La venta de una parte o la totalidad de una empresa es “una tarea difícil y larga”, según lo aseguró Weigel, que ayer brindó una charla en la Cámara Mercantil sobre “Valuación de empresas en procesos de fusiones y adquisiciones”, junto con los expertos Daniel Sieradzki y Rosana Bomba, ambos del mismo estudio.

En la oportunidad explicó que el proceso de venta debe ser integral, cuidadoso y que debe incluir desde los motivos que llevan a vender hasta una etapa posterior al cierre del acuerdo, en la que continúa el proceso de transición.

Se trata de nueve pasos discriminados por separado, pero que deben ser observados en su globalidad: estrategia inicial, valuación, prospección de inversores, firma de una carta intención y de confidencialidad, negociación, due diligence, estructura del negocio, estructura financiera y acuerdo de cierre.

En la estrategia inicial se incluyen los objetivos y motivos del vendedor. Luego viene una de las etapas “más importantes”, que es la valuación, algo que Weigel recomendó hacer a todas las empresas, independientemente del interés o no de vender.

En conversación con la diaria, opinó que “la importancia radica en que el accionista sepa si ese año en particular creó valor o destruyó valor. No saber si ganó plata o no, sino ver si está adicionando valor a la compañía”. El experto explicó que, “por ejemplo, una empresa puede valer más por bienes intangibles”.

La valuación de la empresa es fundamental a la hora de sentarse a negociar con los inversores, porque es la base de su futuro.

Luego se debe plantear un orden de prioridad para adjudicar, ya sea si lo que se busca es fomentar el desarrollo de la empresa e invertir en ella, o si directamente lo importante para el vendedor es la relación costo/beneficio, aunque ello implique perjuicios a futuro para el negocio. A partir de entonces se firma una carta de intención y de confidencialidad con el potencial interesado y comienza la etapa de negociación.

Pan integral

Aquí se pone en juego otro de los elementos destacados por Weigel, que es el due diligence, término que en español significa “diligencia debida” y que consiste en “un programa de verificación que hace un comprador sobre las manifestaciones del vendedor”.

“El vendedor manifiesta que su empresa es buena, que tiene tal mercado, que los números dan positivo, que tiene un resultado positivo, y el comprador quiere verificar eso y lo hace mediante este programa que recorre las áreas financiera, recursos humanos, legal, tecnológica, entre otras”, ejemplificó Weigel. Precisó que “vendría a ser como una auditoría de compra que debe soportar el vendedor para hacer el negocio: si no lo soporta, no va a poder vender esa compañía”.

En ese sentido, manifestó que tres de cada cuatro negociaciones se bloquean en esta etapa. “La mayoría de las negociaciones se trancan en el due diligence, porque el vendedor no está preparado, los registros no están al día, tiene contingencias fiscales, tiene empleados fuera de planilla, es decir, tiene una serie de problemas que el comprador no está dispuesto a tomar”. Si se supera esta etapa se comienza a definir la estructura del negocio, luego la financiera y por último se realiza el acuerdo de cierre, que va más allá de la venta o fusión, y que incluye la transición, la reorganización del negocio y también su integración. Weigel explicó que es muy importante realizar todo el proceso de forma integral y remarcó la importancia de la participación de expertos en la materia, que sean ajenos a la empresa, para lograr los mejores resultados posibles. En ese sentido, remarcó que si bien es correcto que el dueño de la empresa esté en el proceso, al tratarse de procesos largos no se debe descuidar el trabajo del negocio, ya que ello podría generar una pérdida de valor por parte de la empresa.

En otro orden, el experto opinó que un mayor desarrollo de un mercado de capitales en la plaza local podría generar mayores transacciones entre empresas, ya sea adjudicaciones, fusiones o ventas de acciones. “Si en una compañía de tres accionistas, que hoy es cerrada, uno de los accionistas decide retirarse y vende sus acciones en el mercado, eso se verá potenciado en el mercado de capitales”, graficó Weigel.