Estadio Olímpico, sábado, cuatro de la tarde. Los jugadores ya están en la cancha. Los jóvenes del Centro Nacional de Rehabilitación (CNR) calientan y miden a sus adversarios, veteranos de Rampla Juniors, canosos y pasados de peso. Bromean: “Si hacemos menos de tres goles no volvemos”. El chiste es de doble filo, porque los jóvenes son reclusos que salieron sin guardia a jugar un partido de fútbol, en un ómnibus prestado por la AUF, a un estadio abierto en el que a continuación se jugaría la 7ª fecha del Torneo Clausura. Calor. Mosquitos. Dos tiempos de 30 minutos. A los 20, Domingo Pérez hace el primer gol de Rampla. Domingo Pérez: casi 80 años, fue campeón de América, jugó el mundial de 1966 (ver foto). Al final los rojiverdes se imponen 2 a 1. Los muchachos argumentan que no tienen una cancha grande para entrenar. Los resultados deportivos, dice Juan Icardi, responsable de Deporte del CNR, son secundarios. Después del partido,un rato de intercambio en la cabina del Olímpico, vista panorámica de la ciudad, sándwiches. Empezó Liverpool y Rampla pero hay que volver, subir al ómnibus y contar. Una nueva broma: “Los números dan, vamos”. Confianza, responsabilidad, ensayos de salida. “Cada vez que salimos representamos al CNR”, les había dicho en la charla previa su director, Enrique Mesa. La próxima fecha es a fines de marzo, en el Parque Central, con un equipo veterano del tricolor.
Para salir a la cancha
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