Rosmari Fernández, de 23 años, fue apuñalada anoche por su pareja, Junior Techera, también de 23 años. Después de matarla, se ahorcó. Fue en la casa que compartían en Isidoro Noblía, una localidad cercana a la frontera con Brasil ubicada a 50 kilómetros de Melo, la capital departamental.

Los hechos ocurrieron en horas de la noche, y en la mañana de este viernes un familiar se acercó a la vivienda. Cuando la Policía se dirigió al lugar, encontraron al hijo en común de la pareja, que tiene cinco años, en el lugar. Se derivó su situación a un juzgado de familia.

El femicida era militar y había sido dado de baja. Había intentado matarse en una unidad militar de Melo.

No había denuncias previas por violencia de género. Según dijo el hermano de la mujer a Subrayado, “ella sufría violencia pero no logró radicar la denuncia”. Explicó que hace dos años recibió asistencia de los servicios de atención a mujeres en situación de violencia basada en género del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social.

Es el segundo femicidio en lo que va del año. El primer caso fue el de Carolina Escudero, en febrero. El principal sospechoso, su expareja, se suicidó.