Hace cuatro años que venimos repitiendo la misma recomendación, para los varados -voluntaria o involuntariamente- en Montevideo durante Semana de Turismo, de acercarse a las salas de Cinemateca Uruguaya y darse una panzada de esa clase de cine que no suele verse en las salas de estreno. Esta vez vamos a ahorrarnos las redundancias y a simplemente destacar, entre las decenas de títulos a presentarse, una pequeña selección subjetiva de lo que nos parece lo más atractivo a priori del Festival. Los horarios y días pueden consultarse en www.cinemateca.org.uy.

• La cinta blanca (Michael Haneke, 2009): Era la gran favorita a quedarse con el Oscar a Mejor Película Extranjera este año, hasta que lo perdió ante El secreto de sus ojos. No es de extrañar, porque el cine de Haneke -uno de los cinco principales nombres del cine europeo actual- no es para todo el mundo y siempre es un trago muy fuerte. En esta ocasión se trata de un misterio oscuro que rodea a los niños de un pueblo alemán del período de entreguerras, donde se ocultan varios secretos y, posiblemente, el huevo de la serpiente del nazismo.

• El mejor lugar del mundo (Sam Mendes, 2008): Tal vez hoy en día Sam Mendes no sea el cineasta que parecía que iba a comerse el mundo luego de American Beauty, pero sus películas siempre son atendibles y muchas veces notables. El mejor lugar del mundo es una extraña road movie -con guión del aclamado Dave Eggers- sobre una pareja de treintañeros más bien excéntricos que deambulan en busca de un lugar donde instalarse y criar a su hijo por nacer.

• Cinco minutos de gloria (Oliver Hirschbiegel, 2009): Luego de su desafortunado paso por Hollywood (Invasión, 2007), el director de la notable La caída (2004) vuelve al viejo continente y a la historia europea para contar un intento de reunión, promovido por un canal de televisión, entre un activista irlandés y el hermano de una de sus víctimas, diecisiete años después del crimen.

• El cuarto de Leo (Enrique Buchichio, 2010): Debut en largometraje del director uruguayo -también crítico cinematográfico- Enrique Buchichio, con una historia de reencuentro entre un joven en proceso de autoaceptación sexual y una ex compañera de escuela que está pasando por una fase igualmente conflictiva.

• El otoño del mago (Rouben Gevorgyants, 2007): Un festín para cinéfilos, ya que se trata de un documental sobre Tonino Guerra, uno de los más famosos guionistas italianos del siglo XX, conocido sobre todo por haber colaborado con las más importantes películas de dos gigantes como Federico Fellini y Michelangelo Antonioni.

• Tom Zé: astronauta liberado (Igor Iglesias, 2009): Dentro de un festival en el que se destacan varios documentales sobre músicos brasileños (Humberto Teixeira, Titãs), tal vez el nombre más atractivo a priori sea el del personalísimo Tom Zé, retratado en esta ocasión por un fan español durante un viaje del músico a Asturias, pero con participaciones de personajes como David Byrne y Rita Lee. • Ellos son... Los Violadores (Juan Riggironzi, 2009): A más de un cuarentón se le puede caer una lágrima viendo este documental que repasa la contradictoria carrera de la primera banda punk de Argentina. Tal vez no una demasiado memorable en lo musical, pero muy representativa de un tiempo muy especial en el Río de la Plata.

• Destino: Woodstock (Ang Lee, 2009): Las reacciones críticas ante éste, el último trabajo del director chino Ang Lee (Secreto en la montaña) han sido muy disímiles, pero el tema es sin dudas atractivo -la historia real de una familia que tuvo un rol esencial en la organización del recital de Woodstock- y Ang Lee no es un director a despreciar.

• Revanche (Götz Spielmann, 2008): Otra derrotada -también germánica- de la reciente entrega de premios Oscar a Mejor Película Extranjera, pero también una de las películas europeas más aclamadas de los últimos tiempos. Un policial existencialista sobre una pareja -formada por un ex convicto y una prostituta- en fuga de la ley y en busca de venganza.

• Süden (Gastón Solnicki): El recientemente desaparecido compositor, escenógrafo y director de orquesta argentino-alemán Mauricio Kagel es el eje de este documental que registra su regreso a Buenos Aires con motivo de un concierto-homenaje que le dedicara el Teatro Colón. Además del retrato del personaje, es una buena oportunidad para escuchar música realmente distinta.

• Fruta prohibida (Dome Karukoski): De la patria de los hermanos Kaurismäki y Botnia llega esta película sobre dos muchachas seguidoras del laestadianismo, una facción de la Iglesia Luterana finlandesa caracterizada por seguir la Biblia al pie de la letra, que deciden viajar a la pecaminosa capital Helsinki, con consecuencias imprevisibles.

• Policía, adjetivo (Corneliu Porumboiu, 2009): Porumboiu, uno de los principales nombres del actualmente en boga cine rumano, regresa con un film que trata, una vez más, del régimen comunista rumano, o para ser exacto con sus consecuencias, ya que se trata de la historia de un policía que intenta eliminar los resabios ya asimilados por la policía del régimen autoritario, aún desacostumbrada a los cambios ocurridos en su país.

• London River (Rachid Bouchareb, 2009): La historia reciente es lo medular en esta película inglesa-argelina sobre una madre que luego de los atentados de julio de 2005 viaja a Londres a buscar a su hija desaparecida, encontrándose además con una ciudad distinta y un entorno completamente diferente al que creía que iba a hallar.

• La colorina (Fernando Guzzoni, 2008): Los amantes de Lemebel y la cultura posmoderna chilena seguramente se van a fascinar con este documental sobre la poetisa Stella Díaz Varín, también conocida como “la primera punk de la historia” o “la Bukowski chilena”, además de por su apodo de La colorina.

• Anita (Marcos Carnevale, 2009): Una mujer con síndrome de Down se extravía asustada por Buenos Aires, dentro de un contexto particular que causó su miedo: el estallido de las bombas en la AMIA, originándose un periplo de incomprensión en medio de una ciudad enloquecida.

• Vincere (Marco Bellochio, 2009): Una película sobre Ida Dasler, una figura poco conocida de la historia italiana pero que fue la madre del “hijo secreto” de Benito Mussolini, de quien fuera esposa -en los tiempos mozos del Duce, cuando aún era un revolucionario de inclinaciones socialistas-, antes de ser desplazada por Clara Petacci y un gran número de amantes. ■