Al analizar el escenario económico mundial, el Icudu destaca que las principales economías continúan recuperándose de la crisis financiera internacional, aunque todavía persisten dificultades que generan incertidumbres sobre el proceso.

Europa muestra dos caras opuestas en las que por un lado están las economías grandes como Alemania y Francia, que se recuperaron rápidamente e impulsan el crecimiento de la región y, por el otro, las economías mediterráneas e Irlanda, que siguen presentando importantes problemas relacionados a sus altos niveles de endeudamiento y bajos ritmos de expansión.

Estados Unidos, pese a constatar una mejora en sus indicadores, aún no logra superar los niveles de actividad previos a la crisis, persisten en su economía serios problemas en el mercado de trabajo, en el que el desempleo continúa cercano a 10%. Para cambiar el panorama, el gobierno estadounidense viene implementando una política monetaria expansiva con una tasa de interés de referencia cercana a 0%, inyectando dinero al mercado para reactivar el crédito y con éste al principal componente de demanda del país: el consumo.

Estas acciones depreciaron "el valor del dólar a nivel internacional" y apreciaron las monedas locales frente al dólar, "generando una 'guerra de divisas' en la cual cada una de las economías intenta aplicar distintas medidas que protejan su competitividad".

Por su parte, los precios internacionales siguen creciendo, particularmente los de materias primas y alimentos, lo que permite mantener la rentabilidad en estos sectores de exportación aun frente a la caída registrada por el dólar.

A nivel regional, tanto Brasil como Argentina siguieron creciendo vigorosamente en el tercer trimestre, aunque a un ritmo menor al registrado en la primera mitad del año, y se espera que en 2010 ambos países crezcan en el entorno de 8%.

No es lo mismo

Con este escenario global la economía uruguaya siguió creciendo “vigorosamente” en el tercer trimestre, acumulando una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 8,8% en los nueve meses analizados del año.

En términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, el PIB creció 1% entre julio y setiembre, “lo que -como era esperable- representa una leve desaceleración respecto al ritmo de crecimiento registrado en el primer semestre del año”.

Se destaca además que todos los sectores de actividad crecieron en el tercer trimestre en términos interanuales, excepto las actividades primarias, en las que por factores coyunturales tanto la actividad agrícola como la pecuaria registraron tasas de crecimiento negativas. En el primer caso la contracción se debió a la caída en la producción de los cereales de invierno, por una menor área sembrada y menor rendimiento por hectárea; en el segundo, por el descenso en la faena, explicado exclusivamente por restricciones en la oferta de ganado.

Respecto al mercado de trabajo, se destaca la reducción que sigue registrando la tasa de desempleo, que seguramente cierre el año “levemente por debajo de 7%”. No obstante, se aclara que el aumento del empleo viene observando una desaceleración, “que, de todas formas, no impedirá que en 2010 el incremento neto de puestos de trabajo se ubique próximo a los 17.000, cifra cercana a la mitad de los puestos creados en 2009”.

Pese al buen desempeño del mercado laboral, el Icudu advierte “problemas en relación a la calidad del trabajo”, ya que casi medio millón de trabajadores carece de cobertura de seguridad social, y unos 130.000 están subempleados. Asimismo, las bajas remuneraciones afectan “a cientos de miles de trabajadores, situación que debe ser revertida si efectivamente se pretende avanzar en reducir la desigualdad”.

A propósito, el informe critica que “actualmente se mantiene la brecha de ingresos, en la que el 20% más rico se apropia de 47,7% del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre se debe conformar con apenas 5,7% de los ingresos totales”.

Asimismo, explica que la economía crece a un mayor ritmo que los salarios y las pasividades, mientras que “más de 800.000 uruguayos todavía perciben salarios por debajo de los 10.000 pesos”.

Por estos motivos, el Icudu entiende que “para mejorar la distribución de los ingresos y tender efectivamente a una mayor equidad social, es necesario avanzar en las reformas estructurales implementadas en el período anterior, especialmente la de la salud, la de la educación y la tributaria”.