Desde ayer y hasta el jueves se desarrolla en Montevideo la 44ª Asamblea General del CIAT, que tiene como tema central “El papel de las Administraciones Tributarias en la Crisis Global”, el cual, según Ferreri, “es fundamental” a fin de “garantizar los recursos necesarios” para que el país lleve a cabo su política de mitigación.

Detalló que es la tercera vez que Uruguay es sede de este evento y que participan en esta oportunidad 28 administraciones tributarias de países miembro, 10 de no integrantes y 18 organizaciones internacionales como el BID, el FMI, la Cepal y la OCDE, entre otras.

Interpretó que a raíz de la reestructura organizacional de la Dirección General Impositiva (DGI) realizada a partir de 2005 y de los cambios introducidos por la reforma tributaria en 2007, el país recibe “elogios” a nivel internacional.

Ferreira Verdi destacó la actuación uruguaya en la historia del CIAT, asegurando que “siempre tuvo un rol muy importante, participando activamente”, y valoró que en la actualidad el mundo “vive un momento muy especial, que abre nuevos desafíos para las administraciones tributarias”. “Tenemos desafíos permanentes: ofrecer un buen servicio, recaudar los tributos, trabajar la eficiencia fiscal, la equidad; pero este nuevo escenario trae desafíos vinculados a la economía internacional”, destacó el representante del organismo continental. Entre ellos mencionó la necesidad de intercambiar información entre administraciones, ya sea para detectar casos de fraude fiscal como para evitar la doble tributación. Además, subrayó la necesidad de disponer de normas sobre precios de transferencia y de mejorar la transparencia internacional.

En esa línea, describió: “Vivimos en un mundo en que los contribuyentes son los mismos”, fundamentando que “en cualquier país del mundo el 5% de los contribuyentes son el 80% de la recaudación total, y siempre son los mismos”. “Las economías están globalizadas y las administraciones tributarias tienen que aprender a manejarse de forma globalizada”, aseguró el ejecutivo, añadiendo que ése “es un desafío que no puede hacerse solo: se necesita del trabajo conjunto”.

El titular de la DGI, por su parte, ponderó la importancia de organismos como el CIAT “para el intercambio de información y el combate al fraude”, además de servir “como base de datos” para las distintas administraciones nacionales.

Primeros en algo

En la instancia también se informó que Uruguay será el primer país del mundo en “implementar el modelo de ética del CIAT”, algo que según Ferreira Verdi “es todo un desafío” porque se trata de un “modelo que es de un conjunto de países”.

En tal sentido, recordó que en 2005 el organismo internacional realizó una “declaración de principios” éticos, a partir de la cual se elaboró “un manual de conducta” que será implementado por Uruguay, que implica “crear seminarios, crear un comité de ética y trabajar mucho, porque la ética es un programa que continúa”.

El gobierno viene trabajando en esta línea desde hace un año, según aseguró Ferreri, quien evaluó que, “como paso previo a poder exigirle a alguien algo, tenemos que ser nosotros los primeros en tener un código de conducta ético y cumplirlo a rajatabla”.