Reestructuras reloaded

Es inevitable: cuando se habla de Radiodifusión Nacional y su ubicación en el organigrama estatal hay que abordar qué pasa con su dependencia: el Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos (SODRE) y la reestructura de la institucionalidad en Cultura que el Frente Amplio ha prometido (ver la diaria 16/10/2009). Su nombre lo delata: no debería ser “oficial” y ya no tiene a cargo la televisión. Al margen de eso, el nuevo presidente del Consejo Directivo, Fernando Butazzoni, informó a la diaria: “Lo primero que tenemos en carpeta no es revisar la institucionalidad, sino la estructura general de la institución y su relacionamiento con los demás organismos gubernamentales de la cultura”. “Ya tenemos un equipo trabajando en eso y nuestro interés es que eso se refleje en la ley de presupuesto, veremos si llegamos porque es una tarea compleja que requiere acuerdos y trabajo con los propios funcionarios y artistas, a quienes precisamos para poder avanzar en estos temas. No hay plazos definidos, lo antes posible dentro de la prudencia y respetando a todos los actores”, aclaró Butazzoni.

“Mientras no surja la información oficial no voy a opinar”, dijo a la diaria Martín Papich, sin negar la posibilidad de que el Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ICAU) que él preside integre un eventual organismo coordinador. Por su parte, el director de la Secretaría de Comunicación Institucional, Gonzalo Carámbula, manifestó “estar al tanto” pero no por su nueva función en Presidencia de la República, sino por su relacionamiento anterior con el medio y figuras del gobierno nacional. Y como no hay dos sin tres, el director nacional de Telecomunicaciones, Gustavo Gómez, recordó que la idea “hace tiempo que está en la vuelta y he escuchado comentarios en esa dirección, pero muy informalmente”, aunque el tema no lo implique en ninguna de sus competencias dentro del Ministerio de Industria, Energía y Minería.

Las dudas se despejaron un poco más en el de Educación y Cultura (MEC). La subsecretaria y ex titular, María Simon, aceptó: “Podemos pensar en un organismo descentralizado para los medios de comunicación del Estado. Tal vez con una dirección política múltiple integrando a la oposición para lograr despolitizar el tema o un consejo desconcentrado como el SODRE”. Acto seguido le quitó transcendencia a la institucionalidad y relativizó esa discusión porque cree necesario hacer el foco en otro objeto: el rol de los medios de comunicación estatales.

“Lo que más me interesa es discutir y definir el rol del Estado: por qué y para qué el Estado tiene medios de comunicación. Para nosotros, como la mayoría del Uruguay posbatllista, el Estado está para hacer lo que no hacen los privados. Y los medios no son la excepción”. Pero todos los matices del tema deben ser debatidos para luego definir y que los gobiernos tengan una dirección común y coherente, expresó Simon a la diaria.

Asimismo, elevó la apuesta y propuso no hablar únicamente de Televisión Nacional Uruguay (TNU) y las radios del SODRE. También hay que poner el pienso en el Archivo de la Palabra que ya tiene esta última institución y en las infinitas potencialidades de las herramientas multimedia e internet. “¿Por qué no podemos pensar en un ‘Youtube’ público dedicado a la cultura, además de los portales de información que ya tiene Radiodifusión Nacional?”, ejemplificó la viceministra luego de poner el énfasis en la obligación del Estado para “formar audiencia, potenciar los medios entre sí y coordinar en contenidos”.

Ubicado en el dial

Para el director de Radiodifusión Nacional del SODRE, Sergio Sacomani, está claro que “[las radios] no pueden seguir desarrollándose en el organigrama actual del SODRE, en donde figuran como una oficina más. Canal 5 [hoy TNU] vivió esta situación al límite en 2003 y por un decreto presidencial fue convertido en unidad ejecutora del MEC. Tampoco es la panacea, pero avanzó un poco más que las radios en su posible autonomía”. El jerarca consideró que la comunicación es “como un tema tabú”. Para Sacomani, confirmado en el cargo, “tanto en el gobierno anterior como en el actual hay una voluntad expresa de apoyar el desarrollo de los medios estatales”. “Creo que ambos han recibido propuestas al respecto, pero al parecer hay dificultades para aterrizar el tema. Creo que es algo lógico que los medios estatales tengan por lo menos una instancia de coordinación, de complementación de potencialidades y de estrategias comunes”, sostuvo. Entre otras cosas porque “hay gente calificadísima en la materia” y “el programa del FA tiene, desde siempre, capítulos dedicados al asunto”. A Sacomani, la posibilidad de que el Estado cuente con un medio gráfico no le parece “mal en un país en donde la mayoría de los ciudadanos ya no lee nada”. “No tengo idea de si le correspondería al Impo o no, desconozco su perfil jurídico. Pero hay que crear y volver a cultivar un ciudadano lector”, afirmó. “Claro que no me refiero a ‘pasquines’ o ‘boletines oficiales’: estoy pensando en un producto de calidad cultural”, precisó. Por si nada de esto prospera, propuso otra forma de innovar: “Que el Estado uruguayo resuelva no tener medios estatales. Habría una resolución clara sobre el tema”, aunque esto reafirme a Uruguay en una situación más que “curiosa”: “que un Estado, en pleno siglo XXI, no sepa qué hacer con sus medios estatales de comunicación y para qué están”.

