Un estudio realizado por un equipo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República reveló que pese a que ya transcurrieron más de dos años desde el inicio de la pandemia las porciones de comida servidas en ollas y merenderos populares “permanecen con poca variación”, si se las compara con las de 2020. Asimismo, dio cuenta de que la cantidad de iniciativas solidarias se redujo en todos los departamentos, excepto en Río Negro y Montevideo –este último concentra casi 60% de las iniciativas–.
Del relevamiento hecho durante junio y julio, que fue encabezado por los investigadores Anabel Rieiro, Diego Castro, Daniel Pena, Rocío Veas y Camilo Zino, surgió que, del total de las iniciativas activas al 2022, “23,8% existían antes de la pandemia”, mientras que “76,1% surgieron durante la misma o posteriormente”. En total “se identificaron 542 iniciativas activas que sostienen una olla popular, un merendero o que combinan una olla y un merendero”, y si se lo compara con el mismo período de 2020, en plena emergencia sanitaria, se ve una caída numérica, porque en aquel momento “eran 645”.
Algo más de 40% de estas iniciativas están en el interior del país, “siendo Canelones y Salto los que concentran mayor cantidad”. Esta distribución territorial, de hecho, “es inversa a la registrada en 2020, cuando 57,6% se encontraba en el interior”.
Pero también se dio un cambio cualitativo, ya que en 2022 “62,6% de las iniciativas funcionan como olla y merendero, 19,5% sólo [como] olla y 17,9% sólo [como] merendero”, mientras que en 2020 únicamente “33,7% funcionaba como olla y merendero, 58,6% solamente como olla y 7,6% sólo como merendero”. Es decir, mientras que ahora casi dos tercios funcionan en ambas modalidades, en 2020 las iniciativas solidarias que tenían esa característica eran un tercio.
“Se percibe una leve disminución de iniciativas totales, un aumento considerable de las iniciativas que funcionan como olla y merendero, una disminución de las que son sólo olla, y un aumento de las que son solamente merendero”, resume el estudio, que más adelante señala una “transformación relevante” en este sentido, y es que el crecimiento de las iniciativas que dan meriendas “supone un corrimiento mayor a la atención de las infancias y adolescencias, factor motivacional que ya se percibía en 2020 por muchas de las experiencias”.
A su vez, actualmente en promedio “las ollas funcionan 2,53 días a la semana, cocinando cada vez 202 porciones”, y los merenderos “cada uno funciona en promedio 2,86 días a la semana, alcanzando en cada instancia 141 porciones”, lo que en ambos casos implica un aumento respecto de 2020 [180 en ollas y 124 en merenderos].
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Menos iniciativas sirven casi la misma cantidad de porciones
En conclusión, “analizando el período entre los meses de junio y julio de 2022, el promedio mensual de porciones servidas en ollas ascendió a 1.038.960 y en merenderos a 767.893, totalizando 1.806.853 porciones mensuales de alimento. Por su parte, en los meses de junio y julio de 2020 se servía un promedio mensual de 1.379.532 porciones en ollas y 500.934 porciones en merenderos, totalizando 1.880.466 porciones mensuales de alimento”. El estudio indica que “si bien de 2020 a 2022 bajaron las iniciativas en 16%, la cantidad de porciones no baja en igual proporción: disminuyen sólo en 4%”.
Los investigadores indican “algunas razones que explican esta evolución”, entre las que se ubica “el hecho de que en 2022 existe una mayor cantidad de iniciativas que llevan adelante tanto una olla como un merendero (son contadas una sola vez en el total de iniciativas pero se toman en cuenta tanto las porciones de olla como de merendero) y que el mayor número de iniciativas se encuentra ahora en la capital, donde el promedio de porciones servidas por iniciativa sigue siendo (al igual que en 2020) mayor que en el interior”.
“En cuanto a las fuentes de recursos y provisión de insumos”, dice el informe, los representantes de las iniciativas “mencionan una gran diversidad”. Por ejemplo, al consultar sobre “todas sus fuentes de recursos”, 50% mencionaron al Plan ABC de la Intendencia de Montevideo, 43% a donaciones particulares, 39% a Uruguay Adelante [organización que distribuye los alimentos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides)], 25% a vecinos, 22% a recursos de la propia olla o merendero, 21% a una red o coordinadora, 20% a intendencias (sin contar la de la capital), 19% a comercios locales, 13% a sindicatos, 13% al Instituto Nacional de Alimentación del Mides, entre otros.
Pero al ser consultados sobre “la principal fuente de insumos”, a nivel país “25% indica que es el Plan ABC”, que “tiene tanto peso a nivel nacional dada la proporción mayor” de iniciativas en Montevideo, mientras que 20% identifica a Uruguay Adelante. Los investigadores señalan en este punto que para los referentes de las iniciativas “en muchos casos se confunde o resulta difícil distinguir de dónde provienen los recursos por los múltiples eslabones y formas de distribución”.
Por otra parte, tomando en cuenta que “muchas personas colaboran esporádicamente con las iniciativas y no quedan registradas en este dato”, el relevamiento indica que en 2022 “4.523 personas sostuvieron cada semana las ollas y merenderos”, de las cuales “64,8% son mujeres, 34,9% varones y 0,3% de otras identidades”, mientras que dos años atrás eran 6.100. El estudio destaca que “la preponderancia de las mujeres es mayor en los merenderos”, que en su mayoría se orientan “hacia las infancias, lo cual refleja el rol de cuidados que las mujeres suelen ejercer en sus hogares y que se extiende en este caso de manera comunitaria al barrio”.
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