El ex jefe de la seguridad de Presidencia, Alejandro Astesiano, mantenía contactos permanentes con policías de diferentes rangos, según se desprende de los chats incluidos en la carpeta judicial. Tenía contactos notorios a alto nivel, en particular con dos jerarcas de la Policía Nacional: Héctor Ferreira y Jorge Berriel. Ambos ya fueron indagados por la fiscal Gabriela Fossati y Ferreira renunció a su cargo de subdirector luego de que se publicaron los contenidos de un largo chat con Astesiano. No aparecen, por el momento, chats de Astesiano con el director de la Policía, Diego Fernández.
Los primeros datos sobre la conexiones de Astesiano en el Ministerio del Interior aparecieron ya en la investigación sobre documentos ilegales para la obtención de pasaportes uruguayos. En ese caso, los involucrados utilizaban una computadora con acceso a la base de datos de la Dirección Nacional de Identificación Civil, donde trabajó el excustodio hace unos 20 años.
Dentro de las funciones de Astesiano estaba la posibilidad de “requerir en cualquier momento apoyos y recursos” de la Policía y otros organismos del Estado; sin embargo, se entiende que todos los pedidos deben responder a los cometidos de la función de custodia presidencial.
Otro punto de conexión entre Astesiano y la policía se remonta a comienzos de este año. El 17 de marzo, durante la campaña por el referéndum de la ley de urgente consideración (LUC), el semanario Búsqueda publicó una carta del exdirector nacional de Policía Mario Layera, en la que llamaba a votar por la anulación. El 18 de marzo, según informó radio Sarandí y confirmó la diaria, Astesiano mantuvo una conversación con un funcionario de seguridad de La Tahona que le avisó: “Tengo información sobre Mario Layera; si interesa, cuando puedas, llamame”. Luego de asegurar que lo había hablado con el presidente Luis Lacalle Pou y de pedir discreción, el informante envía un archivo de imagen que no se puede ver en los chats, y agrega: “eso con una investigación básica se sabe”.
Hay otros ejemplos de las conexiones de Astesiano con la polícia. Fabricio Fagúndez, encargado del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP), fue quien lideró una investigación interna de urgencia tras conocerse los pedidos de espionaje a senadores opositores por parte de Vertical Skies. Después de que esa investigación concluyera que no hubo irregularidades en el Ministerio del Interior, se supo que Fagúndez gestionó usuarios del sistema de información y rastreó una IP a pedido de Astesiano.
A medida que avanzaba la investigación, surgieron nuevas conexiones entre el funcionario de Presidencia y la Policía. En particular los chats revelaron varios intercambios con jerarquías policiales en los que Astesiano pedía favores, por fuera de las funciones de su cargo. Eso llevó a que la fiscal Fossati incorporara como indagados a seis jerarquías de la Policía.
Hasta ahora sólo se conoce la identidad de cuatro de los seis policías. Héctor Ferreira, subdirector administrativo, que renunció a su cargo a principios de diciembre; Jorge Berriel, subdirector ejecutivo; Claudio Correa, encargado de la Dirección General de Información e Inteligencia Policial; y Henry de León, encargado de la Dirección General de Fiscalización de Empresas. Todos dependen de Diego Fernández, director de la Policía Nacional, que se ha mantenido en silencio sobre el caso.
Los policías indagados
Héctor Ferreira
El exsubdirector administrativo de la Policía es el que está más comprometido con la revelación de los chats. Ferreira es indagado por varias irregularidades. La primera la reveló el periodista Gabriel Pereyra que divulgó en radio Sarandí y VTV fragmentos de una conversación que tuvieron Ferreira y Astesiano en la noche del 1º de junio. Se trata, según pudo confirmar la diaria, del chat 1.008 de la carpeta investigativa.
“Cómo estás, jodiéndote estoy, violencia doméstica con mi hija que el novio me la está enloqueciendo”, le escribe a Ferreira el exjefe de seguridad del presidente Lacalle.
“Pasame número de teléfono para que Inteligencia le mire todo, redes, Instagram, Facebook”, le respondió Ferreira cuando Astesiano le pidió ayuda. “El loco anda armado, va a salir requerido, la está ostigando (sic) ¿tendré la posibilidad de que alguien pase de a ratos por frente a casa?”, consultó Astesiano, y luego dijo que iría un móvil policial “que puso el ministro [Heber] por orden de Luis”. “Luis habló con Heber, entendiste”, reafirmó Astesiano.
En ese momento, según consta en la conversación, Astesiano se encontraba con su hija en una seccional policial por hacer la denuncia, lo cual indica que no había en ese momento ninguna orden judicial para intervenir el teléfono.
Al otro día, Ferreira le envía a Astesiano la constancia de la denuncia que se presentó en la Jefatura de Policía de Montevideo por un hecho de violencia doméstica, con el número del sistema de gestión en seguridad pública (SGSP) y los nombres de la víctima y del indagado. “Me gritás cualquier cosa… No importa la hora”, le escribió Ferreira a Astesiano, que agradeció tres minutos después.
El entonces subdirector de la Policía le dijo a Astesiano que le pasaba el caso a Inteligencia para que “se lo coman en dos panes”. También le pidió el teléfono de su exyerno y le dijo que “hay que darle una buena paliza”.
