Elvira Lilián Rodríguez tenía 42 años. El 1º de agosto ingresó a la puerta de emergencias de un centro de salud de Tacuarembó con graves quemaduras. Fue diagnosticada con quemaduras de 2º y 3º grado en cara, tórax anterior y ambos miembros superiores.
Según informó John Saravia, jefe de Policía de Tacuarembó, a la diaria, las autoridades tomaron conocimiento en la puerta de emergencia de que ingresó una pareja. “El hombre trasladó a la señora con heridas importantes”, indicó Saravia; “la declaración que le dio al médico de guardia fue que ella misma se roció con alcohol y con un encendedor se prendió fuego”. “El hombre habría ingresado al dormitorio y la intentó apagar”, según declaró.
Tras ingresar al centro de salud en Tacuarembó, dada la gravedad de las heridas, fue trasladada a Montevideo, al Centro Nacional de Quemados. La mujer fue trasladada de vuelta a un centro de salud de Tacuarembó, donde permaneció internada hasta el viernes, cuando falleció.
El hombre fue detenido en el hospital. El día del hecho, en otra habitación de la casa, estaban sus hijos, un adolescente de 15 años y un bebé de un año. Tras la declaración del adolescente, el hombre fue detenido e imputado por violencia doméstica agravada y atentado violento al pudor agravado. Saravia señaló que “el adolescente proporcionó algo de información a la investigación y el resultado fue que el hombre fue imputado por varios hechos de violencia y atentado violento al pudor”. Ahora que la mujer falleció, podría cambiar la carátula. La Fiscalía investiga el caso.
El Ministerio del Interior informó el 4 de agosto que el hombre fue imputado por reiterados delitos de violencia doméstica. El Juzgado Letrado de Primera Instancia de Primer Turno dispuso la formalización de la investigación para el hombre de 42 años, por la presunta comisión de “reiterados delitos de violencia doméstica especialmente agravada en reiteración real con un delito de atentado violento al pudor”. Se dispuso la prisión preventiva por 90 días, mientras dura la investigación. Fue privado de libertad en la Unidad 26 Tacuarembó.
Según indica la información oficial, “dicha formalización surgió a raíz de un hecho sucedido el día 1º de los corrientes en una casa ubicada en jurisdicción de comisaría Segunda, ya que una mujer de 42 años de edad resultó con quemaduras, siendo internada en un centro asistencial”.
En lo que va de 2021 hubo 16 femicidios, la misma cantidad de casos que en todo 2020
El primer femicidio de 2021 fue el de Carolina Escudero. Su expareja se suicidó luego de matarla y presentar una denuncia por su “desaparición”. Tenían un hijo de tres años.
El segundo femicidio fue en Cerro Largo. Un hombre asesinó a su pareja y luego se mató. Tenían un hijo de cinco años, que estaba en el lugar del hecho.
El tercer femicidio fue el de una mujer asesinada en la vía pública en la Unión por su pareja, que luego se suicidó. Tenían un hijo de cinco años.
El cuarto femicidio fue el de una mujer de 43 años que trabajaba como guardia de seguridad y fue asesinada por su expareja, de 45 años, en la vía pública en Sauce, Canelones. El hombre también se suicidó después de matarla.
El quinto femicidio ocurrió en Casavalle. Una mujer de 31 años fue asesinada por su pareja, de 40 años, en la casa que compartían. El hombre intentó matarse, pero no pudo y se entregó a la Policía horas después.
El sexto femicidio fue en Tacuarembó, donde un hombre de 89 años apuñaló en su casa a una mujer de 29 años y luego se suicidó.
El séptimo femicidio también ocurrió en Tacuarembó: una mujer de 60 años fue asesinada por su pareja, de 66 años, que luego se quitó la vida.
El octavo femicidio fue en Malvín Norte, en Montevideo. Una mujer de 37 años fue apuñalada por su pareja, de 34 años, que fue quien alertó a la Policía y se entregó luego del ataque.
El noveno femicidio ocurrió en Cerro Largo. Una mujer fue prendida fuego y falleció tras semanas de agonía. Antes de perder la conciencia acusó a su pareja, un estanciero, que fue liberado por falta de pruebas.
El décimo femicidio fue en Young, Río Negro, donde una mujer fue asesinada por su expareja, que intentó suicidarse después.
El undécimo femicidio fue el de Soraya Castro, de 51 años, en Ciudad de la Costa, Canelones. La mujer recibió un impacto de bala en la cabeza el 30 de junio. Su pareja, de 62 años, fue imputado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio, después de plantear distintas versiones sobre lo que había sucedido.
El duodécimo femicidio fue el de Eliana Fernández, de 18 años, asesinada por su expareja el 30 de junio en Tacuarembó, en presencia de la hija de ambos, de seis meses. El femicida, de 22 años, tenía una orden de restricción de acercamiento, después de que ella lo denunció ante la Justicia por violencia doméstica en mayo. No tenía tobillera electrónica. Tras atacarla, intentó suicidarse. Fue detenido e imputado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio.
El decimotercer femicidio fue en Artigas. Yamila Soledad Macuso, de 38 años, fue asesinada por su pareja. Días antes la mujer había solicitado que le retiraran la custodia que tenía para protegerla de su agresor. El femicida, Astrugildo Saldaña, de 49 años, permaneció semanas prófugo. Cuando lo encontró la Policía, se mató.
El decimocuarto femicidio fue en Paysandú. Una adolescente de 16 años fue asesinada por su exnovio, de 21 años, que se suicidó después de matarla. Se habían separado ese día.
El decimoquinto femicidio fue protagonizado por un adolescente de 17 años que mató a puñaladas a su novia de 18 años en Paysandú. Fue privado de libertad en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente y la Fiscalía pidió la pena máxima para adolescentes: diez años.
Por otro lado, en este período se registraron al menos seis tentativas de femicidio: en Treinta y Tres, en Río Negro, en Cerro Largo, en Artigas y dos en Canelones –en Barros Blancos y en Santa Lucía–.