La CE, el ejecutivo comunitario, cuenta con más de 130 representaciones en el mundo, una de ellas en Uruguay, donde se encuentra desde marzo de 1990, aspirando a “fortalecer y a estrechar las relaciones en los ámbitos político, comercial y de cooperación”.
Se destaca que la Unión Europea (UE) reconoce a Uruguay como “una democracia ejemplar”, y el diálogo político se posiciona en tres niveles: bilateral, regional (mediante el Mercosur y América Latina) y una agenda multilateral.
En materia bilateral, se manifiesta que “las relaciones siempre fueron buenas” y se detalla que el Acuerdo Marco de Cooperación entre la CE y Uruguay, de 1992, que sustituyó el acuerdo comercial de 1973, es el marco institucional vigente que potencia las relaciones políticas, sociales, económicas, culturales y ambientales.
En el relacionamiento con el Mercosur, desde 1995 rige el Acuerdo Marco Interregional de Cooperación con la CE, con el objetivo de profundizar las relaciones birregionales y generar las condiciones necesarias para la creación de una asociación interregional. Este acuerdo tiene tres pilares: diálogo político, cooperación y comercio.
En esa línea y desde el año 2000, el Mercosur y la UE negocian un Acuerdo de Asociación, con el objetivo de ir “más allá de la simple creación de una zona de libre comercio entre ambas regiones”. Según se destaca en la publicación, “la UE tiene un compromiso firme para concluir prontamente un acuerdo ambicioso y mutuamente beneficioso”.
Estas negociaciones son las que se buscará relanzar a partir de mayo, en la cumbre de Madrid, y para ello se apuntará a avanzar en el ámbito birregional en aquellos temas que generan consensos, y dejar para una última instancia los puntos de mayor discordia; puntualmente, en los casos de los subsidios y aranceles que aplican los países europeos en algunos sectores, como el agropecuario (ver página 11).
Tiempos de crisis
En lo que refiere al comercio bilateral entre Uruguay y la UE, el documento destaca el incremento registrado en los últimos años, que alcanzó en 2007 un monto de 1.500.000.000 de euros (unos 2.190.000.000 de dólares). Ello se explica, principalmente, por el aumento de las exportaciones uruguayas, que contabilizaron 795.000.000 de euros (1.160.700.000 dólares), debido a la mejora de precios de los productos vendidos a la UE.
Sin embargo, en los últimos dos años las ventas externas hacia aquel bloque registraron un importante retroceso, particularmente en 2009, a raíz de los severos efectos que produjo la crisis económico-financiera internacional sobre la economía del viejo continente.
En 2008 se estancó el crecimiento y se registró incluso una leve caída de las exportaciones, que contabilizaron 1.154.000.000 de dólares, según los datos del Instituto Uruguay XXI. Pero en 2009 cayeron un significativo 28%, cerrando el año con 831.000.000 de dólares y representando el 15% de lo vendido por Uruguay.
Por su parte, la última información disponible, correspondiente al mes de febrero de 2010, marca que no hubo variación respecto de lo exportado en el mismo mes de 2009, contabilizándose 70.000.000 de dólares en ventas.
Coopere
Otro de los puntos importantes en el relacionamiento con el bloque europeo radica en la cooperación que la UE realiza con terceros países con el objetivo de “contribuir a la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible, y la integración de los países en desarrollo a la economía mundial”.
En ese sentido, la publicación de la UE refiere al trabajo realizado entre 2002 y 2006 en tres sectores prioritarios: la modernización del Estado, para lo cual se destinaron 6.850.000 euros; la reforma económica, que recibió 8.400.000 euros; y el desarrollo social, que contó con un presupuesto de 3.350.000 euros.
En lo que atañe a la modernización del Estado, se apuntó al fortalecimiento de la DGI para lograr una mayor eficiencia del organismo, mejorar su relación con los contribuyentes y su infraestructura edilicia, adquirir e instalar equipamiento informático y capacitar al personal. En otro orden, también se destacó el fomento al desarrollo tecnológico para mejorar la productividad y la competitividad del sector químico/biotecnológico y de tecnologías de la información, mediante el apoyo a la capacidad de innovación tecnológica del país (I+D). Este proyecto se centró en el fortalecimiento del Polo Tecnológico de Pando y en la creación de un Centro de Ensayos de Software en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.
También se destaca el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, a través del fortalecimiento de los mecanismos de asociación (clusters) y la capacidad exportadora; y el Proyecto de Desarrollo Social de las Zonas Rurales más pobres del Norte del Uruguay (Prodenor), mejorando las infraestructuras individuales (viviendas y unidades productivas) y necesidades colectivas (capacitación, asistencia técnica y crédito para la creación y fortalecimiento de emprendimientos productivos).