“Lavarse las manos previene infecciones en la comunidad y en los hospitales. No basta con saber que es importante, el hábito debe adquirirse y estimularse desde la infancia”, remarcó Gilberto Ríos, director general de Salud del MSP. “Uno cree que todo se resuelve con una tecnología que sustituye a la otra”, agregó en contraposición a la forma “más sencilla, efectiva y económica de prevenir enfermedades”.

Según la OMS, este hábito “puede salvar más vidas que cualquier vacuna o intervención médica, reduciendo las muertes por diarrea a casi la mitad y las muertes por infecciones respiratorias en una cuarta parte”. El organismo internacional se plantea el tema como “crucial” para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir, para 2015, en dos terceras partes las muertes de los niños menores de cinco años.

El tema remite a la cruel situación de pobreza en que viven millones de niños en el mundo. La OMS indica que “las condiciones de higiene y falta de acceso a saneamiento básico contribuyen a cerca de 80% de las muertes por enfermedades diarreicas, contabilizando cerca de 1,5 millones de muertes anuales en niños y niñas menores de cinco años”.

En la conferencia se destacó que los niños son un blanco en la campaña porque son transmisores de hábitos. Alicia Fernández, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, recalcó que los pequeños copian todo lo que hacen los adultos y que “no van a aceptar que alguien les insista en que se laven las manos si uno no lo hace”.

¡Con agua y jabón!

Fernández indicó que la mayoría de las personas solemos lavarnos las manos de manera incorrecta. Enfatizó que debe hacerse con agua y jabón. El año pasado, con la pandemia de la gripe H1N1, se expandió el uso de alcohol en gel y en muchos casos se enfatizó que era equivalente al lavado de manos. La pediatra recalcó que “hay que higienizarse las manos si están sucias, para eso el alcohol en gel no sirve, lo que sirve es el agua y el jabón”, es decir, que no sustituye el viejo y querido método.

Centrada en los niños, la especialista indicó todas las oportunidades en que debemos lavarnos las manos: “Después de ir al baño, antes de comer o de manipular alimentos, después de tocar animales aunque sean nuestras propias mascotas, luego de sonarse la nariz, de toser o estornudar, los niños luego de jugar con sus juguetes o afuera en la arena o en la tierra, después de visitar a alguien enfermo”.

Aunque parezca obvio y esto se considere fuente de insumos para un buen bloque del programa de Alejandro Dolina, es importante mencionar los pasos para lavarse las manos porque pueden pasarse por alto detalles importantes. “Mojarnos las manos con agua corriente, no con agua contaminada sino con agua que sabemos que está limpia. Agregar el jabón sobre la palma de la mano, frotarlo hasta que haga espuma (eso es muy importante), palma con palma, entre los dedos, las uñas, que es un lugar en el cual hay microbios habitualmente. Enjuagarnos debajo del agua, que el agua caiga hacia la pileta y no hacia nuestros codos, hay que lavarse también las muñecas, cosa que habitualmente uno no hace”, detalló Fernández.

Respecto al secado, señaló que no puede realizarse con una toalla mojada, porque si está en esas condiciones se mantienen los gérmenes. Dijo que lo ideal es que se disponga de toallas descartables o que en la escuela cada niño tenga la suya individual. Puntualizó, además, que los grifos deben ser cerrados con la toalla descartable, no con la mano, porque de lo contrario se vuelve a la situación previa al lavado.

Higiene escolar

Así como lo es el hogar, se considera que la escuela constituye el otro ambiente en el que debe practicarse y difundirse la higiene de manos, porque son los lugares donde los pequeños adquieren fundamentalmente los hábitos.

La empresa privada internacional abocada al rubro productos de limpieza distribuirá más de 1.000 guías educativas a los docentes para trabajar el tema del lavado de manos. Además, donará 15.000 jabones a ser usados por escuelas del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y 40.000 muestras gratis para los alumnos.

Se comentó que se trata de pastillas de jabón de 25 gramos, lo que resulta ideal para el uso individual. La presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría saludó la iniciativa e indicó que para aquellas escuelas que no tengan pastillas de ese tipo, lo recomendable es cortar el jabón en pequeños trozos, de modo que cada niño use uno y lo descarte luego en la papelera. Remarcó además que el jabón debe ser puesto en un lugar que esté seco, para que las bacterias no se mantengan en él. Consultada por la diaria respecto a por qué se recomendó el jabón en pastilla y no el líquido, con el que se ahorrarían todos esos detalles, la pediatra respondió: “Porque el jabón líquido es muy caro”.

Por su parte, en representación del CEIP, Vilna Martirena, inspectora departamental de la Jurisdicción Centro de Montevideo, agradeció la propuesta de la empresa privada, la calificó como “necesaria” puesto que “permite que los niños aprendan practicando”. La bienvenida a la donación indica que actualmente las escuelas no disponen de jabón. Consultada sobre el tema, Martirena explicó a la diaria que cuentan con el producto básico los jardines de infantes y los niveles iniciales en las escuelas públicas.

Por otra parte, muchos centros educativos rurales ni siquiera cuentan con agua potable. Desde el año pasado OSE comenzó a aplicar un plan para dotar de este servicio a la totalidad de escuelas rurales, porque los últimos años varias de ellas han sufrido problemas de calidad de abastecimiento, por contaminación de cursos de agua a raíz de pesticidas usados en el entorno.