Alicia Teixeira de Melo, como tantos uruguayos, se quedó sin trabajo en 2002.
Con tres hijos y unas ganas de vivir y de aprender enormes, se puso a estudiar y a experimentar con sus primeros cultivos orgánicos. Hoy, en sus palabras, es una “re micro productora rural”. Le prestaron una pequeña porción de tierra en Puntas de Manga, a 16 kilómetros del centro de Montevideo, a la que llamó Caazapá. Allí cultiva maíz, habas, zapallos, girasoles, tomates, tunas, plantas de jardín, aromáticas y medicinales.
Todos cultivos orgánicos, realizados en forma sustentable con el ambiente. Vive de forma muy austera, en una hermosa casa de barro y con muy pocos recursos. Comercializa su producción en la feria orgánica del Parque Rodó, todos los domingos.
Trabajando sola y casi 18 horas al día, vive con gran incertidumbre y preocupación por el futuro. Pero vive feliz. Y de alguna manera sabe que encontró su vocación y su “lugar para el maíz”.