La propiedad intelectual y en particular las normas sobre patentes han sido mencionadas permanentemente como “obstáculos en las negociaciones comerciales”. Al respecto, cabe recordar que en 2006 el tema fue esgrimido a nivel local como uno de los principales argumentos para rechazar la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

El secretario de Estado manifestó en conversación con la diaria que, “para Uruguay, entender el problema de las patentes y marcas es muy importante”, en virtud de que “para competir en el futuro” el país debe “apostar más al diseño, la calidad y la tecnología”. Aseguró que eso “ya está sucediendo” y mencionó como ejemplos a las industrias farmacéutica, naval y automotriz. “Uruguay tiene que escalar la escalera tecnológica, y el tema de las patentes merece ser desarrollado, porque cuando un país va desarrollando su tecnología tiene que conceder dos cosas: un respeto riguroso a la innovación y un empuje fuerte a lo que el país mismo va descubriendo e innovando”, fundamentó.

Kreimerman explicó que los acuerdos comerciales entre países “se dan en diversos ámbitos, y muchas veces, para poder vender a un país se necesita abrir puertas y acordar determinadas cosas”. No obstante, puntualizó que “los acuerdos tienen que balancearse en cada negociación particular con las ventajas e inconvenientes, [...] y no [se debe] perder de vista que lo que interesa no es lo que uno pierde o gana en el momento, sino lo que se pierde y gana para el futuro”.

Pobrecito

El presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, Rodolfo Silveira, opinó que la región en general, y Uruguay en particular, se encuentran en “una situación bastante pobre” en cuanto a “la capacidad de generar valor a través del conocimiento”. Sobre este punto, enfatizó que se requiere de “una decisión política” para el desarrollo legal del tema en el país, ya que “lo peor que puede pasar es que no haya reglas de juego”.

Por su parte, el administrador principal del programa del PCT de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Rolando Hernández, detalló que el convenio fue firmado en 1970 y que actualmente tiene 142 Estados miembro, lo que implica “una cifra bastante significativa”. En Sudamérica aún no se integraron Argentina, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Uruguay. Detalló que se trata de un procedimiento para “simplificar, hacer más económico y eficaz el proceso de obtención de patentes, para ayudar a los solicitantes y dar más herramientas a las oficinas locales”. El experto divulgó algunos datos sobre las solicitudes de patentes presentadas durante 2009, describiendo que debido a la crisis mundial se verificó “la primera caída en su historia”, bajando 4,5% respecto de 2008 y ubicándose en 155.179 solicitudes.

El país que más patentes solicitó fue Estados Unidos, superando las 45.000, seguido por Japón, con aproximadamente 30.000. El experto aseguró que se debe tener en cuenta que Estados Unidos es el país “donde más se invierte en innovación y desarrollo”. En tanto, China fue de los pocos que crecieron en 2009, incrementando sus solicitudes 29,7% y ubicándose en la quinta posición.

Hernández lamentó que entre los 15 principales países solicitantes no haya ningún latinoamericano, pero advirtió, en coincidencia con Kreimerman, que ello “no es un problema de patentes sino de lo mal que estamos en generación de conocimiento”. La gran mayoría de las patentes corresponde al área de telecomunicaciones, debido a los constantes avances que registra en su desarrollo tecnológico .

En América Latina, Brasil fue el Estado que registró mayor cantidad de solicitudes, con 472, seguido por México, con 213; Colombia, con 37; y Chile, con 27, y en quinto lugar se ubicó Argentina, con 25 solicitudes, aunque no suscribió el PCT. Uruguay, que tampoco está adherido al tratado, presentó durante 2009 seis proyectos. Hernández valoró que se trata de “países que tienen un gran potencial y que se están adelantando a la legislación nacional”.