En el cruce de Guayabos y Tacuarembó hay un local que es referencia para los cinéfilos: Video del Cordón 44. En la entrada del videoclub están los estrenos, las películas infantiles y los clásicos estadounidenses. Unos pasos hacia la izquierda -después de las producciones uruguayas- hay una sección de películas de directores como Kim Ki-duk, Aleksandr Sokúrov, Michael Haneke, Alain Resnais, Werner Herzog, entre otros. Hace un tiempo, Enrique Fernández -coguionista y director de El baño del papa- utilizó el altillo del local para dar clases de cine. En definitiva, Video del Cordón 44 ha cumplido distintos roles.

María Barneche, dueña del emprendimiento, nunca había imaginado lo que le esperaba en Montevideo tras su regreso de Suecia, país en el que se exilió en 1979, después de haber estado presa. Cuando llegó se sumó a un proyecto impulsado desde CX 44 Radio Panamericana, que consistía en abrir una serie de videoclubes con un material exclusivo y con un perfil sociopolítico definido. A Barneche esta propuesta la atrajo muchísimo y decidió instalarse en la casa central. Recuerda que en esa época existía una productora uruguaya llamada Clave, que editaba materiales latinoamericanos, y que Miguel Cristo Olivera “era el responsable de adquirir y producir ese material, exclusivo del video 44”. Pero después de un tiempo, algunos comenzaron a dispersarse -entre ellos Héctor Guido-, y Barneche quedó sola al frente del video.

Cuenta que eran muy estrictos con las películas con las que trabajaban y que realizaban una selección muy seria de videoarte y cine político social. Cuando comenzaron a alcanzar a un público más amplio, entendieron que el “entretenimiento por el entretenimiento” también era válido: “Si no, uno se convierte en alguien muy elitista, y esto no se trataba de eso”, sostiene Barneche.

Recuerda que aquéllas fueron “épocas muy duras”, sobre todo porque comenzaba la caída de los alquileres y ventas en VHS. Además, ellos no tenían un perfil de video comercial y nunca trabajaron con copias, incluso cuando “era algo usual” para ese formato, señaló. Después de que comenzó la era del DVD, cada vez les llegaba menos material independiente o alterœnativo. De todas formas, Barneche logró traer películas desde distintos lugares del mundo y mantuvo un importante acervo.

Desde hace un tiempo el video enfrenta serias dificultades, no sólo por la piratería, sino también por las nuevas tecnologías y plataformas web, que se han convertido en una importante industria. Después de intentar varias alternativas, el Video del Cordón 44 cerrará sus puertas el 30 de setiembre: hasta el sábado 19 continuará alquilando y después permanecerá abierto hasta fin de mes para vender sus películas. Adentro, muchos clientes se lamentan, y otros miran apenados los DVD en venta, al igual que esta estirpe de insatisfechos y visionarios, que hace unos años surgieron como una mano que despuntaba en la penumbra.