El presidente de la República, Tabaré Vázquez, fue dado de alta este sábado y “se encuentra en muy buen estado de salud”, informó su médico Mario Zelarayán, a través de un comunicado publicado en la página web Presidencia.

Según la fuente oficial, el primer mandatario está “recuperado del procedimiento efectuado” este viernes. “Se le otorga el alta sanatorial pasando a controles ambulatorios y residencia en su domicilio particular. Se coordinarán los estudios complementarios y de estadificación correspondientes en las próximas horas”, dice el comunicado firmado por Zelarayán y el doctor Mauricio Cuello

Tabaré Vázquez aseguró sentirse “estupendamente bien” tras abandonar el centro de salud en el que se encontraba desde el jueves y en el que se le practicó la biopsia, que confirmó que tiene un tumor maligno en el pulmón.

“Me siento bien tanto física como anímicamente, nunca he sentido nada. Esto marca la necesidad de hacerse estudios periódicos”, resaltó el mandatario a los medios de prensa que estaban en el lugar y entre los que se encontraba Efe.

De acuerdo con eso, Vázquez señaló que ese tipo de enfermedades tomadas a tiempo “se pueden curar sin ningún problema”, pero para eso “hay que concurrir al médico”.

El mandatario señaló, además, que de ahora en adelante comenzará a hacerse “exámenes complementarios” para ver qué tipo de tratamiento deberá llevar a cabo.

Por otro lado, el presidente agradeció a “todo el pueblo uruguayo” y al “sistema político en general” por el apoyo.

El mandatario resaltó el trabajo de los medios de comunicación, que actuaron con “mucha seriedad, mucha responsabilidad y mucho profesionalismo”.

“Una correcta información dándole a la población la oportunidad de tener herramientas para luchar contra las enfermedades es de capital importancia”, agregó.

Finalmente, el mandatario subrayó que el próximo lunes, día en que habrá Consejo de Ministros, va a intentar estar en esa actividad.

Vázquez había anunciado el martes que le fue detectado un nódulo pulmonar con “características muy firmes” de que podía tratarse de “un proceso maligno”.