También ayer, el ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire, aseveró que su gobierno mantiene el rechazo al restablecimiento de las conversaciones, ya que, de producirse, éstas se “traducirán en nuevas concesiones que perjudicarán” al sector agroganadero de Europa, dando como un hecho que la reanudación derivará en la firma del esquivo acuerdo. En ese sentido, el jefe de la misión diplomática de la UE en Uruguay, Geoffrey Barrett, explicó la semana pasada en Montevideo que el acuerdo buscado es “muy ambicioso” porque se compone de tres grandes partes: el plano político, la intensificación de la cooperación y, “obviamente la más dificil”, el terreno comercial. Sin embargo, informó que últimamente “se realizaron encuentros informales entre negociadores” de ambos bloques, quienes concluyeron que “se puede relanzar las negociaciones dando la seguridad de que si empieza otra vez, se termina”.

El momento encuentra a Francia liderando un polo interno en la UE de oposición al acuerdo, a la Comisión Europea (Ejecutivo comunitario), involucrada en el cumplimiento de un mandato comunitario de negociarlo y al Mercosur actuando de pleno acuerdo para desarrollarlo como un objetivo estratégico.

Las expresiones del ministro francés se produjeron en vísperas del inicio de la Cumbre bilateral América Latina-UE, en Madrid, marco definido por el Ejecutivo de la UE para relanzar oficialmente las tratativas. Y, en esa línea, Almagro había estimado como muy probable que la capital española sería escenario del anuncio de reanudación. “Esperamos comenzar las negociaciones y esto viene bien encaminado. No hay más que empezar sobre el mandato que tiene ya la Comisión Europea y ésta ya ha dado a conocer su decisión de relanzar las negociaciones con el Mercosur; para nosotros éste es el camino a seguir”, aseguró el canciller en declaraciones a la agencia española de noticias EFE. Sobre las expresiones del ministro francés, señaló: “Esperemos que todos, incluida Francia, podamos encontrar el camino para que las negociaciones den un resultado fructífero para las dos partes y que a los encargados de la negociación no les pesen estas declaraciones”. Almagro destacó la consecuencia con que Uruguay abogó por el acuerdo con Bruselas durante los últimos seis años. “Para nosotros, definitivamente, el desenlace político natural viene dado con este relanzamiento”, explicó, apuntando después que “las negociaciones con la UE son un factor determinante” para la política exterior del gobierno del presidente José Mujica, orientada al fortalecimiento del Mercosur mediante “una agenda exterior más dinámica”.

Pero Almagro, consciente del peso de la opinión francesa y de los lobbies agrícolas en la UE, recomendó observar a cabalidad el protocolo de negociación, “a fin de cuidar todas las sensibilidades” y de que sus efectos produzcan “resultados beneficiosos para todas las partes”. Sugirió que las aspiraciones del Mercosur en materia agrícola propician el acuerdo. “Creo que las condiciones están dadas y que las condiciones del Mercosur en lo que se refiere a la solicitud de la apertura del mercado para bienes agrícolas son muy medidas y muy ajustadas a lo que Europa puede dar”, valoró, recordando el balance de toda negociación. “Tenemos que tener cuidado con nuestras sensibilidades a nivel de bienes industriales y del sector servicios en el Mercosur, pero también sabemos que es importante la apertura económica y comercial”.

Al grito de ¡aura!

Desde Argentina, Estado que ejerce la presidencia del bloque sureño, también se había expresado una perspectiva optimista. El director ejecutivo de la Secretaría del Mercosur, Agustín Colombo, destacó el rol de España como patrocinante del relanzamiento desde la misma condición de titular semestral de su bloque. “Confiamos en que la presidencia española va hacer la fuerza suficiente para conseguir un acuerdo que relance las negociaciones. Estamos en una época particular en la que conviene ese acuerdo”, declaró a EFE, aunque advirtió que si bien el diseño del tratado descansa sobre los “tres pilares” citados (político, cooperación y comercial), “el acuerdo es un todo o nada” y para ello “aún falta ese pilar comercial”. Y aunque en la próxima etapa los negociadores harán foco sobre ese delicado y estratégico aspecto, los auspicios políticos con que cuentan desde ayer les permitirán trabajar con el respaldo necesario. Es que el canciller de España, Miguel Moratinos, anunció, en rueda de prensa realizada tras una primera cumbre UE-Mercosur, que su país, en ejercicio de la presidencia del bloque, impulsará las conversaciones comerciales bilaterales. Tras un encuentro de alto nivel en el que participaron el presidente de Brasil, Lula da Silva, su colega argentina, Cristina Fernández, el titular de la UE, Herman van Rompuy, el presidente temporal del bloque y jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Moratinos informó las novedades. “Después de haber estado las negociaciones con el Mercosur estancadas, hemos decidido impulsar y reanudar las conversaciones con la voluntad clara de concluirlas”, enfatizó. Coincidiendo con la valoración de Almagro acerca de las pretensiones económicas del bloque del Cono Sur americano, el jefe de la diplomacia española celebró los resultados de la etapa. “Después de lo que han hecho las dos partes, tengo que saludar el esfuerzo de todos los países del Mercosur, de hacer una oferta muy interesante, en el sentido de abrir el grado de ambición del acuerdo”, valoró Moratinos.