¿Otro pasquín?

Asumida como válida la necesidad de que el Estado cuente con un canal y varias radios propias, y aunque con mayor timidez que con otros insumos que alimentan este debate, la posibilidad de que el Estado edite un diario también forma parte del menú, a cargo de la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales (Impo). Álvaro Pérez, su director saliente, mostró desconocimiento sobre ese camino: “No tengo ni idea de eso, nadie me ha planteado algo de eso. Pero a priori te puedo decir que no sería competencia del Impo”. Gonzalo Reboledo, su sucesor designado, evidenció continuidad: “No estoy al tanto y no creo que le corresponda al Impo, pero no estoy en condiciones de abordar temas tan puntuales”.

La opción figura en un documento que en enero recibió Eduardo Bonomi cuando era el nexo del gobierno electo en el proceso de la transición: “Eso puede haber estado en mis manos en algún momento, pero ahora, estando en el Ministerio del Interior, no tengo ni idea. Sé que hay gente que plantea eso. No sé quién tiene el proyecto. A mí, personalmente, no me parece mal pero no puedo opinar”, dijo Bonomi.

El material que menciona el diario fue elaborado, según la información recogida por la diaria, en el marco de la transición y que, al igual que otros que incluyen líneas de acción que apuntan a una política integrada en materia de comunicación estatal, se puso a disposición de la nueva administración desde los distintos organismos. Este hecho ya refleja de por sí el estado de situación, ya que no hubo un planteo único sino varios, que provinieron de manera independiente.

Sin embargo, entre las coincidencias se destaca la necesidad de contar con un organismo coordinador con delegados de las distintas instituciones, desde las radios hasta el ICAU, y desde el Impo hasta el canal. Fernando Butazzoni, presidente del SODRE, reconoció: “Había una idea de eso, pero yo no la conozco. Acabo de asumir, no sé cuánto se avanzó y en realidad tenemos otros temas mucho más urgentes”.

Ecosistema y biodiversidad

Mientras que Simon enfatiza que dentro de los próximos pasos a dar no hay que centrarse en un cambio de estructura u organigrama (“eso puede ser y no ser”, relativizó), el director de TNU, Claudio Invernizzi, cree necesario pensar en un “sistema descentralizado”. Según el jerarca saliente, “la situación actual no tiene sentido: es demasiado atípico que de los dos medios del Estado, uno sea dependiente del SODRE y otro una unidad ejecutora del MEC”, pero además “hay muchas más razones para pensar la coordinación común, por ejemplo, la articulación y potencialización de la llegada de la televisión digital terrestre”.

En tren de concretar, la subsecretaria del MEC explicó: “Por ahora no hay nada en formas, estamos en la coordinación de los hechos. Se está empezando a trabajar por ahora sólo con los medios del ministerio, en desarrollar proyectos juntos y lo demás -lo institucional- será consecuencia. Porque creo que generalmente no hay que empezar por reformas de organigramas o estructuras si uno no tiene claro para qué y yo creo que nos falta esa reflexión importante de los medios públicos sin olvidar que el Estado somos todos, no sólo el gobierno”.

El sistema descentralizado, citado por Invernizzi, es una idea que “hace rato está en la vuelta pero que simplemente nunca se ha logrado concretar”. “Nunca antes en la historia hubo tantas voluntades y sinergias en una dirección similar como ahora y nunca observé tanta madurez del sistema político para poder avanzar en este sentido”, aseveró el director de TNU. Sin embargo, aclaró que no se puede proyectar una implementación en el correr de este año ni en el siguiente porque “si bien se está planteando, no hay un trabajo serio al respecto, está en el aire”.