El gerente general del Crédit Uruguay, Marcelo Oten, reconoció en rueda de prensa que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, recomendó a los bancos franceses retirar sus negocios de países considerados paraísos fiscales, y que fue escuchado por la institución. Pero remarcó que ello “no tuvo nada que ver” con la decisión local, porque “es firme la posibilidad de que Uruguay salga de la lista gris en los próximos meses”.

El ministro de Economía uruguayo, Álvaro García, se refirió al tema tras el Consejo de Ministros de ayer, asegurando que se trata de una estrategia comercial y que “no tiene ninguna relación con las listas en las cuales pueda figurar nuestro país a nivel internacional”. García recordó que “hubo operaciones de este tipo en los últimos tiempos durante este gobierno, que se llevaron adelante con total tranquilidad y normalidad”. En la tarde de ayer, el responsable del Ministerio de Economía (MEF) se reunió con dirigentes de AEBU para “intercambiar información” en torno a los detalles de la operación y para aclarar trascendidos. Pérez indicó a la diaria que el MEF informó que busca la oficialización por las autoridades del Crédit en Francia, para “deslindar absolutamente que este proceso no tiene nada que ver con las listas de la OCDE”. “Ese factor puede ser un argumento más, pero no es el elemento central”, aseveró. “Al mismo tiempo que se retiran de Uruguay, también lo hacen de otros países que no están dentro de esta nómina”, apuntó. También criticó que Europa “tiene una actitud de responsabilizar de la crisis al tercer mundo”, lo que calificó como una posición “hipócrita”.

El presidente de la Asociación de Bancos Privados, Julio de Brun, coincidió en que la aparición de Uruguay en la lista es “un factor secundario”, valorando que se trata de una “decisión corporativa de reestructuración luego de la crisis [global] para concentrar sus actividades” en Europa, según declaró a la diaria.

Ayer, la diaria informó sobre el interés en adquirir las operaciones del Crédit expresado por los bancos Itaú, Comercial, BBVA y HSBC, además de dos entidades que no operan en plaza; una de ellas es el Espíritu Santo, de Portugal, según consignó radio El Espectador.

Con vos, todo mal

Pérez aseguró que la transferencia de las operaciones del Crédit (con más de 1.000.000.000 de dólares de activos) a otra institución podría generar un fenómeno de concentración, lo que reduciría la oferta del mercado, algo que se produciría si los negocios fueran comprados por el Itaú: “No es la mejor opción para el país” porque este banco “no contempla los estándares de responsabilidad social y no respeta los acuerdos que se realizan”.

El dirigente bancario mostró preocupación por el futuro de los 480 puestos de trabajo, mientras que García dijo que se buscará alcanzar una “solución” que no implique perder empleos.

De Brun, por el contrario, señaló que, independientemente de la institución que adquiera las operaciones del Crédit, no habrá “ninguna consecuencia” en la plaza financiera, “más allá de que habría un banco menos, dependiendo de si el Crédit es adquirido por una institución ya radicada o de si se trata de una institución nueva”.

Consultado sobre el hecho de que la noticia tomara estado público previamente a las elecciones del domingo pasado (fue el sábado), Oten explicó que la intención era “aguardar” a publicitar la novedad por “la confidencialidad que requiere este proceso de transferencia”, pero la aparición de “trascendidos” llevó a acelerar la divulgación del hecho y salir a “aclarar los motivos de la decisión”.