La tarde puntaesteña invitaba a reposar bajo el sol en la playa Mansa más que a sentarse a escuchar debates sobre el abigarrado y aparentemente ingobernable esquema financiero que determina el destino económico del planeta. Pero decenas de funcionarios y ejecutivos se vieron obligados el domingo a ponerse traje y corbata o vestido formal para asistir a la instancia preliminar de la Asamblea de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que comienza oficialmente hoy en Punta del Este.
La iniciativa de reforma de las regulaciones del sistema financiero internacional, denominada Basilea III, fue elaborada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (fundado en 1974 e integrado hoy por representantes de bancos centrales de Alemania, Bélgica, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Luxemburgo, Holanda, Suecia y Suiza).
Su propósito es mejorar la capacidad del sector bancario para afrontar perturbaciones ocasionadas por tensiones financieras o económicas de cualquier tipo, así como la gestión de riesgos, la transparencia y la divulgación de información de los bancos.
El titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias, aseguró que la Asamblea de Felaban constituye una “buena oportunidad” para analizar estas nuevas regulaciones, en especial dada la persistencia de desequilibrios a nivel internacional, particularmente concentrados en los sistemas financieros, a los que consideró “uno de los cimientos básicos del crecimiento” económico. “Hay sorpresa por la no recuperación” de muchas instituciones tras la crisis desatada en 2008, “y mucha incertidumbre”, añadió Iglesias.
Recordó que en Europa la crisis “se vive de manera muy fuerte”, mientras que, por el contrario, América Latina “está bien regulada […], bien supervisada, y por eso pudo sobreponerse a la crisis”, por lo que en realidad “Basilea III es una respuesta a los problemas de los países desarrollados”.
Iglesias sostuvo que su “mayor preocupación” es la adopción de medidas unilaterales por parte de las autoridades nacionales de los países. “Hay una falta de unidad en el mundo desarrollado que está condicionando la recuperación económica mundial”, opinó.
Respecto de las reformas, sostuvo que América Latina debe participar más en los cambios que se planea introducir en Basilea III, pues se trata de modificaciones de “gran magnitud” y que “pueden tener un gran impacto en los sistemas financieros” locales. Hasta ahora, interpretó, las normativas han contado “con escasa participación” latinoamericana. Por lo tanto, “no se han incorporado nuestras preocupaciones”, alertó.
De taquito
El presidente de Felaban, Ricardo Villela Marino, vicepresidente ejecutivo del brasileño Banco Itaú, sostuvo que estas reformas serán un eje central de la asamblea en Punta del Este, y recordó en ese sentido que el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló al sistema financiero como “el talón de Aquiles de la recuperación” de la economía mundial poscrisis.
En esa línea apuntó que las reformas de Basilea III buscan hacer frente a los problemas del sector bancario, “incluida, de ser necesaria, la recapitalización” de instituciones que lo requieran. También procura fortalecer los fundamentos de los balances soberanos y mantener un proceso de cambios en el sistema financiero.
Al igual que Iglesias, Villela destacó que la región salió “muy bien parada” de la crisis, aunque “se comparte la preocupación por la situación del sistema financiero mundial”.
Respecto de Basilea III, el directivo sostuvo que es necesario un trabajo conjunto del sector público y el privado “para evitar caer en regulaciones excesivas que generen una restricción del crédito”.
Valoró que las propuestas complementan las denominadas Basilea II, formuladas en 2005, pues llenan “vacíos que quedaron en evidencia durante la pasada crisis financiera”, y sostuvo que la “progresividad” en la aplicación de las medidas “permitirá que se pueda implementar las reformas de forma gradual” sin afectar al sistema.
“Para la mayoría de los países” de la región, “los mayores requerimientos podrán cumplirse sin excesivos esfuerzos”, pronosticó. No obstante, Villela llamó “a las autoridades a no caer en una sobrerregulación excesiva”.