Maleducado

Masoller aseguró durante su presentación que en muchas áreas “aún no se perciben los impactos del esfuerzo presupuestal realizado el período pasado”, y se refirió particularmente a la calidad en la educación. Así, explicó que las tasas de culminación de enseñanza secundaria y primaria se mantuvieron prácticamente sin cambios en el período, permaneciendo en un nivel sumamente bajo que contrasta con otros países de la región. Además, describió que las fallas educativas no afectan a todos por igual, sino que hay grandes brechas según los niveles socioeconómicos en cobertura, asistencia y niveles de repetición. Al respecto, señaló que en secundaria el nivel de repetición es “alarmante”. “El desafío es que el aumento del gasto repercuta en los resultados educativos”, afirmó. Pese a ello, el jerarca comentó que “no sería apropiado que el equipo económico se involucre en las políticas educativas”. Por su parte, Lorenzo añadió que el sistema educativo tiene elementos muy complejos y que si bien “hay urgencias”, los resultados actuales “no comenzaron ayer ni con la crisis de 2002”, por la cual en todo caso “se pueden haber agudizado”.

“Estrategia económica y equidad” fue el título de la disertación del equipo económico de gobierno en el Foro Económico de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), que se realiza anualmente con los jerarcas de turno. Lorenzo; el director de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller, y el presidente del Banco Central, Mario Bergara, fueron los exponentes en esta oportunidad, en la que no hubo grandes anuncios, con oratorias que se parecieron a clases de economía.

Lorenzo subrayó que el título de la disertación vincula dos aspectos que están real y directamente relacionados entre sí: el crecimiento económico y su necesaria complementariedad con la equidad y la justicia social. Sostuvo que no siempre el primero se traduce en mejoras para la sociedad y que Uruguay tiene “sobrados ejemplos al respecto”.

En ese sentido, detalló los “avances recientes en materia de desarrollo humano”, destacando que nuestro país ha dado “pasos significativos” en la reducción de la pobreza y la indigencia. Adelantó que, según estimaciones de su cartera, la caída registrada en ambos indicadores continuó en 2010, ubicándose en 18% la pobreza y en 1,2% la indigencia, lo que implica “el mínimo dato histórico desde que se llevan registros”.

Recordó que la caída en los niveles de pobreza persistió incluso durante la crisis internacional, y añadió que el índice de Gini -que mide la desigualdad- tuvo una “mejora significativa” en estos años, lo cual “da cuenta de que el proceso de crecimiento que tuvo el país fue acompañado por una mejora de los niveles de equidad”.

No obstante, reconoció que aún resta mucho por hacer en materia distributiva, ya que si bien ocupamos un lugar privilegiado en la región, permanecemos lejos de los niveles deseables. “Tenemos un nivel de desigualdad que es incompatible con nuestro nivel de desarrollo humano”, reconoció.

No pierde el juicio

El presidente del BCU, Mario Bergara, recordó que la institución que dirige tiene “el mandato” de mantener la estabilidad de precios, un sano desarrollo del sistema financiero y la preservación del sistema de pagos. “Cumplir con esos tres objetivos básicos razonablemente contribuye a la estabilidad de la política macroeconómica”, alegó. Al respecto, enfatizó que “estabilidad, equidad y desarrollo” son tres elementos que se retroalimentan en un “círculo virtuoso” de crecimiento económico y prosperidad. Respecto a los objetivos, detalló que se buscará reencauzar la inflación dentro del rango objetivo y generar entre los agentes económicos confianza en que así será. Ello implica mantener la consistencia entre la política monetaria y el mercado cambiario, destacó. También se buscará continuar generando mejores prácticas en regulación, supervisión y combate al lavado de activos y al financiamiento del terrorismo, adelantó, destacando los avances logrados en esta materia por el país (ver la diaria del 13/12/2010). Por otra parte, se apuntará a “mantener el sistema de pagos y los mercados financieros funcionando bajo condiciones adecuadas”, “generar y difundir información en materia económico financiera”, “suministrar servicios financieros y asesorar al Estado”, y “preservar la liquidez, solvencia y sustentabilidad financieras”. Por último, remarcó la necesidad de mejorar la gestión y el gobierno corporativo del BCU, ejemplificando al respecto que se está avanzando en mejoras de la defensa de sus intereses jurídicos. Explicó que del total de juicios realizados contra el BCU, 70% tuvo resolución positiva para la institución, “menos de 1%”, resultado negativo, y que los restantes están en proceso.

