cyr agregó que “nadie debería capitalizar las circunstancias difíciles en las que se encuentran estas familias y distorsionar esto con el propósito de poder decir: ‘Te engañé’”.

Otro legislador demócrata local, Dylan Fernandes, dijo que muchos de los migrantes no sabían dónde estaban al bajar del avión, informó AFP. “Comentan que les dijeron que les darían vivienda y trabajo”, manifestó Fernandes.

Quien se atribuyó la autoría de esa acción fue el gobernador de Florida, DeSantis, quien al igual que Abbott pertenece al ala más derechista del Partido Republicano. El año pasado, DeSantis prometió que gastaría ocho millones de dólares para trasladar a inmigrantes fuera de Florida. El jueves, dijo que tomó la decisión de enviar a esas personas a la isla porque el gobierno “no mueve un dedo” para detener la inmigración; Abbott, en tanto, afirmó que seguirá enviando migrantes a ciudades santuario hasta que “Biden y Harris hagan su trabajo para asegurar la frontera”.

Varios legisladores demócratas acusaron a los dos gobernadores de hacer un “juego político” con la vida de esas personas, y con ellos coincidieron diversas organizaciones sociales. Yaneth Galvis, integrante de la organización Florida Immigrant Coalition, dijo a Efe que DeSantis utilizó a los inmigrantes “como fichas políticas” en sus aspiraciones electorales y que “debería mejorar las condiciones de los centros de detención en vez de llevar a cabo acciones como esta”.

Por su parte, el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, pidió al Departamento de Justicia que investigue eventuales ilegalidades en esta práctica de sus pares de Florida y Texas, que calificó de “inhumana”. También la senadora Elizabeth Warren, de Massachussets, repudió las acciones de Abott y DeSantis y dijo que “explotar a personas vulnerables como parte de un golpe político es escandaloso y cruel”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el acontecer internacional?
None
Suscribite
¿Te interesa el acontecer internacional?
Recibí la newsletter Mundo en tu email todos los domingos.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura