Opinión Ingresá
Opinión

Ramiro Alonso

Gobernabilidad y transición después del “no va más”

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Análisis del resultado de las PASO.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Mauricio Macri perdió más que una elección: perdió el poder. El contundente triunfo del Frente de Todos en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) rediseñó el escenario político argentino de un modo tan drástico como novedoso. Según el cronograma electoral, Alberto Fernández deberá esperar al 27 de octubre para validar su condición de presidente electo. Dos meses y medio en el calendario. Una eternidad para un país devastado y exhausto que el domingo le cantó a Macri que “no va más”.

El desafío del oficialismo y la oposición será ahora coordinar los términos de esa transición. La mayor responsabilidad, claro está, recae en el presidente, responsable de la botonera de la gestión. Sus primeras expresiones fueron desalentadoras. En el límite de la negación, el presidente llamó a persistir en la batalla electoral. “[Debo] Reconocer que hemos tenido una mala elección y eso nos obliga, a partir de mañana, a redoblar los esfuerzos para que en octubre logremos el apoyo que se necesita para continuar con el cambio”, dijo el presidente, confundiendo firmeza con obstinación. Y mandó al pueblo “a dormir”.

Lejos de insinuar una convocatoria a coordinar políticas de transición con los triunfadores, Macri insistió con la confrontación. Alberto Fernández, en cambio, hizo un llamado a la concordia y la reconciliación. Los mensajes todavía llevan impregnadas las imposturas propias de la campaña, pero con el resultado puesto, adquieren otra significación: mientras que Macri le habló a un electorado que le dio la espalda, Fernández se dirigió al “círculo rojo” con el que se dispone discutir los términos de convivencia en el poder.

En su discurso Macri aludió a lo evidente: su derrota mete ruido en una economía que la agencia especializada Bloomberg calificó de una de las más vulnerables del mundo. A tono con la estrategia de la campaña oficialista, el presidente buscó atribuir la responsabilidad de la inminente volatilidad cambiaria y financiera a la oposición. Habrá que ver cuántos operadores del “mercado” siguen creyendo ese embuste, pero es evidente que ese artificio no impacta en el conurbano bonaerense, donde los vecinos votaron en masa a Áxel Kicillof. El arrollador triunfo del ex ministro de Economía de Cristina Fernández muestra que las urgencias de la economía doméstica pesan más en los votantes que los pronósticos de tempestades financieras cuyo origen, por otro lado, se perciben como consecuencia de las inconsistencias de las políticas macristas.

Macri tiene derecho constitucional a intentar una remontada histórica. Desacostumbrado a los contradichos y aficionado a las metáforas futboleras, es probable que considere que tiene por delante un “partido de vuelta” difícil pero posible. Es un riesgo que puede tomar, aunque las consecuencias no serán personales: la insistencia porfiada en la reelección puede terminar debilitando su rol institucional. El mismo Macri lo dijo en la conferencia de prensa que siguió a la admisión de la derrota. “A los que hacemos servicio público nos juzga la historia”, balbuceó. A pesar del tendal que dejará su gobierno, la derrota le dio una chance de obtener un veredicto piadoso.

Nota publicada originalmente por el portal Tiempo Argentino.

¿Te interesan las opiniones?
None
Suscribite
¿Te interesan las opiniones?
Recibí el newsletter de Opinión en tu email.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura