Parienta razonable de determinada clase de ciencia-ficción, a lo largo del siglo XX la historia contrafáctica se fue haciendo un lugar en la academia. Como la ficción ucrónica, los estudios contrafactuales parten de una pregunta de respuesta compleja -“¿qué habría pasado si...?”-, pero su cometido no es tanto imaginar mundos alternativos como descubrir aspectos soslayados en la comprensión de nuestra propia realidad.
En este caso, la premisa con la que invitamos a la reflexión, “supongamos que el Sí hubiera ganado en el plebiscito de 1980”, pretendía poner en circulación algunas ideas que tal vez no tuvieron cabida en los actos conmemorativos de aquel evento que para muchos marcó el principio del fin de la dictadura.
Cuatro intelectuales que por distintas vías han abordado nuestra historia contemporánea aceptaron el desafío. El historiador Aldo Marchesi (FHCE y FCS, Udelar) no sólo elaboró un detallado desarrollo de los acontecimientos pos-1980, cruzando variables políticas, económicas y sociales, sino que le otorgó verosimilitud al “punto de divergencia” propuesto: en su especulación, el decisivo debate televisivo que precedió al plebiscito fue estratégicamente censurado por los militares. Su colega Carlos Demasi (FHCE, Udelar) realiza un camino inverso, concentrándose en la visión que de los hechos anteriores a 1980 tendríamos ahora si hubiera triunfado el proyecto constitucional de los militares. El también historiador José Rilla (FCS, Udelar; Claeh) trata de concebir qué causas profundas podrían haber llevado a una victoria del régimen en las urnas, al tiempo que invita a considerar el referéndum de 1980 en comparación con el que tuvo lugar nueve años después. El escritor y crítico Roberto Appratto (Ucudal, IPA), por su parte, plantea una posibilidad inquietante: en lo esencial, el proyecto dictatorial ha sobrevivido a la derrota plebiscitaria.