En otra conversación, que leyó la fiscal en una de las audiencias y consignó El País, Astesiano le pide a Ferreira un lugar en la Escuela Nacional de Policía para la hija de una compañera de Torre Ejecutiva, que aún no había aprobado todos los exámenes de nivel secundario. “Lo de la muchacha la esperan hasta que presente el papel completo. Sólo presenta eso y listo, no es necesario dar pruebas de nada”, le respondió Ferreira.
En esa misma audiencia se reveló que el excustodio pide el envío de policías en moto a un tablado que se realizaba en un club de fútbol en Millán y Lecocq, cerca de su casa. “Del otro lado tenemos al barrio Conciliación, que siempre vienen a romper las bolas. Si puedo conseguir ahí algunos policías y algunas motos o algo. Sólo para estar nomás. Para hacer acto de presencia y [que] no vengan a joder, ¿viste? No te quiero joder. No te quiero comprometer”, le escribió Astesiano.
En otro de los chats publicados, esta vez por MVD Noticias, y el que según la versión del Ministerio del Interior fue el que provocó la renuncia de Ferreira, el subdirector de Policía se refiere al senador del Frente Amplio (FA) Alejandro Sánchez como “lacra”, “hdp” y “sucio”. Agregó sobre la votación de la ley de urgente consideración que “mientras respiren [los del FA] no van a cambiar”.
Jorge Berriel
En la investigación hay varios chats entre Astesiano y Berriel. Entre ellos una conversación en la que el excustodio le pide información al policía sobre el destino de un viaje personal de Lorena Ponce de León, expareja del presidente, luego de que se habían separado.
En la madrugada del 4 de julio, Astesiano le escribe a Berriel: “Tenemos modo reservado averiguar Lorena Ponce de León. Viaja mañana a las 6 de la mañana. Donde va. Reservado Total [sic]”. Después de varios intercambios, Berriel brindó la información del vuelo de Ponce de León: “Viajó en el vuelo de Latam, en el aeropuerto no tienen aún el destino, ahora me lo van a averiguar, pero están tratando de hacerlo sin pedir por ella para no llamar la atención [...] Por las dudas, acaba de despegar el avión, se fue 5 minutos antes de lo previsto”, escribió.
Astesiano también le pidió información sobre una denuncia de violación durante una fiesta del Partido Nacional: “Sabes algo de una fiesta que se realizó de los blancos juventud y hay una denuncia de abuso de una femenina”, le consultó el exjefe de seguridad presidencial, quien dijo que el presidente quería conocer los detalles.
Berriel le envió el parte policial con los datos básicos de la denuncia: los nombres de la adolescente y de su madre, la dirección de la chacra San Francisco y el traslado al Centro Coordinado del Cerro, entre otras cosas. “Te amplío cuando tenga el resto”, le escribe Berriel. “Bien, está leyendo todo”, responde Astesiano.
En otra conversación, Astesiano involucra a Berriel en una solicitud de traslado de un policía a la Jefatura de Policía de Rivera, que había colaborado con el exjefe de seguridad presidencial en una denuncia contra su hijo por la compra de una moto robada. “Una pregunta, sabes que pedimos un favor por un policía que es de Rivera, está acá en comisión en Montevideo, ¿sabés si movieron algo? Hablé con Berriel, te paso, ¿me averiguas?”, escribió Astesiano al entonces subdirector de la Policía, Héctor Ferreira.
Claudio Correa
El encargado de la Dirección General de Información e Inteligencia Policial está involucrado en el caso en tanto fue quien arrestó a Astesiano. El 25 de setiembre lo fue a buscar a la residencia de Suárez y Reyes y tras hablar con el presidente, se llevó detenido al excustodio.
Correa en un principio iba a ser convocado como testigo en la causa, pero fue citado por Fossati para declarar en calidad de indagado. Astesiano le dijo al presidente que Correa lo estaba esperando en la residencia de Suárez y, cuando llegaron, el director de Inteligencia le informó sobre el pedido de detención contra Astesiano. Uno de los cuestionamientos que se realizó sobre el operativo es por qué el exjefe de seguridad presidencial no fue detenido al llegar al Aeropuerto de Carrasco.
Uno de los puntos que investiga la fiscal es cómo fueron borrados buena parte de los archivos esenciales para la investigación, incautados en el celular de Astesiano, algo que demoró el avance de la investigación penal porque los archivos debieron ser recuperados por la Policía Científica. En un principio, la Fiscalía atribuyó a Astesiano el haberlos borrado, algo que fue considerado para la imposición de la prisión preventiva, pero ahora, según informó Búsqueda, se maneja la posibilidad de que los archivos hayan sido borrados cuando se eliminaron, a pedido de Presidencia, las comunicaciones con el presidente Lacalle.
Henry de León
El encargado de la Dirección General de Fiscalización de Empresas está siendo investigado porque se encontró que Astesiano solicitó una reunión con él para pedirle el indulto de una multa de 150 mil pesos asociada a un incumplimiento de una empresa de seguridad privada con la que tenía vinculación, una empresa que era suya, pero estaba a nombre de un testaferro.
El titular de la Dirección General de Fiscalización de Empresas declaró ante la fiscal Fossati que la multa no fue perdonada y entregó el expediente relacionado con esa sanción económica.