Es que el lapso julio-setiembre fue cerrado con un incremento del crédito en moneda nacional de 1.512.000.000 de pesos, equivalentes a 78.000.000 de dólares, pero una disminución del crédito en divisas de 145.000.000 de dólares, diferencia cuyo resultado supone una reducción trimestral neta del orden de los 67.000.000 de dólares, que representa una tasa anualizada de signo negativo de 5,1%, según informó el Banco Central (BCU) en su último Reporte de Estabilidad Financiera. El “principal efecto” del deterioro global fue el retroceso de “las ganancias” que los bancos obtienen por sus colocaciones en el exterior, debido al derrumbe de las tasas de interés que pagan los mercados mundiales, lo que, no obstante, “fue compensado por los aumentos de colocaciones en plaza a tasas mayores”. Además se registró, respecto de las caídas de fines de 2008, una recuperación de las cotizaciones de los papeles y títulos públicos emitidos por el país, lo que contribuyó a contrarrestar las pérdidas de rentabilidad para el negocio bancario local. De hecho, señala el informe, la plaza exhibe altos grados de solvencia, verificados tanto a través del capital disponible, que más que duplica el requisito regulatorio “por riesgo de crédito y mercado” (2,2) como del cumplimiento por los bancos del régimen prudencial de previsiones estadísticas, fijado como protocolo de seguridad por la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU; en virtud de este mecanismo los bancos absorbieron pérdidas de cartera durante “el auge del ciclo económico” para afrontar el incremento de la morosidad, “sin necesidad de capital adicional en los momentos a la baja del ciclo”. En los 12 meses cerrados en setiembre la masa de créditos liberados al sector privado de la economía en moneda nacional se elevó en 6.277.000.000 de pesos, lo que implicó en dólares un incremento de 291.000.000, en tanto que los préstamos otorgados en divisas disminuyeron en 128.000.000 de dólares; esa diferencia en el ejercicio anual arrojó como resultado un aumento neto del nivel de crédito de 3,1%. El interés pagado por los préstamos en dólares se situó en 6,1%, muy “cerca de sus mínimos históricos”, mientras que las tasas promedio en moneda nacional para empresas y familias se ubicaron en 16,1% y 38,1%, respectivamente; para familias, las tasas habían subido desde setiembre de 2008, en el marco de la crisis, tras lo cual se revirtieron durante 2009. A setiembre, el crédito al sector no financiero sumaba 6.041.000.000 de dólares, 69% otorgado en moneda extranjera y 31% en nacional, que tendió al crecimiento, mientras que el primero cayó 7,7% en el año móvil a setiembre.

Guardalo en el depósito

En cuanto a los depósitos consolidados por el sector no financiero privado, aumentaron en moneda nacional y extranjera, cerrando los 12 meses a setiembre con un incremento de 2.263.000.000 de dólares, que representó un crecimiento de 19,4% descontando el efecto que genera el tipo de cambio.

En el tercer trimestre el aumento de depósitos trepó a 410.000.000 de dólares, que supone “una tasa de crecimiento anualizada” de 12%; aproximadamente el 77% del total está depositado en cuentas a la vista y cajas de ahorro.

Los plazos fijos en dólares pagaban a setiembre un interés de 0,55%, en sintonía con las bajas tasas internacionales de referencia, en tanto que la tasa pasiva para plazos fijos en pesos, concentrados en plazos de entre 30 y 180 días, se ubicaba promedialmente en 5,2%, 20 puntos básicos menos que en junio, “denotando la situación de elevada liquidez que enfrentan los bancos”; los ratios de liquidez a 30 y 91 días se aproximaban al 72%, alineados con las bajas tasas internacionales “y el enlentecimiento de la demanda de crédito doméstico”.

Los bancos ganaron a setiembre 1.034.000.000 de pesos (unos 51.000.000 de dólares), resultado similar al de un año antes, en tanto que la morosidad “se mantiene estable en niveles históricamente bajos” de 1%.

A setiembre, los 13 bancos públicos y privados de plaza sumaban un activo de 20.947.000.000 de dólares, de los cuales 11.040.000.000 correspondían a entidades privadas y 9.907.000.000 a públicas; el pasivo total, en tanto, era de 18.479.000.000 de dólares, distribuyéndose en 9.992.000.000 de los bancos privados y 8.487.000.000 de los públicos; el patrimonio total de los bancos de plaza, por tanto, era a fines de setiembre de 2.468.000.000 de dólares.

El volumen de efectivo disponible más las colocaciones al sector financiero -principalmente no residente- representaban a setiembre el 48% del activo total de los bancos, mientras que los valores eran el 10% y los créditos al sector no financiero implicaban aproximadamente el 35%.