Como el periodista peruano Chiqui Vilca, que debía oficiar de traductor, estaba retrasado, Peter David (Nueva York, 1956) se puso a cantar para entretener a su audiencia. Aulló versiones de “A mi manera” y “The Lion Sleeps Tonight”, que, si bien no lo posicionaron como un artista total, dieron cuenta de su buen humor. También Ariel Olivetti (Buenos Aires, 1967) estaba bien dispuesto, y la charla pronto derivó hacia el trabajo en común que ambos historietistas emprendieron en 1994, la novela gráfica The Last Avengers Story. Fue el desembarco del argentino en la compañía Marvel, en tanto que el norteamericano era ya un veterano de la industria que había guionado títulos como Spiderman, Hulk y Supergirl. Esa única obra en colaboración dio pie a una interesante mirada a la “cocina” del cómic de superhéroes.

Para empezar, David contó cómo The Last Avengers Story fue editada sólo gracias a la presión de los fans luego de que la compañía rechazara la historia y él, en protesta, publicara el guión íntegro en una revista especializada.

Pero más interesante aun fue el diálogo que David y Olivetti mantuvieron sobre el “estilo Marvel” de guionar. Como recordó el norteamericano, la modalidad, consistente en brindar algunas indicaciones generales al dibujante para luego “rellenar los globitos” al recibir las páginas ilustradas, se originó en los años 60, cuando Stan Lee escribía todos los títulos de la compañía y no tenía tiempo para producir esquemas más completos.

Olivetti se refirió a David como el guionista que más libertad le había dado, pero éste le avisó que ya no trabajaba usando el “estilo Marvel”. Para Olivetti, esa pérdida de libertad para el dibujante ocurrida en la última década es culpa del ingreso al mundo del cómic de artistas formados en las bellas artes, pero no en el dominio de la narración. David estuvo parcialmente de acuerdo, pero también acusó de haber bajado la calidad a su propio gremio, por la pereza a la hora de escribir en circunstancias en que pueden trabajar con menos apremios que el veterano Stan Lee.

Para David, sólo es posible usar el “estilo Marvel” con artistas como Olivetti o el clásico George Pérez, que conocen la manera de relatar en cómic. Olivetti -que emplea varias técnicas de pintura- volvió a emprenderla contra los colegas que quieren lucirse como ilustradores y se olvidan de la lectura. Dejó una de las frases menos elegantes pero más elocuentes sobre la extensión (y la función) de las 22 páginas que tiene una historieta de superhéroes en Estados Unidos: “Un cómic tiene que durar lo que dura una cagada, nunca menos”.

Locales en alza

Desde hace años, el fin de semana de Montevideo Comics concentra varios lanzamientos anuales de historieta. Éste no fue la excepción: aparecieron una nueva entrega de Cisplatino (el superhéroe blandengue), el primer crossover del cómic uruguayo (los Freedom Knights se meten en Ciudad Fructuoxia), la ambiciosa novela gráfica Acto de guerra, de Santullo y Bergara (sobre episodios de la dictadura) y la revista Sidekick, en la que Ignacio Calero reunió a una buena cantidad de dibujantes y guionistas.

Sidekick llamó la atención por la discordancia entre su precio y su calidad de impresión (los responsables estiman que el costo duplica los $ 50 con la que la comercializaron), signo de que se trata de una inversión a largo pazo, y por el gran nivel gráfico de la mayoría de sus trabajos. Olivetti se mostró muy impresionado por la revista, y aprovechó para contrastar la mala situación en que se encuentra hoy la historieta argentina, dirigiendo sus críticas a la chatura del suplemente Fierro.

También Peter David se fue entusiasmado con Montevideo, en donde, además de dar la charla del sábado, brindó talleres en la ORT y Anime Campus, y en su blog de http://www.peterdavid.net recomienda a los encargados de Marvel y DC Comics una excursión a estas costas para cazar nuevos talentos.