A principio de este mes Michel Croz alertó desde el Diario Norte y desde la revista Rivera Digital sobre la privatización del Teatro Municipal de Rivera, la única sala teatral del complejo urbano binacional que conforman esa ciudad y la brasileña Santana do Livramento.

“El Teatro Municipal se transformará en una lujosa sala de convenciones o un teatro pop star anexado a un hotel cuatro estrellas. No somos contrarios a inversiones económicas o turísticas. No. Somos sí radicalmente contrarios a que la gente de la frontera (Rivera y Sant’ Ana) perdamos este espacio para nuestras actividades culturales y sociales. No tenemos cine, tampoco museo de arte (los esmirriados saloncitos son una vergüenza y una entelequia. Su director hace 50 años intenta revertir esta situación, sin éxito). No tenemos casa de cultura. Ahora nuestro teatro, antiguo cine América, será expropiado con total complacencia de la Intendencia colorada de Rivera”, denunciaba Croz.

En conversación con la diaria, Croz (dramaturgo, actor, docente y director teatral, alumno en Río de Janeiro del creador del “teatro del oprimido”, Augusto Boal, y fundador del grupo binacional Taller de Teatro Independiente) reafirmó su temor de que la empresa que ganó la licitación para la construcción del mencionado hotel y la gestión del Casino Municipal también se haga cargo de la programación del Teatro Municipal, y que al hacerlo deje de lado a los creadores locales.

Para el escribano Nelson Gutiérrez, secretario de la Intendencia Municipal de Rivera (IMR), la denuncia de Croz es “una tormenta en un vaso de agua”. Según el jerarca, los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y de Turismo y Deporte (MTD) fueron los responsables de la licitación para la construcción de un hotel cuatro estrellas en la ciudad de Rivera. Tras el proceso de selección, el adjudicatario resultó ser el consorcio Manteo, Bold e ICM (una gestionadora de casinos argentina, una constructora de la misma nacionalidad y una administradora uruguaya). El proyecto de este consorcio ofrecía, además de la construcción de un hotel y la gestión del casino (más la construcción de una piscina en la Plaza de Deportes), un plus que no figuraba en los pliegos: la inversión de 380.000 dólares en el Teatro Municipal.

Para Gutiérrez, esta oferta inesperada puede comprenderse si se tiene en cuenta que el deteriorado teatro está en un predio contiguo al del casino y el futuro hotel, en la Avenida 33 Orientales y Uruguay. Pero aunque el jerarca descarta la privatización de la sala, afirma que sólo podrá conocerse cómo será manejada ésta tan sólo luego de que se firme el contrato con el consorcio adjudicatario, posiblemente en los próximos quince días. Gutiérrez -que participó en calidad de suplente como representante de la IMR en la comisión adjudicadora de la licitación, donde eran mayoría los delegados del MTD y el MEF- estima que la empresa no interferirá en la programación de la sala teatral, ya que en Argentina maneja casinos y no teatros. “Tal vez haya una administración en conjunto”, aventuró. Por su parte, Alma Galup, directora de Cultura de la IMR, afirmó desconocer los términos de la negociación.

La inversión total del nuevo hotel se estima en 20 millones de dólares en un lapso de 20 años, según Gutiérrez, quien también asegura que el complejo contará con su propia sala de conferencias; uno de los temores de Croz es que el Teatro Municipal pase a ocupar esa función en el futuro complejo hotelero.