Feminismos Ingresá
Feminismos

Mujeres afganas vestidas con burka venden ropa usada en una calle de Maymana, la capital de la provincia de Faryab, al noroeste de Afganistán, el 13 de enero. Foto: Atif Aryan, AFP.

Ni vistas ni formadas ni atendidas en salud: las nuevas restricciones del gobierno talibán contra las mujeres en Afganistán

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

En el último mes, las autoridades vetaron las ventanas que den a casas en las que residan mujeres y prohibieron que estudien medicina, lo que pone en riesgo su acceso a la atención básica, en tanto la ley islámica impide que sean atendidas por médicos varones.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

En agosto de este año se cumplirán cuatro años del día en que los talibanes llegaron al poder en Afganistán e impusieron, desde entonces, más de 100 medidas para restringir las libertades, los derechos y las vidas de las niñas y las mujeres. En el último mes se dieron a conocer dos nuevos decretos en este sentido.

A principios de diciembre, el gobierno afgano decretó la prohibición para que las mujeres puedan estudiar cualquier profesión vinculada a la medicina y la salud –desde la carrera de medicina hasta otras como odontología, obstetricia o enfermería–. Esto abarca cualquier institución educativa en estas áreas, tanto pública como privada.

La medida no sólo afecta el derecho de las afganas al estudio y al trabajo en una de las pocas áreas en las que todavía tenían permitido formarse (los talibanes prohibieron en setiembre de 2021 que las niñas y adolescentes estudien en secundaria, y en diciembre de 2022 que las mujeres asistan a la universidad). Además, pone el riesgo de que niñas y mujeres puedan acceder a la atención en salud, ya que la ley islámica impide que sean atendidas por médicos varones.

“Este nuevo decreto, que detiene la formación de nuevas trabajadoras de la salud, provocará dolor, miseria, enfermedad y muerte de forma innecesaria para las mujeres, que se verán obligadas a quedarse sin atención médica, ya que no habrá trabajadoras de la salud para tratarlas”, denunció la organización Human Rights Watch.

Por su parte, la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, dijo que la decisión “limitará aún más el precario acceso” de mujeres y niñas a la salud, y recordó que Afganistán “tiene ya una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo”, por lo que “la presencia de las mujeres en el sector sanitario es crucial”.

Ventanas cerradas

Al mismo tiempo que cerró puertas simbólicas en muchas áreas de la vida de las mujeres, el gobierno talibán dispuso ahora, literalmente, cerrarles las ventanas. Así lo definieron las autoridades en otro decreto firmado a fines de 2024, que prohíbe que los edificios que se construyan de ahora en más tengan ventanas que den a casas vecinas en las que residan mujeres. El objetivo de la medida es “salvaguardar los principios islámicos y los derechos de la ley islámica de los vecinos” y “prevenir actos obscenos”, según explicó el portavoz adjunto de los talibanes, Hamdullah Fitrat, el 30 de diciembre.

Respecto de las ventanas de las viviendas ya existentes, el nuevo reglamento establece que deberán ser tapiadas o cubiertas.

Las afganas ya fueron prácticamente borradas de la vida pública y ahora tampoco podrán ser vistas en sus propias casas: la medida llega meses después de que en agosto de 2024 los talibanes emitieran un decreto que prohibió que las mujeres puedan ser oídas en público y aparezcan con el rostro descubierto en espacios comunes fuera de su hogar.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa el feminismo?
Suscribite y recibí la newsletter de Feminismos en tu email.
Suscribite
¿Te interesa el feminismo?
Recibí la newsletter de Feminismos en tu email todos los miércoles.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura