Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Daniel Salinas renunció ayer al Ministerio de Salud Pública (MSP) y fue sustituido por Karina Rando, que había sido directora general de Coordinación de esa secretaría de Estado.

Ambos son egresados de la Facultad de Medicina, con antecedentes en cargos de responsabilidad sanitaria. Salinas tuvo que encarar la pandemia de covid-19 a los pocos días de asumir, transmitió una imagen sólida y solvente, con buena capacidad de comunicación, y era el integrante del Consejo de Ministros con mejor evaluación en las encuestas.

Rando no es una persona conocida fuera de su ámbito de actuación (como sucedía hasta marzo de 2020 con Salinas), y sólo cabe desear que demuestre ser tanto o más capaz que su antecesor, pero el primer factor determinante para elegirla fue que, al igual que el anterior ministro, integra Cabildo Abierto (CA).

Cuando el presidente Luis Lacalle Pou decidió quiénes estarían al frente de cada ministerio, a los cabildantes les tocaron el de Salud Pública y el de Vivienda y Ordenamiento Territorial, que abarcaba también Ambiente cuando asumió Irene Moreira. Ahora que Salinas resolvió irse, CA definió quién ocuparía ese lugar.

Cuando se forma un equipo de gobierno, siempre se distribuyen cargos entre los sectores o partidos oficialistas. Esto no significa necesariamente que se nombre a cualquiera para cualquier cargo, pero hay complejos equilibrios entre los méritos de las personas y lo que representan políticamente.

Hace poco, tras la renuncia de Adrián Peña al Ministerio de Ambiente, el sector Ciudadanos del Partido Colorado resolvió que lo sustituyera otro de sus integrantes, el actual ministro Robert Bouvier. Ni él ni Peña tenían, antes de ser los dos primeros titulares de esa secretaría de Estado, actuación o interés manifiesto en cuestiones vinculadas con el ambiente.

En otros casos, el partido o el sector no conservan el cargo. Lacalle Pou nombró ministro del Interior a Jorge Larrañaga, pero cuando falleció no fue sustituido en esa posición, de altísima importancia, por otra persona de Alianza Nacional, sino por el herrerista Luis Alberto Heber.

En el caso del MSP sucede, por lo menos, que el conductor de CA, Guido Manini Ríos, fue durante su trayectoria en el Ejército director del Hospital Central de las Fuerzas Armadas (más conocido como Hospital Militar) y director de Sanidad Militar. En principio, Lacalle Pou le ofreció a él la titularidad de Salud Pública, pero Manini fue más astuto que Ernesto Talvi y no quiso ocupar un cargo en el que el presidente de la República fuera su jefe.

Este antecedente de Manini explica que entre los militares cabildantes haya unos cuantos que se desempeñaron en el mundo de la medicina militar, y que de allí provenga el núcleo duro de las personas que CA designó en cargos de responsabilidad del MSP, incluyendo a civiles como Salinas y Rando, que accedieron a grados equiparados para trabajar en el Hospital Militar.

De todos modos, no era fácil argumentar a comienzos de 2020 que Manini y Salinas fueran las dos personas más capacitadas para dirigir el MSP en todo el país, y cuesta creer que Rando sería considerada la tercera si no fuera cabildante.

Hasta mañana.