Montaldo detalló que 2008 se cerró con unas 218.000 pólizas de automóviles y que este año lo hará con unas 420.000 aproximadamente, un aumento considerablemente influido por el SOA pero también por otras coberturas de mayor alcance.

En ese sentido mencionó que del crecimiento de 200.000 pólizas de automóviles, unas 160.000 tienen cobertura obligatoria, pero las restantes 40.000 son coberturas ampliadas. “Es gente que dijo: ‘Ya que tengo que sacar un seguro, contrato una cobertura más amplia’, y se dieron cuenta de que no había una gran diferencia de precios”.

Fuera de control

El gerente de Tránsito y Transporte de la Intendencia Municipal de Montevideo, Gonzalo de Toro, dijo a la diaria que aún no hubo cambios para comenzar a proceder con la fiscalización de los vehículos en el marco del SOA. Sin embargo, añadió que actualmente los controles se realizan conjuntamente con los demás trámites que deben realizar los titulares de los vehículos, y que, de constatarse el que falta, se hace la reclamación. En esa línea, subrayó que por ley es el Ministerio del Interior el encargado de hacer efectiva la fiscalización, y que son sus autoridades las que “deben definir y concretar” las acciones. De Toro señaló que, seguramente, la solución pase por un convenio entre esa cartera y las intendencias para coordinar la fiscalización, sobre todo cuando sea necesario “proceder con el guinchado de vehículos”.

Para ilustrar la magnitud del crecimiento, el jerarca del BSE contó que al comienzo de 2008 la institución tenía 200.000 contratos vigentes y que a fin de año había sumado 18.000, “y lo festejamos como todo un logro”.

Hasta octubre de este año la facturación total del BSE fue por 250.000.000 de dólares, de los que la cartera de automotores representaba unos 71.000.000 de esa moneda y, específicamente el SOA, unos 10.000.000 de dólares. Respecto del SOA, aseguró que esta cifra representa la facturación total, de la que luego deben descontarse todos los gastos de funcionamiento, las comisiones de corretaje y los siniestros. En ese punto, señaló que va a ser muy difícil “cuantificar las ganancias”, porque es una cobertura “muy particular”. “Cambia el criterio de liquidación del siniestro. En una póliza normal de responsabilidad civil, si yo te atropello, la póliza te paga si es mi responsabilidad […]. En cambio, la cobertura del SOA es más que una póliza de responsabilidad civil, es una especie de póliza personal de los transeúntes. Si mi auto te daña no importa cuáles fueron las condiciones: la póliza paga”, explicó.

Precavido vale por dos

Si bien “no se sabe exactamente cuántos vehículos hay en circulación” en el país, de acuerdo con una investigación realizada por el BSE se estimaba que, previamente a la entrada en vigencia del SOA, se tenía cubierto aproximadamente el 50% del mercado, y actualmente esa cifra se acerca al 75%.

La mayor parte de los vehículos que circulan sin seguro son autos y motos, ya que los de mayor porte, como camiones u ómnibus, generalmente tienen seguro, porque “es una herramienta de trabajo y están muy expuestos a los accidentes”.

Más allá de la importancia comercial que pueda representar el SOA, enfatizó que es “muy importante desde el punto de vista social”. “El BSE siempre fue propulsor del SOA por la inclusión social que ello genera, hay más gente protegida, mucha más gente asegurada y muchos más lesionados que no van a encontrarse con una lesión por la que no tienen a quién reclamarle”, destacó.

De cara al 2010, adelantó que las perspectivas son “auspiciosas”, justamente por el “25% que aún falta cubrir”. Además, mencionó que ayudarán el comienzo de la fiscalización y el inicio de las “coberturas especiales”, es decir aquellas que se otorgan a las personas dañadas por vehículos sin seguro o cuyos conductores se dieron a la fuga. Según explicó, estas coberturas cobran valor a partir de febrero, cuando se cumplen seis meses de la entrada en vigencia de la ley de seguro obligatorio automotor, y tendrán un efecto persuasivo porque “el sistema asegurador va a pagar a la víctima del accidente pero después va a tratar de recuperar ante la persona que causó el daño, porque estaba en infracción”. “Esto va a generar más conciencia en la gente: es mejor estar asegurado que no estarlo y enfrentar un recupero”, manifestó.

Chacra segura

Montaldo también se refirió al importante crecimiento de los seguros del sector agrícola. Ello se viene registrando en virtud de varios factores de diferente naturaleza. “El incremento de la producción, no sólo del área sembrada sino también del rendimiento por hectárea, el encarecimiento de los insumos y el clima, que está muy descalabrado, hacen que el productor perciba un aumento de la inversión y su riesgo”, graficó. En ese sentido, aseguró que “hay mucho dinero metido, lo que hace que la gente, aun el pequeño productor, busque la forma de protegerse”. Subrayó el hecho de que los factores climáticos extremos, cada vez más frecuentes, tienen un doble impacto para el BSE: por un lado perjudican claramente a la entidad porque “hay mucho para pagar cuando éstos ocurren”, pero, al mismo tiempo, “generan un aliciente para que la gente se asegure”.