-Arranquemos con la pregunta más chota del universo. ¿Por qué la banda se llama Sibyla Vaine?

-Me la han hecho 80 millones de veces...

-Pero es raro, vos sos un señor grande y es un nombre tan femenino...

-Es que yo estaba en España y me estaba quedando en lo de mi tía. No tenía laburo ni nada, estaba completamente al pedo y mi tía tenía una biblioteca grande. Un día encuentro en ella El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Ya lo había leído, pero lo agarré de nuevo y estaba yendo a un cíber para anotarme en un concurso musical con mis canciones y cuando veo las bases veo "nombre de banda: obligatorio". Puta que te parió... ¿Nombre de banda? Justo en el libro hay un personaje que se llama Sibyla Vaine, que es una actriz que se enamora de Dorian Gray, y no sé por qué le encajé ese nombre. Quedé ahí con eso. Al poco tiempo de volver, cuando hicimos un show con Marcelo [Fernández], estábamos con el asunto del nombre y le dije: “¿Te parece Sybila Vaine?”, y seguí con ese nombre. Igual a la gente le cuesta, te va a ver y está como esperando, tipo: “¿Dónde está la minita?”.

-De cualquier forma es un nombre de banda, y tu proyecto es algo intermedio entre una banda y un proyecto solista.

-Es que el nombre ya estaba y tenía el proyecto desde hace años. El primero que me quemó la cabeza fue Nico Souto [baterista de Buitres], que en esos viajes que hacemos con los Buitres un día me pidió que le mostrara mis canciones. Un día lo hice y me dijo: "Dejate de joder, esto tenemos que grabarlo", y hace dos años, en una Semana de Turismo, aprovechando que todo el mundo se había ido para afuera, nos metimos en un estudio y grabamos todas las bases en una semana. A partir de entonces empecé a llamar gente. Un día llamé a Garo [Arakelián], que grabó unas cosas; otro día vino Gabriel [Barbieri] y así fui armando la cosa, con todo el tiempo del mundo y sin estresarme para nada. En el medio de eso Marcelo escuchó las canciones y me propuso hacer algo, así que nos pusimos a ensayar con Nico. Nos faltaba un bajista y Marcelo trajo a Ale [Itte]. Fue como cuando aparece tu mujer embarazada: "Mi amor, tengo una sorpresa"... Entonces empezamos a ensayar, y cuando empezamos a tomar un poco de forma seguimos. No hay estrés: nos juntamos, tomamos unas cervezas, ensayamos 40 minutos de las dos horas y el resto comemos muzzarella, contamos chistes y ta.

-Pero esa desestructuración no se nota en el disco ni en los shows.

-Una vez que tuvimos la cosa armada dijimos: "Vamos a hacer algo con el disco". Ya con el disco en la calle, hubo cierta responsabilidad. Es descontracturado en el sentido de que nos divierte mucho hacer lo que hacemos. Pero si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo bien. Fue volver al bolichito, volver a tener esa cosa de cargar los equipos. Suena idiota pero está buenísimo: volver en el camión a las cinco de la mañana, tomar unas cervecitas charlando. Me encanta eso también después de tantos años de tocar con Buitres, donde hay alguien que te pasa a buscar con la camioneta, que te cuelga el bajo, que te dice: "Vamos a comer ahora". Está bueno, pero esto es más el hacerlo uno mismo.

-Además volviste a la guitarra y a la composición, cosas que en Buitres no hacés...

-Está clarísimo; no me interesa componer en Buitres y no lo digo en forma despectiva: es algo que está concentrado en ellos y lo hacen bien, con un estilo muy distinto a lo que hago.

-Pero vos en Cadáveres Ilustres eras compositor, y más allá de que te guste cargar equipos, seguramente extrañabas la parte creativa.

-Claro, ya estoy haciendo cosas para un disco nuevo. Pasé muchos años planeando hacer lo mío. Cuando volví de España, en 2004, hice un show con Sibyla Vaine y después dejé la guitarra colgada, me puse el bajo y me dediqué a tocar con Buitres, pero extrañaba hacer cosas mías. No obstante, me costó pasar al frente a cantar: yo no soy cantante, para nada, pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio.

-Sibyla Vaine tiene guitarras fuertes, pero me parece que estructuralmente es más pop que la mayoría de las cosas que hiciste. ¿Es así?

-A mí el pop bien entendido me encanta. Me gusta cuando alguien como Britney Spears mete una canción en la radio y logra que yo la escuche. Porque significa que dio en el clavo para vendérsela a la gente. El buen pop es lo que escuché toda mi vida: The Cure, Echo & The Bunnymen..., hay un montón de bandas que basan su música en tres acordes y melodías alucinantes. Un poco la idea de Sibyla Vaine era ésa; puede ser que en vivo tenga un sonido más crudo porque el vivo es más guitarrero, pero yo quería que el disco sonara pop, que fuera algo fácil que la gente escuchara y dijera "me gusta" o "no me gusta", pero que fuera sencillo, nada complicado. Siempre me tiró más el pop que el rock.

-Pero Cadáveres Ilustres era básicamente rock.

-Sí, pero yo ahí compartía la composición con los demás integrantes. Acá tuve más libertad porque el disco lo hice solo y la gente que tocó en él entendió bien lo que quería.

-Tenías al lado tuyo a tu hermano, que te tiene que entender...

-Es como dice Riki Musso: "Ustedes son una mafia".

-Hablando de eso, vos fuiste el primero de los Fernández que se dedicó a la música, ¿cómo viste desde España el estallido de tus hermanos en Buenos Muchachos?

-La banda de mis hermanos siempre me encantó, desde el principio. Creo que con la entrada de Marcelo creció muchísimo. Yo siempre le digo que algo que me gusta de la banda es que son capaces de meter media hora de temas plastas y densos y dejar a la gente embobada. Eso lo logra muy poca gente. Cuando un día me llamó Marcelo a España y me dijo: "Hay una canción tuya que nos encanta ['Milagros'] y la queremos hacer"... [suspira]. “¿En serio?”. "Sí, sí, sí”. Que una banda en un disco haga un tema de otra persona... los músicos me entienden, es muy difícil. Un disco plasma un momento de una banda y es algo muy personal. Para mí fue el mejor elogio que pudieron hacerme.

-Pero vos también hacías tu versión.

-No, está el demo en MySpace -cantada por Pedro-, pero en vivo no la hacemos. Para mí es una canción de Buenos Muchachos.

-Es interesante que el estilo vocal de Pedro y el tuyo no tengan nada que ver.

-Pero Pedro y Marcelo cantan muy parecido. Pedro no es un gran cantante pero tiene una manera muy particular de encarar una melodía que a mí me gusta mucho.

-Puntos en común siempre tiene que haber...

-A mí en la calle todo el mundo me confunde. Me dicen: "Arriba Buenos Muchachos". Nadie me dice "arriba los Buitres". Todo el mundo me confunde con mis hermanos.

-Pero ellos sí son una banda de rock.

-Yo qué sé. La gente asocia la música con la droga, con el volumen o con otras cosas: “Ah, éste es rockero porque se droga”. Es tan relativo... Me parece que a la música en general hay que llamarle música y ya está, es más fácil. Lo que pasa es que a la gente le gusta complicarse y decir: “Yo hago esto, yo inventé este estilo o esto otro”. Nadie inventó nada.