El que lo denunció fue el defensor del lector del Washington Post: un dibujo del humorista Wiley Miller fue retirado a último momento de las páginas de ese periódico y de varios otros por su potencial ofensivo hacia las comunidades islámicas. Lo curioso es que en la caricatura ni siquiera aparecía Mahoma. De hecho, el chiste se basaba en lo extendido que está en la prensa occidental el temor a representar al profeta de los musulmanes.
Basada en las imágenes de los libros de la serie ¿Dónde está Wally?, la creación de Miller -para su columna Non Sequitur, que se publica regularmente en 800 diarios estadounidenses- representaba una escena en un parque concurrido por decenas de apacibles adultos, niños y animales. La broma empezaba en la leyenda: “¿Dónde está Mahoma?”. El remate: era imposible encontrar alguna figura con turbante o prendas similares.
La intención de Miller, según declaró, era “satirizar la locura de todo un grupo de gente que usa las caricaturas para armar escándalos y listas negras”, y también llamar la atención sobre “los medios que se derriten de miedo ante la posibilidad de publicar una caricatura que contenga la palabra ‘Mahoma’”. El artista se refiere, obviamente, a la situación que se vive desde el episodio de las “caricaturas danesas” ocurrido en 2006. Las caricaturas, que enfatizaban la relación entre extremismo islámico y actos de terrorismo, fueron causa de varias protestas violentas, que dieron origen a una ola de autocensura en medios norteamericanos y europeos.
El 3 de octubre, el Post, el Los Angeles Times, el Boston Globe y el San Francisco Chronicle, entre otros periódicos, decidieron omitir la columna Miller y sustituirla con una ya publicada. Falta de claridad y posible resultado ofensivo fueron las razones esgrimidas ante la requisitoria del defensor del Washington Post.
Éste, que no comparte la medida de sus editores, concede sin embargo que la caricatura de Miller hacía una guiñada hacia el “Día de dibujar a Mahoma”. Esta iniciativa de grupos partidarios de la libertad de expresión surgió como protesta ante una sentencia de muerte proclamada por un sacerdote islámico sobre los animadores de la serie televisiva South Park, uno de cuyos capítulos de este año mostraba a Mahoma vestido con traje de oso.