Lista de 23

En los últimos diez años, 23 expertos recibieron el Nobel de Economía. El de 2009 fue para Elinor Ostrom y Oliver Williamson por sus teorías sobre el papel que cumplen en la resolución de conflictos las empresas, a las que asignaron un carácter de estructuras de gobierno alternativas, aunque limitadas. Un año antes, la Academia sueca eligió a Paul Krugman, conocido crítico del entonces presidente estadou-nidense George W Bush, por su análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica. En 2007 lo obtuvieron Leonid Hurwicz, Eric Maskin y Roger Myerson por su teoría del diseño de los mecanismos; en 2006, Edmund Phelps, por sus análisis macroeconómicos; y en 2005, Robert Aumann y Thomas Schelling, por su aporte a la comprensión de los conflictos y de la cooperación a través de la teoría de juegos. En 2004, Finn Kydland y Edward Prescott lo recibieron por sus contribuciones en macroeconomía. Un año antes lo compartieron Robert Engle, quien desarrolló métodos para analizar series temporales con volatilidad variable, y Clive Granger, por hacer lo mismo pero con tendencias comunes. En 2002, los premiados fueron Daniel Kahneman, que integró aspectos de la Psicología al análisis económico, y Vernon Smith, quien le incorporó experimentos de laboratorio. En 2001, Joseph Stiglitz, George Akerlof y Michael Spence lo recibieron por sus estudios sobre mercados con información asimétrica; y en 2000 James Heckman y Daniel McFadden, por desarrollar métodos de análisis estadísticos hoy muy utilizados para entender la conducta individual en economía y otras ciencias sociales.

Los elegidos fueron dos profesores estadounidenses, Peter Diamond y Dale Mortensen, y uno chipriota-británico, Christopher Pissarides, quienes elaboraron una teoría “coherente” para desentrañar por qué cuando el desempleo alcanza tasas elevadas tiende a mantenerse así. Este premio Nobel parece oportuno, si se toman en cuenta las complicaciones del mercado laboral de numersas economías avanzadas, que representan uno de los principales escollos hacia una salida de la crisis.

Los estudios de Diamond, Mortensen y Pissarides se concentran en los denominados “search markets”, o mercados de búsqueda (entre ellos, el laboral), en los que la conciliación de la oferta y la demanda es una tarea que requiere tiempo y recursos económicos, según un despacho de la agencia EFE. Esta situación genera “fricciones” que explican por qué coinciden, a veces, dos fenómenos contradictorios: un alto desempleo y una fuerte demanda de mano de obra.

Para la Academia sueca, la teoría de los tres galardonados es “extremadamente útil” para desarrollar políticas económicas y para analizar datos microeconómicos sobre el consumo de las familias y relativos al mercado inmobiliario.

“Las actuales tasas de desempleo son un gran problema en términos de política económica. Los modelos tradicionales no encajaban bien con la nueva realidad” derivada de la crisis financiera abierta en 2008, declaró Pissarides a EFE.

Diamond enseña Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y Mortensen trabaja en la también estadounidense Northwestern University. Pissarides da clases en la London School of Economics, en Gran Bretaña.

Los tres se repartirán los diez millones de coronas suecas (1,5 millones de dólares) con los que están dotados los premios Nobel en cada categoría.

Es, pero no es

El premio de Economía no figuraba entre los instituidos en 1895 por Alfred Nobel. Fue creado en 1969 por el Banco de Suecia, el más antiguo de los bancos centrales del mundo, para celebrar su tricentenario.

Desde entonces, es motivo de polémicas el oficialmente denominado Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel.

Los críticos consideran que la Academia prefiere distinguir a economistas de formación neoclásica, así como a estadounidenses y británicos. Sólo una mujer recibió el premio: la estadounidense Elinor Ostrom, en 2009.

Cracks que no llegaron

Entre los candidatos al Nobel de Economía figuraron este año, según Reuters, los siguientes:

• Albert Alesina, de la Universidad de Harvard, por sus estudios sobre las relaciones entre política y macroeconomía.

• Nobuhiro Kiyotaki, de la Universidad de Princeton, junto con John Moore, de la London School of Economics y la Universidad de Edimburgo, por la formulación de un modelo que describe cómo los shocks exógenos a largo plazo inciden permanentemente sobre la liquidez y las restricciones crediticias.

• Kevin Murphy, de la Universidad de Chicago, por sus estudios empíricos sobre economía social, incluyendo la desigualdad de los salarios y la demanda laboral, el desempleo, las adicciones y el rendimiento de la inversión en la investigación médica.