Tres millones de DT
La referencia futbolística estuvo presente en varios pasajes de la exposición. Primero utilizó como ejemplo el proceso de venta del club inglés de fútbol Liverpool a cargo de Barclays Capital, y luego se refirió a la participación de Uruguay en el Mundial. “Tenemos tres partidos. El primero, contra Francia, tenemos que empatarlo; el segundo, contra los locales [Sudáfrica], también tenemos que empatarlo, y el último es con México: ése hay que ganarlo”, sostuvo Weigel, aunque sin referirse al aspecto deportivo sino al comercial. Explicó que el máximo campeonato implica “una oportunidad para que empresas exportadoras locales publiciten durante el partido”, ya que México es un mercado muy importante y, además, Uruguay tiene un acuerdo de libre comercio con ese país latinoamericano.
“Valuación de intangibles de la empresa” fue el nombre de la disertación en la que Weigel abordó el tema, realizada ayer en la Cámara Mercantil. Es la segunda vez que expone al respecto: en la primera abordó las generalidades del proceso de determinación del valor de las empresas, mientras que ayer se enfocó en la valuación de intangibles.
No obstante, remarcó que para conocer esto es necesario realizar una valuación general de la empresa, por lo que recordó que la valuación no determina un valor fijo sino que marca una idea aproximada de cuánto podría costar una parte o el total de una firma.
Agregó que el proceso consiste en analizar “no sólo los números sino también el contexto en el que se encuentra [...], el mercado que tiene, la estrategia de empresa, y por último sus finanzas”. Detalló que el marco geográfico e histórico en el que opera una compañía es fundamental. “Hay que determinar, por ejemplo, ‘Mercosur, Uruguay, año 2010’, y tener en cuenta los aspectos de esa realidad” concreta. También hay que determinar la situación de la industria: observar su evolución reciente, los competidores, los clientes, los productos, y, por último, el negocio, cuando se debe definir los recursos distintivos, la estrategia de valor y las finanzas.
Explicó que no hay unanimidad sobre el criterio a utilizar para valuar una firma, pero presentó tres métodos de aplicación corriente: el primero se centra en el estudio de los activos y pasivos, “ajustando sus valores”; el segundo se enfoca en el mercado donde cada variable de la empresa (ventas, resultado neto, patrimonio, etcétera) tiene un “múltiplo” que determina su valor específico; y el tercero se enfoca en los ingresos, “tomando el valor actual de flujo de las operaciones”. Weigel entiende que este último es el mejor, “porque contempla mayor cantidad de variables de las empresas”.
Dale, valor
Los intangibles son “bienes inmateriales que existen en la empresa, que en general no figuran en el activo del balance, y que tienen algunas características o atributos, como, por ejemplo, que son capaces de generar un flujo de caja propio”, explicó el experto. Graficó que son intangibles la “experiencia de la organización, los procesos, patentes, derechos, conocimientos, publicidad, la marca, entre otros”.
Entre los argumentos para realizar una valuación de esos intangibles, Weigel describió que se puede usar para vender ese activo, cobrar regalías o franquicias, comprar una marca, ampliar su utilización o colocar como garantía para obtener créditos. También se la puede usar para evaluar la gestión gerencial o de los empleados, el crecimiento y el retorno que ese intangible genera.
Weigel advirtió que la valuación de intangibles tiene sus problemas, uno de los cuales es la dificultad para discriminarlos. “Si bien en algunos casos es más fácil, como en el software o en una patente, en otros es difícil delimitarlos con claridad”, señaló. Otra dificultad remite al acceso a información específica sobre el intangible, en torno a lo cual hay mucha subjetividad, o bien existen cláusulas en los contratos, la denominada “letra chica”, que pueden modificar su valor.
Detalló que la importancia para la determinación del valor radica en el proceso de análisis, a partir del cual se obtiene mucha información, como las fortalezas, el aumento de clientes, los mayores volúmenes de ventas y la generación de diferenciales. Esa masa informativa puede ser utilizada para mejorar el valor de una compañía, fortaleciendo los intangibles generadores de ese valor, es decir, los que implican una rentabilidad diferencial, mitigando los riesgos y evitando elementos “que puedan destruir valor”.
Por este motivo, recomendó que las firmas realicen una valuación anual. “Estamos acostumbrados a tener balances anuales, pero cada vez tiene más importancia saber cuánto vale una empresa, para que no pierda valor”, ilustró Weigel.
Explicó que el desarrollo de los intangibles a partir de su conocimiento permite incrementar el valor global de una empresa, y aseguró que, cada vez más, “el ratio de valor de la empresa sobre el valor de los libros [contables] puede llegar a ser ocho o diez veces mayor”.