Concentrados

Lorenzo explicó que la distribución de los ingresos está determinada por varios factores: algunos primarios, que surgen del propio mercado y de las relaciones de producción; otros que dependen de datos demográficos, como la composición de los hogares, y de los ingresos no salariales de éstos, como remesas o pasividades, y otros relacionados directamente con políticas de gobierno, entre ellas la aplicación de impuestos y transferencias, y la provisión de bienes y servicios públicos.

A partir de estos elementos, señaló que en el mundo se está generando una “tendencia a la concentración primaria de los ingresos”, en la cual Uruguay tiene su propia especificidad por el aumento de la participación de los recursos naturales en las exportaciones debido a un crecimiento de la demanda y mayores precios internacionales.

Esta situación provocó también un encarecimiento importante del precio de la tierra, convirtiéndola en un elemento “mucho más desigualmente distribuido que ningún otro factor de producción en nuestro país”, apuntó el ministro.

No obstante, al ser consultado sobre posibles tributos sobre los recursos naturales, explicó que no se implementarán “impuestos oportunistas” que sólo buscan “recaudar por recaudar”, sino que el actual sistema impositivo “permite aprovechar ese incremento de los recursos”.

Por otra parte, aseguró que Uruguay tiene una elevada concentración en la dotación de capital humano, y que el aumento de los diferenciales de salario se explica por el fuerte aumento de la demanda de trabajadores calificados. “Esta mayor demanda no es acompañada por un aumento en la oferta de estos trabajadores”, agregó, destacando el peso negativo que tiene la existencia de muchas personas que se desvinculan del sistema de enseñanza.

Teniendo en cuenta estas situaciones, Lorenzo enfatizó el papel que desempeñan las políticas públicas para mejorar la equidad, tanto en la distribución primaria como en las etapas posteriores.

En ese sentido, resaltó la importancia de la estabilidad macroeconómica, porque “la inestabilidad provoca incrementos de desigualdad [...] que afectan más a los sectores más desfavorecidos”.

También destacó la “nueva institucionalidad laboral”, ya que la negociación colectiva “es la instancia más importante para lograr distribución del ingreso” y asegurar “el cumplimiento de los derechos laborales”.

Por otra parte, se refirió a la necesidad de promover el desarrollo rural y la preservación del ambiente, atendiendo situaciones de pobreza rural, incentivando la permanencia en el campo de los pequeños productores y promoviendo buenas prácticas en el manejo de los suelos.

Me voy pa’ Masoller

Continuando la disertación del ministro, Masoller se refirió al rol redistributivo que tienen las políticas de gobierno mediante las transferencias públicas, el sistema impositivo y la prestación de bienes y servicios a la sociedad.

En Uruguay el efecto redistributivo de las políticas sociales es mejor que en el resto de nuestra región, según el jerarca, quien subrayó el papel desempeñado en ese sentido por la reforma tributaria de 2007. Con ella se redujo la participación del IVA en la recaudación, mientras que aumentó la de los impuestos directos, como el IRPF, y Masoller señaló que esos tributos directos son “claramente progresivos”, ya que 85% se aplica a los dos deciles de ingresos más altos de la población. Por el contrario, el IVA y el Cofis (eliminado en aquella reforma) tienen una mayor tasa de aplicación en los hogares de menores ingresos.

Pensando hacia adelante, dijo que se prevé continuar mejorando la progresividad de la carga tributaria, mediante deducciones y ajustes al IRPF, y también con el recorte del IVA programado para 2011. Por otra parte, remarcó el incremento del gasto público destinado al área social, particularmente en las políticas “de mayor impacto progresivo” como las de educación, salud, vivienda y jubilaciones, así como las transferencias monetarias.